Restaurante Osmosis en Barcelona
Restaurante Osmosis
País:
España
Provincia:
Localidad:
Zona:
Dirección:
Cód. Postal:
Vino por copas:
No
Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo
Nota de cata PRECIO MEDIO:
52 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.3
Comida COMIDA
8.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.2
RCP CALIDAD-PRECIO
7.3
Foie con vainilla
Planta altillo
Opiniones de Osmosis
OPINIONES
19

El título viene dado por los comentarios tan dispares que hay en Verema y, con miedo pero con expectativas, acudimos a este local para comer. El espacio físico en forma de tubo con una mesa a la entrada que tiene zona de sofá pegado a la pared, permite una única mesa más amplia (5-6 comensales) junto a la puerta; luego se bajan unas escaleritas a unas pocas mesas que forman el resto del comedor, estrecho, y con la cocina al fondo; desconozco el tema de altillo que aparece en otro comentario.

El lugar tiene una decoración muy austera; mesas bien vestidas; buenas copas y vajilla correcta; cambio de cubiertos correcto. Servicio de sala bueno, amable, bien explicados los platos. Buen ritmo de servicio de cocina aún teniendo en cuenta que vamos a menú y somos los únicos en la sala.

La carta de vinos es amplia y bien explicada con abundante presencia de generosos y diferentes cervezas especiales, vermuts y hasta cocteles como extras. Hay algunas opciones embotelladas para la propia casa, aunque en este caso no la había en bodega; decidimos ir a espumosos y nos recomiendan y aceptamos Marta reserva 2016 brut nature, un cava interesante y a buen precio. Con posterioridad y, tras acertar un nuevo fallo de stock, también aceptamos la recomendación de otro cava: Indomable brut nature. El servicio fue impecable desde principio a final. También algunas botellas grandes de agua más un par de cervezas y coca cola previas.

El funcionamiento está previsto en base a menús con opciones de 5 platos (48€), si añades 2 platos más (60€) o cuatro platos más (72€), que sube a 65, 100 y 120€ si llevan maridaje. A medio día hay opción de menú corto con 3 platos (28€). En nuestro caso y con el menú impreso junto al cubierto, nos quedamos con el menú de 7 platos.

La comida para los cinco que incluye un muy buen pan artesano moreno de preparación especial para el local con un aceite picual (de origen no aclarado ni explicado) y tres sales diferentes (Maldon, otra australiana y otra de hierbas); unas buenas aceitunas gordal de aperitivo:

. extra de la casa consistente en un chupito de espuma de salmorejo con cecina y una preparación (de un bocado) con base de galleta con espuma de anguila ahumada y fruta de la pasión: un par de elementos que sin conexión interna permiten una buena preparación para los platos previstos a continuación.

. foie micuit con manzana a la vainilla: en dos bocados un siempre sabroso foie micuit con un fondo menos graso de lo esperado a lo que contribuyen bien los complementos.

. ravioli de gambas, duccelle se setas y lemon grass velouté: una buena intención pero que se queda muy plano, precisa de algo más de rock and roll.

. suquet de lluverna, ñoqui de pimiento rojo y aire de paprica: un versión de suquet muy actualizada (ese es el lema de la casa: cocina catalana actualizada): un aire muy perfumado y un gran fondo forman un buen conjunto.

. arroz de butifarra y panceta con níscalos y mayonesa de albahaca: muy bueno, con arroz al dente y muy buenos sabores de los elementos bien integrados.

. mil hojas de rabo de buey, cebolletas, puré de calabaza y haba tonka: se nota también la canela; bien de elaboración pero no enamora en su sabor ni en su presentación muy apelmazada.

. helado de plátano, cremoso de chocolate blanco con jengibre, con toques de fruta de la pasión: además lleva aire de Marialuisa, caramelo, merengue de café que forman muchos pequeños puntos de sabores y texturas y temperaturas a modo de picoteo sin nexo en común; destacable el sabor del helado de plátano muy elegante.

. chocolate con especias y frutos secos: incorpora helado de chocolate, galletita de especias, crujiente de café, frutos secos, avellanas tostadas caramelizadas, chocolate con toque de sal, cilindro también con chocolate y crema de orujo: todo en muy pequeñas dosis que hacen no saturar de dulce; de nuevo muchas presencias, en este caso con chocolate como hilo conductor con diferentes texturas y aportes extras.

Unos buenos cafés finales y una buena sobremesa nos permitió comprobar que hoy estuvo todo de cara.

Primera visita nocturna. Cena para dos, aprovechando que hemos "colocado" a los niños. Nos sentaron en uno de los pequeños comedores del altillo. Separación de las mesas bastante justita. Tamaño correcto, bien vestidas. Buen menaje. Servicio agradable. Disponen de tres menús: el corto (35,-€), el largo (50,-€) y el maridado (80,-€). Carta de vinos no excesivamente larga pero con referencias interesantes. Precios x2 y más. Intentaron servirnos el vino durante toda la cena, pero acabé levantándome para servirme.

Después de tantas comidas copiosas durante estos días, nos decidimos por el menú corto, consistente en 4 platos y un postre. Para empezar, unos aperitivos que, junto con el pan, ascienden a 3 euros por persona:

- Aceitunas - Me gustaron mucho.
- Crema de pimiento con cecina - Se la cambié a mi mujer por las aceitunas, ya que no le gustan. Le gustó bastante.
- Buñuelos de bacalao con miel - Muy esponjosos, aunque sólo me supieron a miel.
- Degustación de dos aceites y tres sales - Un aceite de arbequina de Les Garrigues y otro de picual de Jaén. Una sal rosa australiana, sal Maldon y una sal con hierbas que elaboran en Garraf. Esta última me encantó. El pan, muy bueno pero la corteza se desmoronaba con facilidad, lo que dificultaba mojarlo en el aceite. Nos lo repusieron al empezar con el menú.

El menú propiamente consistió en:

- Vieira con alcachofa en tres texturas - Una vieira a la plancha sobre crema de alcachofa y cubierta por alcachofa confitada y crujiente de alcachofa. Me sobró la alcachofa confitada, que aportaba poco sabor y una textura similar a la de la vieira. Hubiese agradecido algo más de crujiente. Muy buen plato.
- Arroz negro con helado de azafrán - Excelente sabor, aunque el azafrán no era fácil de notar debido al intenso sabor del fondo.
- Dorada con crema de berenjena - Intenso sabor ahumado de la berenjena y dorada en su punto.
- Jarrete de ternera - Muy bueno.
- Postre consistente en un rollito de piña con crema catalana y dos postres a base de cítricos. Uno era un helado sobre una gelatina. Recuerdo que era naranja y mandarina, pero no me acuerdo de cual era cada cual. El otro parecía un pequeño canapé rectangular, también bastante ácido.

En conjunto, un menú muy apropiado para una cena. Muy buenas presentaciones y cantidad correcta de comida. Eché en falta algo más dulce para finalizar, pero es sólo una preferencia mía.

Para beber, una botella de Clos Nostre Senyor 2002 (35,-€) servido en una copas más que correctas y un par de botellas de agua de 1/2 l. (2,55€/ud.).

En general, bastante bien. La nota del entorno se debe a que:
- No nos dijeron en que consistía el menú, a pesar de que, cuando tuve que elegir el vino, le pregunté a la camarera acerca del menú. Se limitó a contestarme que era variado. Nos enteramos de los platos a medida que nos los fueron trayendo.
- Tardaron bastante en traer algunos de los platos, pese a ser un menú y no estar del todo lleno el local.
- Después de elegir el vino, nos trajeron un cava que no habíamos pedido con unas copas que parecían para tomar un estomacal. No llegué a enterarme del motivo. Inquirí a la camarera sobre la posibilidad de cambiar las copas y apareció con un par de ellas con el nombre de Laurent Perrier serigrafiado en el pie.
- Pusieron el vino en una cubitera a un par de metros detrás de mi esposa. En varias ocasiones me quedé con la copa vacía. Finalmente me decidí a servirme yo mismo, para acabar con la botella en la mesa cuando ya quedaba poco más de una copa.
- Cantaban los platos tan bajito y tan rápido que no me enteré de la mayoría de ellos. Sumado al hecho de no disponer del menú por escrito, pido disculpas si me he equivocado con los nombres o la composición de alguno de los platos.

Con todo, fue una velada muy agradable.

Recomendado por unos compañeros de VEREMA, probamos el menu único hace unos días, excelente, el propietario sabe, lo que hoy es extraordinario, cuando digo sabe, es que conoce su profesión, y aunque el local resulta algo frío, comer allí es una muy buena opción. Via mail te actualizan la carta-menu unico que tienen, de modo que puedes ir cuando algo te apetece.

Buen precio.

Visitamos este restaurante en el Eixample de Barcelona con buenas perspectivas que se vieron cumplidas en gran medida. Tiene una decoración discreta y elegante, que permite dedicarse a la comida sin demasiadas distracciones estéticas. La cristalería es Riedel, aunque no variaron demasiado el tipo de copas. En cambio la vajilla y la cubertería, muy elegantes, estaban a mas altura. Para ser un sábado al mediodía no estaba demasiado concurrido (apenas tres mesas), pero también ayudó a concentrarse en las platos a medida que nos fueron servidos por un personal atento y amable. A muy buen nivel las explicaciones del somelier, que ayudaron a disfrutar del vino y que contagiaban un saludable entusiasmo por el producto servido.
Y empecemos el relato de la comida: en primer lugar los aperitivos que consistieron en unas olivas con especias y unas piruletas de queso fresco rebozadas en kikos, bien sin mas. Seguidas de una cremita de esparragos con polvo de jamón, muy apetecible por la cremosidad aportada al producto.
El primero de los entrantes era un clásico de la casa, el Foie micuit con manzana a la vainilla, muy sutil y sabroso, con un toque crujiente aportado por una fina galleta. Demasiado escaso para lo bueno que estaba.Con el nos fue servido un vino excelente, un Cuveé Caroline, un riesling alsaciano del 2001, seco y potente, muy diferente a lo que se acostumbra en esa zona. Siguiendo con los entrantes, la ensalada de tomate con queso, piña, guacamole y anguila ahumada nos pareció una receta muy bien pensada, combinando diversas texturas y matices con gran maestría. Realzaba el plato un Alella fantástico, el Exeo 2012, un coupage de chardonnay con viognier, fresco, sutil y complejo. Para terminar este capítulo, el arroz con erizos de mar, berberechos y espárragos estaba realmente bueno, pero no demasiado sorprendente y quizás el arroz estaba un punto (solo un punto) por encima de la cocción deseada. El vino de este plato, el Taleia 2011 (un sauvignon blanco), una de las creaciones de Raul Bobet, nos había dejado, en otra ocasión, un mal sabor de boca. En cambio aquí nos pareció muy adecuado, mejorando la experiencia gustativa.
El pescado volvió a subir el nivel: una extraordinaria merluza rellena con picada de jamón, y una crema de sanfaina (con la berenjena y el pimiento por separado) y cava. El punto perfecto de la pieza estaba muy bien acompañada, de forma sencilla, pero realmente muy gustosa. Disfrutamos cada bocado, ayudados por la copa de Susana Sempre del 2012, Chardonnay y Premsal, uno de esos vinos blancos mallorquines que siempre nos sorprenden agradablemente por su sutileza y, en este caso, un ligero toque salino que le iba de perlas al plato. La carne era una costilla de cerdo deshuesada y confitada con cerezas, alcachofas y crema de patata violeta, que hubiera estado perfecto pero la plancha les jugó una mala pasada y quedaba algo seca. La Garnatxa 2011, un Terra Alta, dio la contundencia y sabor, así como la elegancia suficientes para olvidar esas deficiencias.
Inauguró los postres una magnífica macedonia de frutas, combinación acertadísima de diversos almibares, con contrastes dulce-ácido realmente sorprendentes. La sencillez convertida en arte. Un buen cava, un Millesime 2010, Chardonnay, no desmereció en absoluto.
En cambio, el otro clásico de la casa, los tres chocolates, me pareció una combinación un tanto aburrida y plana de chocolates, sin nada que se fuera de lo normal en restaurantes de menos categoría. Para terminar, unas gotas de Ximénez Spínola, destilado a partir de un vino de Jerez, no ayudó a que nos gustara este final.
En resumen, una comida que rayó a gran altura en algunos momentos, gracias a una apuesta por los productos de temporada y a combinaciones que, sin ser un alarde de la técnica culinaria, permitían su disfrute. Asimismo, el maridaje de los vinos estuvo a la altura esperada en estos casos. Algunos problemas en los puntos de un par de platos impiden dar una calificación sobresaliente a esta comida.

Excelente comida y excelente servicio tomamos de aperitivo un aceite,unas aceitunas de siciliá y un chupa chups de sobrasada muy buenos continuamos con un foie micuit de manzana a la vainilla muy bueno ,la crema de pera con setas y anguila ahumada estaba divina sobretodo la crema,la tortilla con jugo quizá lo que mas me gusto ,luego la coca de atún y berberechos bien, el caramelo de cordero con piña bien de postres pastel de boniato con te matcha y los tres chocolates Para beber copa de cava Nadal brut salvatge ,vino blanco casal d`arnan,vino blanco gran caus y un vino dulce perlat dolç syrah con ellos maridamos.
Eramos tres fue una comida para recordar seguro que vuelvo

Cena para 5 personas. EL anfitrion conoce a los dueños y por tanto el trato que recibimos fue excelente aunque por lo que percibí se vé que tanto en sala como en vinos las dos personas que estaban al mando saben lo que hacen y saben agradar al cliente.
El local esta bien decorado y montado aunque me parecio muy estrecho y un poco tipo "pasillo" sobre todo la planta baja. Nos colocaron en la planta alta en un reservado que estaba muy bien y éste si era amplio.
Desconozco si hay carta porque nos dieron un papel con un menu y por lo que comentaron parece que la formula es esa aunque si lo pides te cambian algun plato. Desconozco tambien el precio ya que fue una invitacion y en el menu no lo indicaba.
Para beber queriamos probar vinos de Cataluña y nos decidimos por Triunvirato para terminar pero nos dejamos aconsejar por el sumiller para los comienzos y empezamos con un riesling de Alsacia que no recuerdo (quiza sea el que menciona Javivalencia) y era excelente y luego Brunus que estaba excelente. La eleccion no pudo ser mejor. Acertadisima.
Fuera del menu y como aperitivos pusieron unas patatas "de bolsa" espolvoreadas con tomate seco , y aceitunas de dos tipos : unas griegas y otras sicilianas con diferente aliño. Bien sin mas

En cuanto al menu:
Foie micuit con manzana a la vainilla. No me gustó. Demasiado compacto y frio. Como resultado resultaba muy pesado
Crema de calabaza con setas y pasas. Muy buena. Quiza de lo mejor del menu. sutil crema con pequeñas setas muy aromaticas
Arroz de alcachofas con chipirones y cebolla. Tambien bastante bueno si bien un pelin grasiento
Congrio con guisantes a l'all cremat. Lo peor del menu. El congrio de por si es un pescado complicado para tratarlo y el trozo de tomé tenia muchas espinas y estaba correoso. la crema de que lo acompañaba no aportaba nada y los guisantes estaban duros e insipidos.
Ternera confitada con chirivia y curry. Un trozo de morcillo o jarrete bastante seco sobre pures de curry y chirivia que eran lo mejor del plato
Como postres:
Nispero, mandarina, citronela y moskovado. Una bola de helado con salsa y trozos de mandarina. Flojo
Tres chocolates. Buena presentacion que ademas indican como tomar en orden: chocolate blanco de baileys, canutillo con crema de cafe y bolita de chocolate negro. Bien sin mas

No tomamos ni cafe ni copas.
Se nos hizo muy tarde ( mas de las 12,30) y solo quedaba otro grupo en el restaurante. Supongo que el personal empezó a marcharse y el resultado fue que esperamos media hora hasta que trajeron la cuenta. Feo detalle...
En resumen, agradable sin mas. Creo que no repetiria. En uno de los comentarios anteriores lo describe como "efectista mas que efectivo" y estoy muy de acuerdo con esa descripcion.

¿Que decir de Osmosis? Se me llenaría la boca de maravillosos calificativos. Para mí una referencia en Barcelona desde el primer día que me puse en sus manos. Ya son bastantes las veces que he acudido, ya sea en familia o con amigos, y no ha habido ni una sola vez que haya tenido un solo “pero”. Con Nacho al mando de la sala y Fréderic en la sala de operaciones el éxito está garantizado. Para nada olvido al resto del equipo. Mi más sincera enhorabuena a todos y cada uno de los integrantes.

Era la segunda quincena de Julio, no recuerdo con exactitud el día. Acudí con un amigo al que considero como un hermano. Cuando ambos nos juntamos, ir a Osmosis se ha convertido en una visita de obligado cumplimiento. Nada mas entrar por la puerta nos fundimos en un fuerte y sincero abrazo con Nacho, excelente profesional y mejor persona. Concluido el efusivo saludo por arte de magia aparecen tres copas de Billecart-Salmon Brut Réserve. Brindis, tertulia y a la mesa. Reservado para nosotros solos. Siempre nos ponemos a su entera disposición y nos encanta que nos sorprenda. Ese día no estaba Fréderic, pero todo sea dicho que el nivel de los platos rayaron a un grandísimo nivel. Materia prima de primera calidad. Buena vajilla, servicio ágil, sin demoras entre plato y plato, excelentes elaboraciones, presentaciones, cocciones, texturas y sabores de todos y cada uno de ellos los cuales relato a continuación:

- Chips y olivas.
- Foie micuit con manzana a la vainilla.
- Ensalada de canelón de pepino, salmón ahumado, verduritas y yogurt de pimienta rosa.
- Arroz de tomate y mozzarella con cigalas y albahaca.
- Calamar relleno de cebolla y mango con salsa de guisante y tinta de calamar.
- Solomillo con humus, miel de caña y frutos secos.
- Sorbete de lima y albahaca con violetas y pistachos.
- Tres chocolates (Baileys, café, jengibre).

No hace falta que diseccione cada uno de ellos, simplemente el nivel fue altísimo.

La carta de vinos bien diseñada y confeccionada. El improvisado maridaje fue servido en perfecta cristalería, con temperatura correcta y sobresaliente servicio del mismo. Fuimos saltando entre Francia y España para tomar los siguientes vinos:

- Billecart-Salmon Brut réserve.
- Riesling Schoffit Lieu-Dit Harth Cuvée Caroline (Alsacia)
- Palo Cortado Fernando de Castilla.
- Artadi Viñas de Gain 2006.
- Marc Brédif 2009 (Vouvray).
- Ad Limitum Maturana Tinta (No recuerdo si 08 o 09).
- Dolç Mataró 2007.
- Algramar Dolç natural.

Cafés & GT’s de Ish con tónica Schweppes.

Se hicieron las tantas de la madrugada entre charla y risas. Memorable.....

Desconozco el precio porque no pagué yo, eso si, luego le di lo que creí oportuno ;-)

Un saludo.

Buscando probar algo nuevo y teniéndonos que adaptar al tema de las vacaciones, este sábado (20-08-2011) decidimos arriesgarnos con Osmosis, y la verdad es que nos lo podríamos haber ahorrado.
Fuimos mi novia y yo y esta fue nuestra experiencia:
Acogida demasiado familiar-informal para mi gusto.
Ambiente: se les veía desbordados y creo que el número de comensales tampoco lo justificaba.
Un consejo para el equipo de Osmosis, mejoren su inglés. Teníamos al lado una mesa con dos parejas de ingleses y se les presentaron todos los platos en español. Creo que al menos aprenderse de memoria la descripción indicaría cierta consideración con estos clientes.
El menú:
Chips y olivas: aperitivo que nos pareció pobre en relación con el precio.
Foie micuit con manzana a la vainilla: correcto, aunque la coca sobre la que se presenta demasiado dura.
Vichyssoise de coco con navajas y ciboulette: el plato que más nos gustó.
Rissotto verde con bogavante: de sabor excelente, el arroz pasadísimo, el bogavante muy cocido y seco.
Rape relleno de butifarra con salsa de cebolla morada; me pareció una elaboración muy interesante, pero el resultado me decepcionó. El rape muy cocido (avisar que soy un poco obsesivo con el tema de las cocciones, tiempos y temperaturas, pero de estas depende en muchas ocasiones el éxito del plato), algo soso y se perdía totalmente entre el sabor de la butifarra. La salsa excelente.
Burger de magret con pera confitada y toffe: a pesar del nombre el magret no estaba picado si no lamiado y enrollado en espiral simulando una hamburguesa. De nuevo una cocción excesiva y como resultado un magret sequísimo, en el caso de mi novia mucho más que en el mío, incluso costaba cortarlo con cuchillos apropiados. La crema de toffe bastante buena.
Sorbete de mandarina, zanahoria (espuma) y muesli: Aceptable.
Tres chocolates: bastante bueno, la bola “explosión”, rellena de infusión de jengibre me pareció un gran acierto. Y los pobres ingleses que estuvieron a punto de romperla en el plato por no ser avisados como nosotros.
A destacar la escasez de las raciones a pesar de ser un menú degustación (además no son tantos platos en comparación con otros menús como por ejemplo el del Gresca).
Regué la cena (mi chica no bebe)con un enate 2-3-4, precio x 2'5, pero me apetecía y lo pedí. En general encontré los vinos demasiado caros. Abrieron la biotella y sirvieron a los dos sin dar opción a probarlo, al beber solo siempre me sobra media botella que sin miramnientos me llevo a casa, en esta ocasión fue tapada con un corcho de rioja tinto y metida en una bolsa de basura. Aconsejaría que se informaran de como tratan este tema en Lluçanes o Hisop.
Al final de la cena comenté mis impresiones al chef y se disculpó por el tema del arroz por estar desbordados de trabajo. En fin……………….

Siento llevar la contraria a todos los comentarios anteriores, no es mi intención en absoluto.
No creo que vuelva, me pareció un restaurante más efectista que efectivo. En primer lugar, sólo existe un menú (no hay otros menús ni carta) aunque eso ya lo sabíamos antes de ir (eso sí, cualquier despistado se lo encontraría al llegar ya que cuando reservas no te avisan). ¿Será la crisis o la comodidad de trabajar con los mismos 6-7 platos para todo el mundo? El precio de los vinos me pareció exagerado (más del doble que en tienda). La comida bien sin más (consultar web al que le interese el menú), elaboraciones en su mayoría simples y raciones algo escasas (aunque se trate de un menú degustación). Lo peor, el precio, 42 € (+ bebida + cafés + pan). ¿Cómo se puede tener el mismo precio que el menú largo de Embat o un precio similar al de Hisop, Caldeni o Lluerna, por poner algunos ejemplos, y estar tan lejos de ellos? Otro detalle, sin petit fours. Como cosas positivas, estuvimos muy tranquilos en una sala con sólo mesas de 2, y el servicio fue agradable y atento. Repito, no se me malinterprete, comí bien pero pienso que lo comido no se ajusta a lo pagado (y, por favor, que no me vengan con el cuento de la materia prima de calidad). Creo que ya he recorrido bastante mundo como para distinguir lo bueno de lo menos bueno.
Saludos.

Fuimos mi novia y yo a cenar ayer por la noche. Reservamos hace cosa de 3 semanas.Decoración muy elegante, luces regulables y asientos cómodos. Servicio muy atento y agradable. Breve explicación de la degustación al principio degustando un cava rosado, más concretamente un Freixenet Rosat pàl·lid (trepat). En todo momento nos dijeron que si teniamos alguna fobia a algun alimento, este era el mejor momento para decirlo, y que no suponia ningun problema. En total, 7 platos, que acompañados de pan, aceite 100% de Arbequina, y 3 tipos de sales. Valorando los platos:

Foie mi cuit con manzana a la vainilla, acompañado con un riesling de alsacia por parte de mi novia, y de jerez por mi parte, gracias a una buena recomendación del sommelier. El foie estaba en su punto.Muy bueno.
Crema de olivas con codorniz. Espectacular. Para mi, el plato de la noche.
Cazuela de alcachofas con langostino y bacon. Muy bueno.
El pescado de Alex del Ninot con "Menjar blanc" y mejillones.Bueno, pero para mi fué el más normalito de todos.
Espalda de conejo con Pulpo rustido. Muy rico, la carne estaba en su punto, el pulpo estaba tierno y sabroso, y la salsa estaba deliciosa. Chapeau!
Nispero con piña, ron y fresitas. Muy bueno. Nos sorprendió gratamente.
Tres chocolates. Exquisito.El colofón final a una muy buena experiencia.

Añadir que tomamos un Dominio de Tares Cepas viejas 2007.

Muy recomendable!

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