Restaurante La Taberna de Pedro en Madrid
Restaurante La Taberna de Pedro
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.3
Comida COMIDA
6.6
Precio medio entorno ENTORNO
4.4
RCP CALIDAD-PRECIO
6.0
Opiniones de La Taberna de Pedro
OPINIONES
9

Lo de Madrid y en esta zona pasa ya de castaño oscuro..Local vacio ..raro para un jueves noche pero constatamos que estaba asi todo el barrio sin que sepamos la razon..

3 copas de vino Corpus del Muni y una racion de los afamados ( y muy ricos, es verdad) callos.. 25 euros.

Los vinos por copas a precios disparatadosmas .. alrededor de los 4 euros..

Mal fomentamos el consumo...

 

Después de una función de teatro en las inmediaciones habíamos reservado mesa ,para cenar unas raciones y tomar una copa en la Terraza del Palacio de Telecomunicaciones.
Legamos a la hora señalada y tomamos una cervezas mientras deciadiamos la comanda.Nos sugieren fuera de carta varios platos que aceptamos(no cantan precios y "casualmente" están por encima de la medía).Ensaladilla rusa(8)normal,chipirones encebollados(14)suspenso-comparados con los tomados al mediodía en La Castela-,Bocartes rebozados(13,5) tampoco lograron el aprobado,Cardos (17,5)bien,Setas del día con huevo(21) ¿boletus?en este plato tengo que poner con interrogación la información que da el camarero y en 2º lo exiguo del plato en relación con el precio.Lo mejor de la cena una buena tabla de quesos (20).
Reseñáble carta de vinos,pero en un "formato" difícil de manejar;nos decidimos por el siempre fiable "Valdesíl sobre lías" (22),en unas correctas copas.
Me parecío excesivo los 2,4 euros por persona,cobrados por un pan sin mayor interes
Sinceramente esperaba más.

Ibamos a picar algo en la barra de Luis García de Vinuesa pero aunque eran las 3,30 de un lunes estaba a tope. Decidimos que todo quedara en familia y justo al lado se ha trasladado su hermano Pedro desde la antigua taberna de Alberto Alcocer. Casualmente quien estaba entre las mesas era Luis con el que estuvimos hablando y contó el proyecto.
Para beber unas copas de un fino que no recuerdo y que parecía un amo tillado. Recomendación de el. Formidable. Que gusto lo que sabe de vinos !
Para picar unas aceitunas,boquerones en vinagre, alcachofas con jamón y los famosos callos. Todo rico y como digo...honesto. Por poner un pero.. Yo hubiera agradecido un poco de picante en los callos.
Salimos a poco mas de 15 euros por persona. Así da gusto tapete

El local es pequeño y angosto sin duda lo menos destacable del lugar, mesas pequeñas en especial las de dos comensales, además resulta algo ruidoso. Hay una terracita para el verano pero con el mismo problema que muchas otras de Madrid, que los coches pasan a pocos metros con los ruidos y el peligro que ello supone.

La cocina es casera y variada, honesta y sin complicaciones. Buena variedad de tostas, revueltos, ensaladas, guisos de toda la vida, carnes y pescados. Nos gustó mucho el pisto y la ensaladilla, además de la carrillera. No tomamos postre. Se come razonablemente bien y las raciones no son muy caras.

La carta de vinos es sencilla de lectura y presentada en un cómodo díptico, además tiene donde elegir con referencias tanto nacionales como extranjeras, con presencia de buenos vinos de Champagne, Borgoña o Alemania, además de una buena oferta de vinos españoles. Tomamos un destacable Gimonnet Fleuron 2002 por 40 euros, precio bastante correcto, en general los precios de los vinos están bastante ajustados. Copas correctas, al nivel esperado y servicio que hace correctamente su trabajo sin destacar.

La Taberna de Pedro es otro clásico dentro de las tabernas vinícolas madrileñas, quizá no está entre nuestras preferidas pero siempre resulta una buena opción por su honesta cocina y su destacable oferta de vinos, aunque por copas tienen más bien poco. De todas formas mientras no amplíen el local no creo que nos dejemos caer mucho más por allí, es demasiado angosto.

En mi opinión la de este restaurante es una apuesta arriesgada. Me explico: local muy pequeño, con aspecto de tasca, decoración muy sencilla, todo un poco como comprimido, sin manteles en las mesas. Oferta gastronómica correcta, de platos sin mucha complicación pero con producto de calidad. Nosotros picamos una ensaladilla rusa, una tosta de secreto ibérico con cebolla caramelizada y tabla de chorizo berciano. Había también platos de cuchara además de las ya citadas tostas, tablas, etc,...Al lado de esta oferta una carta devinos, en forma de folio doble, plastificado por ambos lados absolutamente espectacular, con caldos de la mayoría de DD.OO. españolas y de prácticamente todo el mundo, y entre ellos los mejores, o al menos los de gama media-alta y alta. Como es lógico a precios elevados porque esos vinos en sí ya son caros. Obviamente citando la añada. Cada mes oferta de 3 vinos por copas, 1 blanco, esta vez un verdejo, y 2 tintos, un Rioja y 1 Ribera. Buena atención de los camareros, había un montón de los mismos. No sé si es que tienen algún comedor más que yo no ví, pero creo que no. No sé, me pareció excesivo contraste el tipo de local con la oferta enológica de campanillas, por eso pongo el título de apuesta arriesgada. Se me olvidaba, en relación con el comentario de Olaf. Efectivamente estaban viendo por la tele el partido de Argentina con Venezuela, y aemás con pasión, pues la mayoría de camareros son sudamericanos.

Un descubrimiento esta taberna. Nada mas entregarte la carta de vinos te llevas una sorpresa, ya que aparenta ser una taberna mas de las que hay por la ciudad. No es un libro interminable, pero la selección me parece mas que interesante, con buenas referencias internacionales y precios ajustados. Tomamos un Côtes du Rhône de Clape por unos 35€, temperatura de servicio correcta y decantado una vez lo solicitamos. Las copas podrían ser mejores.
En cuanto a la comida, es un sitio ideal para compartir revueltos, ensaladas y demás entrantes. En nuestro caso pedimos una ensalada de alcachofas con gambas y tomate y una vinagreta de mostaza que estaba muy buena y luego una pluma ibérica con reducción de PX y una carrillera de ternera, muy ricos los dos platos. Acabamos bastante llenos y no probamos los postres. El café correcto. 80€ los dos incluido vino.
Lo malo, que se puede fumar y que hay televisiones, con lo que si vas el sábado por la noche, estará el futbol en las televisiones y algun energúmeno en la barra celebrando los goles que le marquen al Barça, mas que los goles marcados por el Madrid en el partido anterior.
Volveré mas veces.

Tenía ganas de conocer esta taberna de vinos (más que restaurante)por sus excelentes criticas.¡DECEPCIÓN!Local incomodo,camareros inexpertos,referencias de vinos agotadas ó equivocadas y en el apartado culinario:aceptable ensaladilla,ración de boqueros en vinagre exigua-¡nueve medios boquerones=9 Euros!- y por último tostas que dejaron que desear tanto por cantidad,como por calidad.Vino Viña Mein 17 Euros,algo subido de tª solucionado rapidamene con la cubitera;copas correctas.Personalmente un desastre,aunque ví en otras mesas algunos platos muy apetecibles y en raciones generosas (revueltos).Dificil aparcamiento.

Diminuto local, y es una pena porque puede llegar a ser incomodo para los que somos grandes (peso y estatura).

Salvando este “pequeño” detalle entramos en una carta de vinos amplia y con sentido, tanto para vinos nacionales como extranjeros, nos ha dejado sorprendidos la variedad, incluso algún mal pensado ha comentado que dudaba que tuviesen existencias de todo lo que ofrecen. Hemos pedido un Pinuaga Nature 2006, y perfecto de temperatura.

Platos caseros con una calidad de materia prima sobresaliente y muy bien elaborados, soberbias las manitas de cerdo y las mini sepias.

Postres caseros correctos y bien presentados.

Una pena que el servicio sea inexperto y no este a la altura, derrames continuos en las dos veces que nos han servido el vino y respuesta equivocada a si las manitas se servían deshuesadas.

Aún así merece la pena disfrutar de las posibilidades que da tan surtida carta de vinos como de tan buena cocina.

2pax. 65.-€ (Pinuaga 15.-€)

Local diminuto, con apenas seis mesas y una barra también muy pequeña. El sitio se anuncia como "cervecería, picar y más...", pero la verdad es que se come muy bien. La carta, muy bien presentada pese a ser escueta, se divide en entrantes, pescados, carnes a la parrilla, guisos, delicatessen en tostas y medias raciones. Las especialidades de la casa son las ensaladas y los revueltos, pedimos una ensalada de la Taberna, muy rica. Luego bonito con compota de tomate, y luego rabo de toro estofado. Como las raciones son abundantes, se puede compartir perfectamente. No sé si tienen carta de vino (no nos la pusieron), pero optamos por un vino por copas, el camarero nos dio dos nombres, un rioja y un ribera, el rioja era Marqués de la Concordia crianza 2004, muy bueno, copas bien. El vino lo tienen en vinotecas acristaladas, un buen detalle de conservación.

También algunos postres, no pedimos. Dos personas salimos por unos 45 €. UN sitio para volver.

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