El Silabario de Tuy afronta el reto de la estrella Michelín sabiendo lo que se espera de él. Sobresale el servicio del vino, la atención cercana pero no sobreactuada.
La elaboración es buena aunque a mi juicio no roza la excelencia. Claro que si lo hiciera aspiraría a más estrellas. El rabo de vaca vieja, excesivamente fibroso. He salido satisfecho a pesar de que la entrada al local se hace fría. Enseguida te atiende el jefe de sala y entonces se disipan todas las dudas. El día que nos acercamos, 6 de diciembre, me pareció que tardaron unos minutos más en atendernos de lo que sería habitual. Pero ofrece un extra que no he visto reflejado en otros comentarios ni en otros restaurantes y que es muy digno de mención; la posibilidad, que utilizamos, de disfrutar el café en una sala ad hoc, con ventanales a los prados de al lado y al cielo que comparte con Portugal.
Resumiendo, una excelente elección para una experiencia gastronómica notable.

Fue una noche de deleite; texturas, contrastes, atenciones y ambiente especial en una noche gallega especialmente calurosa.
La decoración del local es exquisita. El trato del personal va en consonancia: amabilidad y atención cuidada en un permanente y discreto seguimiento durante toda la cena.

De entrada, un aperitivo: Huguet Brut Nature 2007 y empanada de maíz con carne. Perfecto para abrir boca. Después empezaron los aceites, sales y mantequillas. Pedimos el Menú “Los Clásicos”, un recorrido por la gastronomía de Silabario desde su inicio.
Excelente regularidad en la calidad y placer sensorial de todos sus platos. Quiero destacar especialmente tres: el arroz cremoso de carabinero y codium (daba la sensación de estar en una taberna de un pueblo de pescadores; sabor intenso, ligereza en la textura...una maravilla. Y el carabinero al punto...otro placer), el huevo cocinado a baja temperatura con centollo de la ria, buenísimo, y el pan de pueblo embebido en leche cruda, fruta de la pasión y vainilla, apoteosis absoluta del equilibrio de sabores que consigue no solo el orgasmo culinario de quien lo prueba, sino la categoría de “mejor torrija de todos los tiempos” por la mayoría de los comensales de la mesa.

Tuve la suerte de que me sirvieran una copa de La Bota de Amontillado Nº 31 (me parece un lujo extremo poder tomar este vino por copa!!), que acompañó a la perfección el compendio de sensaciones del pan de pueblo.
El servicio del vino fue extraordinario; el vino -un Castaño Colección Cepas Viejas 2005- estaba espectacular. Carta de vinos seleccionada con muy buen criterio; relación calidad-precio de todos los vinos, excelente, algo que se echa de menos en la mayoría de los restaurantes. Una mención especial a la selección de espumosos. Chapeau!

En definitiva, una experiencia extraordinaria y gratificante, que desde luego merece nueva visita en breve.
En la cima del grupo NOVE.
Bravo.

Las pasadas Navidades, aprovechando unas vacaciones en Galicia, decidimos ir a conocer al recién estrellado Silabario en Tui. Cena para 4 personas.

Parking privado.

Local muy agradable, espacioso y bien distribuído. De día, con luz natural y las bonitas vistas debe ser espectacular.

Pedimos menú degustación, de raíces gallegas. Cocina limpia, pura, sin esos excesos arriesgados que a veces hacen que un plato pierda el sentido.
La estructura del menú no seguía la típica linea ascendente en intensidad de sabores, lo cual no me disgustó, pero si me sorprendió. Como único "pero", quizás eché en falta un poco más de "fuerza" en el penúltimo plato ( de pescado), aunque esto es sólo una cuestión de gustos personales.
Excelente calidad de producto y tratado con mucho mimo.

Bodega acorde con el resto del conjunto. Sorpredente formato de carta de vinos.

Mención especial al trato recibido por el Cheff y la que, creo, sería la jefa de sala. Dos personas naturales y cordiales con las que la empatía surge por si sola.

Definitivamente, Galicia necesita de más personas como el equipo de Alberto González, innovadores y que apuesten por la calidad.

Enhorabuena.

4 Menu degustación, Gran Caus Reserva rosado, Donnhof Tonschiefer 2007, copa de Mencía, copa de Oporto, cafe,copa. 80e/pax.

Visité este local por recomendación de Pepe Solla, del restaurante Solla en Pontevedra.
El cocinero es un joven con unas ideas muy interesantes. Pero a la vez antiguas, Buena materia prima y un buen tratamiento.
El restaurante está en el Hotel Tui Colón. Es un local muy agradable y muy bien equipado. Con espacio y comodidad.
Probé el menú degustación por 39 euros mas iva y me parecio estupendo.
Bodega muy interesante, nada convencional. Prioridad a los vinos de la zona y alguno de Portugal, está allí mismo.
Tomé un albariño Leirana barrica 2006, estupendo y a muy buen precio 19 euros mas iva.
Con el café tome un oporto que me supo de maravilla Seara D. Porto Special Reserve, por 3,5 más iva.
Lo que pagué incluye café, copa y puro. Pero como he dado los precios desglosados os podeis hacer una buena idea.
Lástima que entre Valencia y Tui hay 1000 kilómetros.

http://www.ojoalplato.com/archives/2026