Hola el abado fui acenar al zoque yaue un compañero me lohadia recomendado. Fui con mucha ilusion la verdad pero todo se fue diluyendo desde el principio. Lo primero el servicio, tardaron un monton en atendernos y ademas lo que no puede ser es que un restaurante considerado de nivel los camareros y el metre vayan carrera arriba carrera abajo por el restaurante como si aquello fuese un chiringuito de playa. Luego la comida estaba mas o menos buena, nada especial( no pidais los mini molletes como entrantes), la carne bien tampoco nada del otro mundo, ah se me ovidaba el detalle de cortesia aunque se agradece, un desastre, luego con una carta tan escueta que tinen, no puede ser que les falte un plato de 4 que hay en la carta, xq si no, mal vamos. Lego la calidad no es mala aunque ya digo nada del otro mundo comparado con otros sitio. De postre pedimos browni, que creo que es el peor browni que jamas probe, parecia un bizcocho para desayunar, estaba muy reseco. Para finalizar el detalle del frio que hacia debido a que se les habia roto la calefaccion, pero si a eso le añadimos las carreras de loscamarero y metre ( lamentable ), imaginate la ventolela que levantaban. En fin muy mal, en relacion calidad precio fatal y sobre todo creo que los que al restaurante le queda enorme su fama, lo unico destacable la forma de servir de uno de los camareros, por lo demas horrible.
El Sábado organizamos una comida de amigos en este nuevo restaurante cercano a la Malagueta.
Lo cierto es que la primera impresión fue muy buena, como eramos muchos (12) pedimos menú degustación (55€ según carta), que tenia que ser, como habitualmente es, a mesa completa.
El chef nos explico que el suele personalizar el menú según el gusto de los clientes, al ser tanos solo le pedimos que entre los 7 platos incluyera una vieira y foie. Aquí vino el primer golpe, porque despúes de habernos preguntado que nos gustaba nos salía ahora con "Es que si pedís lo más caro no me sale a cuenta" ... Oiga pues no pregunte.
El menú se compuso a grosso modo con:
filetes de anguila con ensalada
Pulguita de zurrapa de lomo
carpaccio de lengua de vaca
foie con pistacho
vieira sobre fideua
ensalada de aguacate
Navajas a la plancha con salsa de ajos y citricos
dos postres.
Destacar, en lo positivo, los filetes de anguila y la vieira,
en lo negativo, el foie, de calidad media y servido muy frio, y por supuesto las navajas que parecían espaguetis gordos.
La carta de vinos es amplia aunque tuvimos que cambiar de vino porque el que elegimos en primer lugar se les agotó (sólo tenían 2 botellas)
La gran sorpresa vino al final 1200€ de cuenta a 98€ por barba, el señor había subido el menú de de 55€ a 70€ por que le pedimos que inclutera foie. Para mi, un detalle para no volver. Que le vaya bien señor tato
Este es el reto de un cocinero que ha pasado por buenos sitios, donde una vez termina en la cocina pasea por la sala para hablar, con quien así lo desea, sobre los platos, porque como bien dice "quiere escuchar lo que el comensal tenga que decir de primera mano, solo así se mejora" y además piensa que quien vaya a su restaurante tiene que disfrutar y si no lo hacen, algo ha fallado.
Visto así, la cosa promete, buen servicio, muy atento, sin agobios pero pendiente en todo momento, los tiempos entre platos excepcional. Quizás si tuvieran vinos por copas -de estima- para poder maridar los platos sería fantástico. Porque una pareja que quiera beber buen vino y tome unos entrantes marineros y una buena carne, lo tiene complicado con dos botellas.
Destacaría por encima de todo los entrantes ¡fabulosos! una ensalada marinera de salmón y cebolla caramelizada, con un emplatado fantástico y mejor sabor. Así unas vierias gratinadas de muy buena calidad y mejor sabor. Además el punto de cocción perfecto, manteniendo la carne jugosa. El sushi como aperitivo servido por la casa muy rico.
Los segundos, quizás deban mejorar para estar al nivel de los entrantes y postres. Aunque si es una auténtica delicia su chivo cocinada a baja temperatura ~ 63ºC durante 14 horas, pura mantequilla en la boca, el rodaballo en su contexto no está a la altura, no por el pescado sino por la guarnición. Lo mismo ocurre con la presa, donde la carne perfecta en sabor y al gusto del consumidor, el acompañamiento a base de piña caramelizada con chocolate no termina por conjugar ¡ojo son gustos personales!. Los postres deliciosos, además del postre servido por la casa de yogourth y trufas.
El servicio del vino perfecto en copas, temperatura y buena carta, al menos digna. Un sitio para tener en cuenta.