Durante nuestra estancia en Sevilla, para comer y cenar, íbamos de tapas, pero el Domingo necesitábamos algo de descanso y decidimos ir a Casa Robles,

Como ya se ha comentado, es un restaurante de la vieja escuela, clásico, con el servicio acorde a esta línea, atento, profesional, respetuoso, estuvimos en la planta de arriba, muy tranquilos y confortables.

Para empezar pedimos verdurillas naturales salteadas y chipironcitos plancha.
las verduras correctas, poco que decir, ni bueno ni malo, los chipirones buenos, bien hechos.

Los segundos bastante mejor, aquí ya empezamos a disfrutar, unas chuletitas fritas con ajitos, gustosas, tiernas, fritas en su punto, para repelar los huesos.
Un rabo de toro de lidia, con base de pimentón, creo que era la primera vez que lo comíamos así, potente, tierno, muy, muy gustoso.

Compartimos un postre, tarta de arroz con leche y yema, era un arroz con leche cuajado con un trozo de tocinillo de cielo arriba, una bomba, pero buena para los golosos como nosotros.

Cerramos con un cortado.

Como al vino solo me apunté yo, pedí que tenían en botella pequeña, la única propuesta fue un Baigorri (10,91€), servido a temperatura, en unas copas mejorables, demasiado pequeñas, si se preocupaban de rellenar la copa, cierto es que en la sala solo eramos dos mesas.
También tomé una caña.

En resumen, primeros correctos, segundos bastante buenos en un ambiente clásico.
El precio me pareció algo caro, no por la calidad de la comida o del servicio, simplemente comparando experiencias similares en otros restaurantes.

Encontré este restaurante de casualidad, porque lo que realmente buscábamos era La Terraza en el hotel Eme.
Sabía que dicho restaurante no era una maravilla pero que tenia unas vistas excelentes y en este caso me decante por visitarlo.
pero al preguntar, nos dijeron que solo daban cenas y claro eran las 3 de la tarde.
Pensé bueno no creo tengamos problema en encontrar algo por aqui bueno o malo restaurantes es lo que sobra.
Me gusto la entrada de uno de ellos y solicite me enseñaran la carta.
En cuanto la lei, la decisión estaba tomada a por ello y a ver que pasa.
Nos acomodaron en un comedor privado, en una mesa que llevan reuniéndose un grupo de persona 50 años.
enfrente tenia la placa conmemorativa de dichos 50 años.
* Almejas con langostinos y jamón correcto el plato sin ningún pero
* Gamba Blanca de Huelva XXL una hermosa bandeja de las mismas, insuperables.
* Chuletillas de lechazo, todas de palo, es muy difícil fallar con este producto
* 3 Mero Plancha, buenas raciones y correcta preparación.
* Postres surtidos, lo mejor de la comida simplemente inigualables, los preparan ellos y me parece tiene una tienda On-line para servir por Sevilla.
2 Botellas Hacienda Monasterio Reserva 2008
* Cafes copas etc.
En todo momento la atencion fue excelente sin lugar a dudas un sitio correcto.

Un clásico.
Sigue en su linea de siempre la tradición del tapeo andaluz, muy correcto un pelo caro pero la calidad es buena.
Vigilar que en Sevilla hay 4 Casa Robles. Yo hablo del de la Catedral, el típico y primer Casa Robles.

Al lado de la Catedral y la Giralda, este correcto restaurante parece que atesora cierta solera en la ciudad, aunque quizás, en mi opinión, no es ni mucho menos un templo al que peregrinar. Su decoración es clásica y rehuye la típica decoración de los locales sevillanos con toros, flamenco, semana santa y azulejos. El servicio justito, para que engañarnos y las copas del vino bastante "tristes" ya que pidas el vino que pidas no hay posibilidad de cambio y te has de conformar con una copa, digámoslo así, bastante vulgar y de grueso calibre.
De primeros aparecieron en la mesa los típicos boquerones fritos, el jamón de bellota y unas coquinas. Todo bien, aunque sinceramente caro ya que no hay nada excepcional y por ejemplo el jamón no está por encima de la media, ni mucho menos, en relación a cualquier bar de la ciudad (y recorrimos unos cuantos...). De segundo yo pedí lomos de dorada al horno con almejas. También correcto, aunque no excelente. Por la mesa apareció algun bacalao y creo recordar algún rabo de toro. Nadie hizo aspavientos y tampoco nadie se quejó... De beber La Vicalanda Reserva 2004, aunque con aquellas copas...En fin, bien, aunque totalmente prescindible, y en especial por el precio que no bajó de los 55 euros por cabeza...

Otro restaurante de los que probamos en Sevilla. Clasico local ambientado muy sevilla con un enorme mural en la cocina vista.
Ceba un surtido de tapas todas excelentes, de las que resaltare el revuelto de iberico con morcilla y patatas pajas y el rabo de toro. Volvimos a cenar de tapas en la barra y fue otro acierto. Variedad más que aceptable de vinos con bastantes D.O españolas. Otro restaurante a tener en cuenta aunque entre este y el Cairo me quedo con el Cairo, isn que este desmerezca la pena.

Situado en una antigüa casa sevillana del siglo XIII,con dos salónes y tres reservados muy curiosos,éste restaurante se ha convertido en ésta ciudad en toda una institución,por sus años y por su esmerada cocina andaluza de primera calidad.Tódo lo que rodea al servicio,tanto de mesa,como el de vinos,es muy correcto y sobre el precio,que vamos a decir,a 50 metros de la Giralda,y eso se paga,pero bueno,tampoco es una exageración.Recomendable...