Celler de Petra. Lo podemos calificar como el típico restaurante mallorquín, donde se cocinan los platos más tradicionales de la isla, según la temporada en que nos encontremos. Estamos ante un local rústico muy concurrido con bastante ruido pero con una cocina buena y autentica. Hay que saber a lo que vamos, no es que sea mi tipo de restaurante preferido pero una visita de tanto en cuanto esta bien, si nos apetece comer un buen “arròs brut”, o unas “sopes mallorquines”, o “llom amb col, tumbet, frit, caragols, etc.”. En definitiva probar o conocer los platos clásicos de la cocina mallorquina presentados de una manera sencilla, pero cocinados con buenas manos y buena materia prima. También podemos degustar carne a la brasa, con las que también saldremos satisfechos, pero en todo caso recomiendo la opción de probar los platos típicos mallorquines. En cuanto al vino os recomiendo solicitar alguno de los vinos de Miquel Oliver, bodegas de la misma localidad, que en sus presentaciones más especiales, como el Aia, no os defraudaran, y los tienen a muy buen precio. En cuanto al servicio del mismo, no esperéis nada más que el descorche y según el vino, una copa balón no muy fina, pero duradera, que es lo que necesitan aquí. Ahora bien, todo va acorde con el precio, que es correctísimo, por la calidad que nos ofrecen. En la vajilla no encontraremos nada más que rusticidad y autenticidad. El servicio es rápido, como precisan por los remontes que deben realizar, si bien agradable y eficiente. Lo recomiendo frente a la mayoría de restaurantes de Palma, presuntamente especializados en comida mallorquina que han perdido muchos de ellos, la esencia y el buen hacer. Con más motivo si no conocéis Petra y sus alrededores. 20/01/09.