Excelente restaurante. El trato muy bien y la comida muy correcta. Fuimos para una celebración especial con mi familia y hermanas y todo resultó muy bien. Tuve un pequeño problema con un segundo plato (sabor muy fuerte) y me lo cambiaron por otro sin ningún problema y sin cobrarlo, gran detalle por parte de la dirección del restaurante.
Ambiente muy tranquilo y agradable. El sitio es muy bonito.
La carta de vinos es correcta y el servicio también.
Sin duda, es un lugar a repetir por la calidad de la comida, el servicio, el sitio y el precio pues la relación calidad-precio es acertada.

Bonita masía restaurada con encanto exterior e interior. Nos pusieron en uno de los pequeños comedores que quedan muy íntimos. Servicio atento, correcto y profesional. Copas Riedel para vino y agua. Carta de vinos extensa y variada con el error de que algunas añadas no se corresponden con las reales, lo que nos ocasionó un pequeño problema (del cual comparto la culpa), pero que resolvieron de forma muy amable y profesional no cobrándonos el vino (excelente detalle, ya que el maridaje salió perjudicado). Pan chapata, bueno. 2 aperitivos de la casa, saltado de "espardenyes", coca con sanfaina y queso, magret con vieira y cocochas de bacalao, todo bien tratado, con presentaciones cuidadas sin exageraciones ni "pretensiones". Postres muy correctos, especialmente bueno el "mató de drap". Café con "petit fours" correctos, pero servido en taza de propaganda (nada adecuado) y azúcar en sobrecillo. Unos 40 euros por persona, sin el vino.

En medio de una paraje maravilloso de verde colorido, a 2 minutos de Girona, se levanta un de los monumentos astronómicos que esta cada día mejorando. Con una dirección renovada y un espacio donde se cuida hasta el más mínimo detalle (que nada tiene que ver con la antigua) nos vuelven a deleitar con una cocina esmerada y llena de colorido, a unos precios muy muy razonables. Se puede acudir con la familia
(hay un espacio especial en el jardín del restaurante para que los niños jueguen) o en comida de negocios. El trato de Eva y Cesc, los nuevos timoneles del barco, es súper agradable y de gran profesionalidad (te hacen sentir como en casa), tan difícil de encontrar en la multitud de restaurantes a los que uno acude. Tienen una extensa carta de vinos a unos precios muy ajustados. Solo se puede decir una cosa: si seguís así la primera estrella Michelín muy pronto será vuestra. Felicidades

Dirección renovada. Masía catalana muy bien restaurada, impecable, entorno muy agradable a 5 mn. de Girona. Cocina de temporada, en otoño con varios platos con setas, y otros productos de temporada. A destacar el mil fulles de manzana y queso de cabra, fino y equilibrado, y un excelente plato fuera de carta bogavante con arroz (no predomina el arroz sino el marisco). Carta de vinos bastante extensa y con denominaciones de origen variadas. Tomamos un Elias Mora a muy buen precio (12 €). Buen serivicio de vino y muy atentos. La visita merece la pena, para repetir.