Clásico restaurante vasco.Buena cocina y muy buena relación calidad-precio.

Gran restaurante con una muy buena cocina aunque a veces se compliquen sin necesidad. El entorno es un poco clásico pero muy agradable. Tiene un muy buen servicio sobre todo por parte de Marian su maître-sumiller, aunque el servicio del vino es mejorable (crítica constructiva) sobre todo en momentos de mucha afluencia. Buena carta de vinos, muy completa y con ganas de agradar. En resumen, gran cocina, mejor servicio y restaurante que debe ser un espejo donde se miren otros restaurantes vizcaínos de medio pelo.

Como bien dice Nuria Navarro, este magnífico restaurante donde destacan sin duda los exquisitos postres posee una excelente carta de vinos dulces pero sin embargo su carta de vinos tintos echa en falta más referencias extranjeras. La sumiller (encantadora, por cierto) nos explicó que dichos vinos lucen mucho pero no rotan. Los precios de la bodega son razonables para un restaurante de esta categoría y el servicio se realiza en copas Spiegelau. Lástima un poco más de atención en el servicio del mismo. Buena opinión general pero deben depurar algunos detalles.

Magnífico restaurante donde disfrutar con platos como perretxikos salteados, vieiras con bogavante o sorbete de limón con crema de ciruelas al Armagnac. Servicio del vino impecable con una carta variada e interesante. Recomendaciones sobre vinos acertadas. No le pongo un 5 porque el precio medio del cubierto ronda los 54 euros.