Yo comí bastante bien. Sin muchos excesos, buen pescado. Elaboración tradicional. No tenían menú (supongo por la época del año). Carta de vinos, corta. Variedad de cocina, interesante. Lógicamente muy centrado en pescados y mariscos de la zona. Tampoco es el mejor momento para pedir marisco, así que un Sanmartiño, y poco más.

Pulpo con almejas, calamares de potera a la plancha, habas con almejas, vieira al horno y rape en salsa americana para cuatro. Todo muy fresco y bien elaborado. Albariño fillaboa 2008, sin postres. 140 euros.

Segunda vez que asisto a este restaurante a comer el menú del día un día laboral y la verdad es que no suelo hacer comentarios de restaurantes en los que como de menú, pero en esta ocasión hago una excepción porque me encantó. Por un módico precio de 10,30 euros, comí unas fabas con berberechos que estaban exquisitos, seguido de secreto con patatas y espárragos trigueros también muy ricos, más postre y café. Tiene una carta de vinos poco elaborada con algún que otro albariño o rioja interesante. Por lo demás sé que le dieron el premio Tenedor de Oro 2008 en la categoría de marisquería y que tiene cetárea propia, pero no he tenido la suerte de degustarlo. En cualquier caso, recomiendo la visita a esta pequeña localidad entrañable situada en el enclave de las catedrales y deleitarse con la comida tanto si es de menú como si se come de carta, no os arrepentiréis.