Restaurante Sorolla - Hotel Las Arenas en Valencia
Restaurante Sorolla - Hotel Las Arenas
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
29,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
52 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.7
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
8.7
RCP CALIDAD-PRECIO
6.5
Restaurante terraza al atardecer
arroz
huevo
pelota
postre
(4) restaurante terraza atardecer 2
(3) restaurante Privee
(2) Restaurante Sorolla
Restaurante Hotel Las Arenas
Opiniones de Sorolla - Hotel Las Arenas
OPINIONES
13

En un evento de Verema con burbujas se hace cómodo quedarte en el restaurante del precioso hotel para comer y seguir rápidamente catando espumosos de buen nivel.

El comedor propiamente dicho, salones aparte, respira elegancia y clasicismo, como todo por aquí, pues hasta en las paredes hay colgada una obra de Sorolla. El servicio es eficiente, discreto y con buen ritmo de salida de platos desde cocina. Las mesas bien vestidas con manteles de tela, buenas copas, cubiertos, etc, con el mismo clasicismo de las paredes y el lugar.

No vi carta de vinos porque había que cambiar de bebida de la mañana y de la tarde. Una cerveza de presión bien tirada y buena temperatura de servicio. Para comer hay una carta de comidas bastante básica con ningún plato sorprendente, salvo la sorpresa de encontrar sandwichs y hamburguesas en un sitio así; opto por la rapidez del menú ejecutivo (25€) que cambia cada semana, con unos entrantes en pequeñas raciones y con un abundante plato principal:

. ensalada de sardinas en escabeche: buena combinación. Agradable.

. pelota de sepia y gambas con caldo suave y verduras: apropiado del invierno, bien de sabor. Cumple bien.

. huevo baby a 63º con crema de boletus y chips de alcachofas: unos elementos que es imposible que fallen. Recomendable.

. arroz cremoso de pato y ajos tiernos con calabaza asada: sorprende el sabor dulce que aporta la calabaza, buena cocción, buena presencia de carne en buen punto. Recomendable.

. mini gofre con helado de stracciatella y salsa de chocolate caliente: parecía un exceso de azúcar, pero está bien equilibrado; el mini gofre crujiente aporta textura ya que sabores y temperaturas diferentes ya tiene. Bien.

No hubo café ni mucha sobremesa por acudir al evento. El tema de precio viene condicionado por el alto costo de la cerveza (4€) y de cualquier extra como agua, café; por contra un buen pan y aceite en la mesa.

Si estás en el hotel o en evento cumple, pero en la zona hay diferentes opciones interesantes si vienes adrede. Hay peores hoteles (todos son peores) en la ciudad que ya dedican importancia a la gastronomía; se merece una cocina de altura aspirante a estrella Michelín y se ha quedado en brasserie.

  • arroz

    arroz

  • huevo

    huevo

  • pelota

    pelota

  • postre

    postre

El precioso Hotel Balneario de Las Arenas dispone de un restaurante al uso llamado Sorolla Braserie del que ya hay varios comentarios, pero dispone de numerosos salones para celebraciones de eventos multitudinarios y algún comentario hay también aquí incluido, por lo que seguiremos en esa línea, aunque ambas cocinas sean diferentes.

Los diferentes salones utilizados en función de capacidad necesaria y en los edificios neoclásicos de los jardines, están todos bajo la batuta del grupo Gourmet (como casi todos los mejores sitios de boda de la ciudad y alrededores). Esto implica hegociación previa del menú pero también garantiza una buena calidad en el servicio y organización.

En uno de los salones, Apolo creo que se llama, en un ambiente elegante y precioso, sobre todo de noche, con un coctail de bienvenida servido en un lateral de los jardines, a modo de aperitivo y posterior subida de la escalinata para llegar al salon donde mesas amplias de 10-11 comensales, bien separadas, bien vestidas y con copas cubiertos y vajillas correctos, para el servicio de cena.

Lo cenado:

. aperitivos:  tuber chips con sal de setas, tosta de foie con polvo de avellana, pincho de queso de cabra con micri de frambuesa, tacos de salmón ahumado con aceite de eneldo, bolitas de pollo crujiente a las finas hierbas, mini croquetas de ceps. Bien presentados y servidos.

. brocheta de gambón y langostinos con hojaldre relleno de royal de marisco: buen royal y gambón, bien presentado pero desmerecido por un hojaldre que no subió lo deseado y que la base era casi un cartón.

. pierna de pintada rellena, foie y picada de carquiñoles: muy buena de sabor, textura, buen aporte de la salsa.

. torrija de coco con helado de leche merengada y capresse de fresas: todo bien de sabor aunque la torrija tenía una textura demasiado blanda.

Para beber y tras las cervezas y refrescos de los aperitivos, un blanco Tardana de uva local y poco frecuente más el tinto Nodus bobal y para los postres, el cava Alegranza.

Unos cafés e infusiones en la sobremesa con los primeros comentarios pensando en la organización del encuentro 2020, para dar paso a subir a la sala superior donde la música más la opción de barra libre completaron una velada para cerrar 3 días intensos en el cerebro y en el estómago.

Ya hemos estado en otras ocasiones. Nos encanta el entorno. A mi personalmente me devuelve a la infancia, cuando el hotel era balneario y cogíamos el “trenet” para llegar hasta la playa de las Arenas. Pagábamos la entrada y pasábamos el día completo en la playa, hasta bien entrada la tarde. El jardín conserva árboles de aquel entonces que reconozco. Justo los cuatro que se observan desde la terraza del restaurante…

El emplazamiento del restaurante en la terraza durante el verano es una acertada idea desde mi punto de vista. Por su orientación todas las mesas tienen sombra. Las más cercanas al jardín tienen las mejores vistas: hoy había un cielo azul turquesa sobre una franja de azul mar oscuro, con toques de colores pertenecientes a las sombrillas plantadas en la arena, que podían apreciarse por encima de la verja del jardín del hotel.

Lo mejor del local: la acústica. Es sorprendente la paz que se respira en la terraza. Nada ruidoso. Mesas correctamente vestidas, vajilla correcta. Sillas: sillones de mimbre, muy cómodos, pero algo complicados para dos personas de la edad de mis padres. Solventada la dificultad añadiendo un almohadón extra ;). Agradable brisa del mar que hasta consiguió hacernos sentir “fresquito” a las 3 de la tarde de un día de agosto cálido como el de hoy.

El trato del personal del local: exquisito. Especialmente agradecerle a Daniel su cortesía, simpatía y buen hacer. Excelente servicio de mesa y vino. Profesionales de este nivel engrandecen la calidad de la comida.

Carta de vinos algo escueta. El vino: elegimos un albariño y nos dejamos aconsejar por Daniel que nos sugirió uno que no figuraba en la carta “Mar de Frades”. Ya lo conocía y me gusta por su intenso aroma frutal y frescura. Temperatura de servicio perfecta, copas cortas para evitar el incremento de la temperatura. En ningún momento hubo una copa sin rellenar. Total esmero.

La carta ya la conocíamos. He querido consultarla en la página web y me he llevado la sorpresa de que no está actualizada, está la antigua, así que no puedo deciros el nombre de los platos aunque puedo describiros el contenido.

Hemos tomado:

- Un aperitivo, cortesía de la casa: sashimi de caballa. Bien el arroz, la caballa fresquísima. He echado en falta un toque de wasabi/soja. Un detalle fresco y atrevido en un restaurante tradicional.

- Dos entrantes compartidos: uno de pulpo, otro de calamarcitos de playa con una base de manitas de cerdo deshuesadas exquisita

- Rodaballo a la plancha de “plato fuerte”: buena materia prima, buena elección. Pescado desespinado y servido a pie de mesa.

- Postres: ·100% chocolate, diferentes texturas de chocolate que intenta, pero no acaba de cerrar. Pasable. La fruta variada, plato muy bien presentado. Cafés en la terraza y larga sobremesa, hasta las 7 de la tarde.

Aproximadamente 55 euros por cabeza. Satisfechos. Repetiremos seguro.

No solemos frecuentar los restaurantes de hotel pues salvo raras excepciones no acostumbran a estar a la altura, pero como nos habíamos traído unas botellitas para abrir con los amigos y ofrecían la posibilidad de descorche por un precio (6€ por botella) más que correcto para el tipo de establecimiento en que nos encontramos, pues decidimos comer el sábado del encuentro el menú concertado con Verema. La sala es amplia, cómoda, silenciosa, mesas elegantes y vajilla y cristalería a la altura, con vistas a la playa y un entorno realmente fantástico, al fin y al cabo hablamos de un hotel 5*GL.

Dicho menú (32€) consistía en tres entrantes, tres principales y tres postres a elegir, además de un aperitivo por cuenta de la casa, una galleta de foie con fresas sabrosa y muy fina. Como éramos tres pedimos un entrante diferente para compartir, en primer lugar unas croquetas de jamón ibérico con ensalada de quesos aderezados, bien fritas, recientes y cremosas, como deben ser. Después nos sirvieron el huevo campero a baja temperatura con espuma de patata y fricandó de habitas, trigueros y ajos tiernos, un plato francamente bueno por la conjunción de sabores y su ligazón, especialmente destacables esas tiernas habitas. Por último pedimos la pastela de cordero lechal sobre humus y ensalada de yogurt, curiosa esta pastela por su ejecución, pero ante todo jugosa y con marcada personalidad. Lo cierto es que los tres entrantes estaban francamente buenos. De segundo pedimos los tres el “arrós caldós amb bolets” , con pollo, conejo y pato, y el aderezo de un mix de setas, además con tavella y garrofón. Una buena cazuela de arroz caldoso y contundente, base de caldo llena de sabor y fuerza con abundantes trozos de conejo y aves y generoso en setas, un plato calórico y poderoso pero del que no nos dejamos nada. Muy bueno este arroz, sin duda. De postre pedimos los tres igualmente el brownie templado con sorbete de coco y piña al vacío y de nuevo con resultados satisfactorios, a pesar de que arroz nos dejó más bien saciados nos zampamos igualmente este brownie. Lo cierto es que nos sorprendió muy gratamente la cocina del hotel, un menú ciertamente convincente tanto por cantidad como por calidad.

Como hemos reseñado anteriormente decidimos comer en el hotel por la posibilidad de descorche y por tanto no pedimos la carta, que por otra parte nos comentaron que era excesivamente clásica y previsible, en cualquier caso todo fueron facilidades, nos pusieron tres copas a cada uno, nuestra cubitera, en fin, un servicio muy cuidado y esmerado, algo esperado por otra parte en un hotel de este nivel. Bebimos un original y directo Champagne Ulysse-Collin Blanc de Noirs “Les Maillons” , un equilibrado, fresco y adictivo Emrich Schönleber riesling Halenberg GG 2006, un elegante, distinguido y delicioso Contino Reserva 1982 (gracias, Jesús) y terminamos con un potente y estructurado Clos Martinet 2003, que a la hora de la verdad quizá el único vino que pudo con el poderoso arroz. Terminamos brindando con unas copas del excepcional Cava Gramona Celler Batlle 2002, cortesía de la amiga Linda.

Así pues, lo cierto es que nos gustó mucho el menú y comimos estupendamente con esa posibilidad además de abrir nuestras botellas con un precio de descorche más que correcto, al final casi se nos fueron las tres horas de descanso comiendo entre las catas matutina y vespertina. Pero desde luego que mereció la pena y nos parece que este es un hotel que cuida igualmente la parte gastronómica. Eso sí, creemos que comer a la carta ya sale mucho más caro…

Con motivo del 11º Encuentro Verema, comimos en este restaurante ubicado dentro del bonito Hotel Balneario Las Arenas. ¿Se puede tener mejor ubicación en Valencia? Las vistas del mar, de las fuentes y la zona ajardinada del propio hotel... Pero no solo la terraza merece la pena, porque el interior del restaurante es bonito, cuidado y con mobiliario muy cómodo.
Tomamos el menú especial para el Encuentro Verema que, por 30€ (bebida aparte) tiene una RCP excelente. Como comenta Paco, con quien compartí mesa, bueno el entrante de foie, muy buena el huevo a baja temperatura y, de segundo, tomé el pescado, una lubina excelente. De postre una copa con yogur y fresas muy rica y ligera.
Los vinos los llevamos nosotros, dadas las circunstancias, y el servicio brilló por su profesionalidad y buen hacer.

Una magnífica oferta para quien quiere vistas a la playa, pero quiere comer con una calidad un poco por encima de la media de la zona.

La comida del sábado durante el Encuentro la hicimos en el restaurante del Hotel Las Arenas... y lo que iba a ser una comida de trámite acabo siendo una agradable sorpresa... el menú costaba 30 € (vinos aparte), e incluía un aperitivo de la casa... en este caso una 'cucharita' con foie excelente, un entrante, un segundo y un postre a elegir. Muy rico el entrante, que en mi caso fue un huevo a baja temperatura con verduritas... excelente el arroz... ya que agradecí sobremanera que en vez de apostar por la habitual paella nos presentaran un magnífico arroz caldoso ... Muy bien también el postre, a base de fresas... El comedor es amplio y con una decoración elegante pero funcional. El servicio cercano y simpático. El coperio bastante bueno.

Estuvimos dando un paseito por la zona este sabado y pensamos quedarnos a cenar. Decidimos cenar en este restaurante ya que hemos ido a alguna boda y siempre hemos salido satisfechos. El entorno espectacular(cenamos en la terraza), las mesas grandes, separadas y muy bien vestidas. Despues de analizar un buen rato la carta, nos decidimos por unos calamarcitos en su tinta acompañados de unas verduritas(buenos) y como plato principal, carré de cordero yo y mi acompañante solomillo (muy sabrosos y bien preparados) acompañados también de unas verduritas(me hubiera gustado un acompañamiento un poco mas original,pero bueno...). La carta de vinos un poco escasa y los precios bastante inflados (precio para el turista que se puede alojar en ese hotel). Tambien me sorprendió que en un restaurante de este nivel, no viniera un sommelier y que el mismo camarero nos atendiera para todo. Tomamos cafes y despues lo mas impactante, el precio de las copas. Pedimos la carta de licores, y bueno, los precios elvadisimos. Por poneros un ejemplo, el Gin de G-Vine 19 €. Aún así, como estabamos muy agustito y con interesante conversación, decidimos cerrar los ojos, no pensar y pedirnos unas copas. Bien, pues yo, en mi linea, un Gin de Martin Millers con fever-tree que pensaba que la servirian en copón y con un preparación que vamos, pero no, fué un vaso de Havana que les llamo yo. Cuando pedimos la cuenta, los ojos se me salieron en el precio de dicho Gin ya que, SORPRESA!!! la tonica te la cobraban aparte, con lo cual, la copita me salió por la friolera de algo mas de 25 €. Vamos, que he superado mi recor(que estaba en 17€) y la verdad, no me hizo ninguna gracia. Lo compensé en mi casa tomandome otro con la misma ginebra y la misma tónica pero gratis. En resumidas cuentas, el entormo es una maravilla, la atención buena, y la comida muy buena. No me gustaron los precios de los vinos y menos los de las copas que como mínimo podian haber avisado de que esa tónica se cobraba aparte.

Se trataba de una comida-homenaje, para la cual concertamos un menú en este maravilloso hotel situado a la misma orilla del mar.

Nos acogieron en el salón Zeus, con espléndidas vistas y decoración aséptica, demasiado fría quizás.

El menú, previamente acordado, fue el siguiente:

---Entradas centro mesa:
Ensalada de frambuesa, arándanos y membrillo con vinagreta de pasas y piñones. Fresquita y original.
En la línea de las bravas. Era unas bravas rellenas, con el alioli y el tomate por dentro, servidas en una fuente larga, estrecha y rectangular, alineadas de una en una. Ricas y vistosas.
Croquetas melosas. Se dejaban comer.

---Principal:
Arroz meloso de pato, alcachofas y setas. Sabroso, consistente y con el grano entero, casi en su punto.

---Postre:
Coulant de chocolate con helado de natillas y peras al regaliz. Soy poco de postres, pero en este caso tengo que reconocer que fue el plato del almuerzo. Delicioso. Ensamblaba a la perfección tres manjares que por sí solos estaban ya estupendos.

El menú nos lo dieron impreso a cada comensal, bien presentado, destacando el nombre de la persona a la que homenajeábamos. Un bonito gesto, aunque me llamó la atención la repetición de la palabra “meloso”… Esos detalles en un hotel de esta categoría, hay que cuidarlos.

En cuanto a los vinos, servidos sin mucha agilidad, se apostó por la bodega Nodus, de Utiel-Requena, tanto en su versión blanca (“Chardonnay”) como en la tinta (“De Autor”). Correctos ambos, solo correctos.

Servicio profesional, y rápido en sacar la comida pero algo tardo en rellenar las copas…

Un buen marco para este tipo de celebraciones.

Había estado en alguna boda y, la verdad, no me había gustado nada. Sin embargo, el otro día fui al restaurante y salí contento. De entrada, jamón ibérico,no estaba mal pero cortado de forma indecente. Tartar de salmón muy rico, lubina con fondo de gazpacho bastante bien, quizá un poco soso.Yo comí rodaballo, muy bueno,aunque le puse sal volcánica de Hawai y fastidié un poco el pescado, pero ese fallo fue mio. De postre, café granizado con helado de merengada. Bebimos un cava valenciano Noddus).Todo bastante correcto. No es que fuera algo espectacular pero después de lo que había oído hablar por ahí me esperaba una decepción. El precio no lo puedo decir porque me invitaron.

El lugar mezcla un ambiente moderno y elegante, mesas grandes, excelente mantelería acompañada de flores naturales en cada mesa, La carta de vinos normal,pero se nos comento que se estaba cambiando,pedimos un maduresa,supongo que habría sumellier pero siempre nos sirvió tanto la comida como el vino el camarero, eramos dos pedimos unos entrantes para compartir; jamón ( 24.30 eur ) bien, croquetas de changurro ( 11.21 eur ) malas,malisimas, escalope de foie en salsa de setas ( 20.56 eur ) lo he comido mejor, de segundo solomillo con fricasé de verduras (48.60 eur ) dos y una vez mas un desastre seco, soso y acompañado de verduras a la plancha comunes y corrientes . Solo nos quedaba la esperanza de que el postre nos dejara un buen sabor pero por algo dicen lo que mal empieza mal termina; nos inclinamos por los buñuelos de chocolate con arnadi recomendación del camarero ( 9.35 eur ) la masa fatal y el chocolate solo dejaba el rastro y un strudel de manzana ( 11.21 eur ) es el primer strudel que me como hecho en pasta brie,particularmente no me gusto nada. para pasar este mal trago pedimos media de moet pero que mala suerte teníamos que no había, nos ofrecieron dos copas de moet ( 13.09 eur ) cada una eso si, la mala suerte nos acompaño hasta el final: las copas de champagne de muy mala calidad, dicho de otra manera; de los chinos. La relación calidad precio excesiva es mas muy excesivaEl lugar mezcla un ambiente moderno y elegante, mesas grandes, excelente mantelería acompañada de flores naturales en cada mesa, La carta de vinos normal,pero se nos comento que se estaba cambiando,pedimos un maduresa,supongo que habría sumellier pero siempre nos sirvió tanto la comida como el vino el camarero, eramos dos pedimos unos entrantes para compartir; jamón ( 24.30 eur ) bien, croquetas de changurro ( 11.21 eur ) malas,malisimas, escalope de foie en salsa de setas ( 20.56 eur ) lo he comido mejor, de segundo solomillo con fricasé de verduras (48.60 eur ) dos y una vez mas un desastre seco, soso y acompañado de verduras a la plancha comunes y corrientes . Solo nos quedaba la esperanza de que el postre nos dejara un buen sabor pero por algo dicen lo que mal empieza mal termina; nos inclinamos por los buñuelos de chocolate con arnadi recomendación del camarero ( 9.35 eur ) la masa fatal y el chocolate solo dejaba el rastro y un strudel de manzana ( 11.21 eur ) es el primer strudel que me como hecho en pasta brie,particularmente no me gusto nada. para pasar este mal trago pedimos media de moet pero que mala suerte teníamos que no había, nos ofrecieron dos copas de moet ( 13.09 eur ) cada una eso si, la mala suerte nos acompaño hasta el final: las copas de champagne de muy mala calidad, dicho de otra manera; de los chinos. La relación calidad precio excesiva es mas muy excesiva

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