Restaurante Del Raval en Benisiva
Restaurante Del Raval
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
23,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Solo abre fines de semana y algunas fiestas
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.5
Comida COMIDA
7.6
Precio medio entorno ENTORNO
7.4
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Minipostres
Carrilleras en salsa de naranja
Migas
Opiniones de Del Raval
OPINIONES
12

Animados por la recomendación del amigo Antoni Alicante decidimos ir a comer a este restaurante y de paso conocer un poco la montaña alicantina donde admirar las plantaciones de cerezos en plena floración.
Decir que el local solo abre los fines de semana y se hace imprescindible la reserva, ya que solo dispone de 8 mesas y terminó llenando por completo.
El comedor es muy acogedor, decoración en plan rústico, paredes de piedra y techos con vigas de madera.
Servicio muy atento y agradable a cargo de una sola camarera que pese a estar el comedor lleno se ocupó perfectamente de el.
Las mesas están muy bien vestidas pero con una separación algo ajustada, vajilla y cubertería correctas y cristalería un pelín básica.
Solo disponen de un menú al precio de 20€, compuesto de 4 entrantes, un plato principal a elegir y tres minipostres:

- Crema de calçots con huevas, muy rico, perfecto para ir abriendo boca.
- Minxo con verduras, el minxo es muy similar a las típicas tortillas para hacer tacos, esta vez con verduras, no me dijo gran cosa, la verdad.
- Patata con brandada de bacalao y asadillo, muy rico, me hubiera comido tres platos mas.
- Migas, un pequeño plato de migas con su trozo de chistorra, morcilla, pimiento asado una uva pelada y coronadas por un huevo frito de codorniz, muy ligeras y de graciosa presentación.
De platos principales:
- Carrilleras ibéricas con salsa de naranja, terribles de buenas, supertiernas y jugosas y con ese glaseado la salsa de naranja.
- Rollitos de ternera rellenos de tortilla francesa y judías verdes, correctos, acompañados de una guarnición de verduras y alcachofas a la plancha.
Los tres minipostres se presentan conjuntamente:

- Granizado de fresas, tarta de crema catalana y un pequeño brownie bañado en chocolate, muy ricos y con el tamaño ideal para no acabar saturados.
A la cría la pusieron un filete de pollo empanado con patatas fritas.

En cuanto al vino, disponen de una escueta carta con unas 15 o 20 referencias que por lo menos se salen un poco del típico binomio Rioja-Ribera, los precios me parecieron bastante ajustados, para la ocasión nos decantamos por un Mestizaje Blanco 2011 servido bien fresquito en camisa refrigerada, lástima de unas copas de mejor calidad.
Hemos terminado con los cafés de rigor y con unos chupitos de mistela invitación de la casa.
Pues una opción de lo mas recomendable para comer bien y descubrir la montaña alicantina.

  • Minipostres

    Minipostres

  • Carrilleras en salsa de naranja

    Carrilleras en salsa de naranja

  • Migas

    Migas

Joana Bataller sigue en su línea de hacer una cocina casera aligerada, con recetas de siempre, a las que añade su toque personal.
Trabaja con un menú fijo elaborado con productos siempre de temporada. Este menú costa de 4 entrantes individuales, un plato principal a elegir entre 4 o 5 opciones y 3 minipostres a 20€.
Destacable la alcachofa rebozada rellena de morcilla y también la brandada de bacalao con cebolla confitada, patatas y salsa de pimientos asados. Muy buenas también las crujientísimas y muy bien presentadas migas, acompañadas de chorizo, morcilla, pimiento asado y uva. De plato principal, el rabo de toro que lo sirve desmenuzado y ligado con la salsa del guiso. Excelente.
De los 3 minipostres destacaría una jugosísima tarta de bizchoco y crema catalana, nada empalagosa y realmente adictiva.
El talón de aquiles es el tema del vino. Nos comentaba Joana, lo difícil que es tener un servicio del vino más adecuado teniendo diversas circunstancias del restaurante y que ella era plenamente consciente de este aspecto, pero que no merma en mi opinión el disfrute de la comida.
Muy buen servicio de sala a cargo de la sobrina de la dueña.
Recomendable la excursión a la Vall de la Gallinera para disfrutar de su cocina

No. Jo tampoco conocía a Joana de la que se habla en los comentarios del post anterior. Y, siendo sincero, sigo sin conocerla. Se pasó por nuestra mesa, eso sí, al final del servicio cuando ya sólo quedábamos dos mesas en plan tertulia para conocer nuestra opinión sobre lo comido y, como más adelante se corroborará, pudimos felicitarla. Lo que sí puedo afirmar es que empecé a conocer su cocina y creo que, ella y yo, nos entendimos bien desde el primer plato. Preparaciones cuidadosas, casi hechas con cariño, podríamos afirmar, muy finas aunque no exentas de contundencia, aprovechando los productos propios de la temporada.

Nos sentamos a la mesa en un día espléndido del mes de diciembre tras una larga ruta de más de cinco horas por la sierra de la Foradà disfrutando de la frescura de la mañana al amanecer, el sol posteriormente, las maravillosas vistas de este valle cercano al mar y la belleza de los cerezos enrojecidos antes de perder definitivamente todas sus hojas. El remate a una experiencia así tenía que ser obligatoriamente un buen ágape reconstituyente y, todo sea dicho, una buena siesta. No conocíamos el local pero me encantó desde el primer momento. En una casa antigua del bonito pueblo de Benissivá, en una calle peatonal (como la mayoría de ellas aquí), se ha habilitado el pequeño salón decorado de manera rústica (no me cabe mejor manera en este entorno) y con gusto. Para muestra los baños, aunque muy pequeños, una auténtica monada. Al acceder por la puerta se respira calidez: ligero aroma a comida, que no a cocina, que es diferente, buena temperatura, y ambiente tranquilo y respetuoso, aunque el salón está al completo e, incluso, hay algunos niños. Nos acomodan en la mesa y pedimos cervezas para calmar la sed tras el esfuerzo. Mesa vestida con mantel de tela, me gusta. Servilletas también de tela. Nos explican la propuesta de menú de temporada (es la única que hay): cuatro entrantes (después comprobamos que todos emplatados de manera individual) y un segundo a elegir entre seis propuestas: cordero, rabo de toro, rollo de carene picada, pastel de merluza, bacalao o blat picat (plato de caliente de ascendencia musulmana y que ya solo se prepara en los valles interiores de la montaña alicantina).

- Crema de brócoli con parmesano: En un plato hondo se sirve una buena cantidad de esta crema con lascas de queso. La crema resulta reconfortante y de sabor finísimo por lo cual intuyo que el brócoli está rebajado con otros vegetales ¿Calabacín? ¿Patata?

- Canelón de calabaza con crema de queso. Pequeño caneloncito, más parecido a un ravioli grande, relleno de calabaza. La pasta que lo envuelve casi se desintegra en la boca. ¿Tal vez “wantón”? La combinación del dulzor de la calabaza con la crema de queso resulta agradable y el plato en conjunto es una pequeña obra de arte.

- Croquetas de arroz con salsa de asadillo: El aspecto exterior es el de una croqueta normal, más redondeada que alargada, eso sí. Al partirla, pero, se ve claramente el arroz, todavía enterito, y el acompañamiento con verduritas. Algo similar a un tres delicias, pero salvando las distancias, claro. La salsa me recuerda en color sabor y textura a la crema anaranjada que suele acompañar a los pimientos del piquillo. Buen plato, también.

- Minxo de butifarra: El minxo es la denominación en el interior de aquello que en la parte costera llamamos cocas. La masa de éste se me antoja de maiz, disculpen mi ignorancia. La cobertura es cebolla ligeramente dulzona, no caramelizada, y un cachito de butifarra (morcilla) de sabor recio y contundente. Delicioso.

- Como segundos salieron 3 de rabo de toro al vino y dos de cordero con all-i-oli. Yo tomé rabo y me encanto la presentación: totalmente deshuesado, desmigado y emplatado junto con los champiñones en forma de timbal con la ayuda de un molde de emplatado.La salsa, cremosa y sabrosa, en el fondo. Tierno y meloso, rico rico. También probé el cordero, deshuesado, muy tierno (¿lechal?) y con el toque original del all-i-oli.

- Postre emplatado también de forma individual con tres minipostres para cada uno: pequeño flan de almendra, minitarta de manzana deconstruida y brownie de chocolate. Tres puntazos. Tres explosiones de sabor cada cual mejor.

La carta de vinos es muy corta y las copas muy corrientes. Creo que, vista la calidad de la cocina y atendiendo a la tipología de cliente que vi en sala ese día, se exige un poco más: alguna referencia más en carta de DO clásicas (últimamente todo se vuelca a lo valenciano), dos o tres vinos de una gama un poco superior (20/30 €) y unas copas un poco más grandes y finas, no necesariamente caras, para el cliente que pide vino. Encontramos, eso sí, una referencia bien interesante que últimamente estoy pidiendo siempre que la veo en carta: Les cousins de bodegas l’inconscient (Priorat).

Para acabar resaltar que todo lo expuesto, junto al servicio cercano de la chica que atiende en sala, convirtió aquello que se presumía como una buena experiencia gastro en toda una realidad y el mejor colofón a una jornada inolvidable en la Vall de Gallinera.

Restaurante absolutamente recomendable. Joana nos guía por platos de temporada y recetas creativas exquisitas. En un lugar mágico, la Vall de la Gallinera y el municipio de Benissivá, este es un lugar genial para cenar y aprovechar, si existe la posibilidad, para dormir por allí.

Lugar al que hemos ido varias veces y siempre hemos salido con satisfacción...
Así que ha llegado el momento de hacer la valoración.
Situado detrás de la iglesia del pueblo. El comedor es pequeño (25 personas) pero acogedor, distancia prudente entre las mesas.
Comida: 4 entrantes fijos, 4 segundos y se elige uno, y 3 minipostres fijos (20 euros)
Gambón con ligero rebozado con salsa de romesco (exquisito)
Migas con huevito de codorniz (exquisito)
Pisto de calabacín, zanahoria y pollo al curry (buenísimo)
Albóndiga de carne con salsa de queso (estupenda)
Segundos a elegir uno:
merluza en salsa (muy rica, fresca, y la salsa muy sabrosa)
Codillo (no lo he probado)
Bacalao con tomate (bueno)
Codorniz (no la he probado)

El postre es fijo, 3 minipostres en el mismo plato: flan de cafe cubierto con chocolate, bizcocho de naranja con crema y mousse de queso con crema de membrillo (que rico, dios mío...)

Dos copas de vino (Casta Diva) (1,50 euros cada una)

Un cortado (1,20 euros) y un café (1 euro).

El menu suele variar con el cambio de estación...

La comida como siempre, estupenda. La carta de vinos es reducida, pero lo que hay, está bien.

No se puede pagar con tarjeta de crédito. Todos los precios son con IVA.

Último día antes de irse de vacaciones, por lo que el menú varió ligeramente (no en cuanto a calidad) en función de las existencias y que no llegó a la altura de otras ocasiones con unas elaboraciones quizás más simples, pero siempre sabrosas.
En nuestro caso 4 entradas individuales, media ración de pescado con un falso pilpil de cebolla y media ración de rabo de toro estofado, bueno de sabor pero al que le faltaba un puntito de cocción.
Tres mini-postres para acabar, con un destacable helado de pera y albahaca.
En el tema del vino han pulido algunos aspectos, como las rectificaciones en la carta, aunque las copas siguen siendo mejorables. Pedimos un laudum blanco, servido con enfriador y a la temperatura correcta.
Vuelven en octubre

Habíamos intentado reservar mesa en primavera, pero fue imposible. Ahora en Agosto con lo que cae ha sido fácil, de hecho estaba a media capacidad.

La cocina muy bien, los primeros, fijos, muy acertados, los principales desiguales, la carrillera de cerdo excelente, frente a una de ternera floja. EL pollo relleno un acierto y los postres, en particular el helado de pera con albahaca, una delicia.

Los peor, el servicio del vino, el vino caliente, las copas flojas, la carta muy corta y el pan muy muy flojo, sobre todo si te presentan unas salsas tan logradas. Una vez has conseguido llegar falta que te animen a una copa final - la mistela que te ofrecen muy bien- para saborear mejor el local que siendo sencillo en agradable y luminoso.

Habrá que volver en otoño.

Comida para 6 reservada con antelacion y con expectacion creciente tanto por el restaurante como por lo simbolico del encuentro. Entorno inmejorable el de esta coqueta casa de comidas perdida en una localidad de esas en las que se detuvo el tiempo hace años. En su contra, mesas muy juntas, acustica infernal, servicio corto, coperio nulo, carta de vinos (si asi pueden calificarse cuatro folios grapados) justa (con alguna grata sopresa), y ni cambio de cubiertos entre platos. A su favor, RCP, comida sorprendente, abundante, rica, llena de matices, un ambiente más que afable, entrañable. De esos sitios que tienen encanto. Y esto es subjetivo. O se tiene, o no hay tercera visita que salve el honor. El plato central (por encargo) era el arroz con pulpo. De entrante, canelon de calabaza con requeson (diversidad de opiniones, a mi me encanto), ajoarrieron con salsa de tomate (bueno), alcachofa con bechamel (excelente, que buena) y algo asi como canape borracho de escalibada y carne picada (rico). Luego llega el arroz, en su punto (algo dulce) y generoso, preparado sobre un fondo de verdura (cardo, zanahoria, patata, garbanzos y otras), y despues la fuente con verdura, tocino y pulpo. Bestial. De postre, mini flan de avellana, trufa y cocktail de frambuesa. Cafe y tres botellas de Mestizaje. Precio, creo que algo mas de 150 euros, pero no pague, asi que desconfiad. En cualquier caso, el paganini nos dijo que muy bien de precio. Merece la pena el viaje.

Excursion al Vall de la Gallinera con los cerezos en flor. Zona recomendable para visitar pequeños pueblos con paisajes parecido a los Pirineos a 20 minutos de Pego. Se encuentra detras de la iglesia , decoración agradable .La comida consistio en un menu degustacion con eleccion del plato principal. Los entrantes fueron canelon de calabaza, especie de pepito, alcachofa rellena . De plato principal tomatos albondigas de carne , con arroz y setas y pollo relleno de verduras. Finalmente tres pequeños postres. Todos los platos de gran calidad, con un coste realmente bueno, 2o euros por persona, elegimos un Enrique Mendoza Cabernet.20 euros. Perfecto sitio para terminar un dia de paseo por una zona realmente muy desconocida para los valencianos . Volveremos.

Restaurante ubicado en medio del Valle de la Cereza del cual el mero hecho de ir y verlo ya supone un plus por su paisaje.
Cocina en manos de Joana Bataller, realiza unos menus de 20€ con 4 entrantes y un plato a elegir más los postres y pan. Muy ajustado y correcto.
El servicio del vino es flojo, por copas, temperatura y referencias. Aún así la RCP está bien pues suele ser inferior a 30€ si no abusas.

Para ver los platos y un poco mejor el restaurante...
http://vinsimes.blogspot.com/2008/05/del-raval-en-benissiva-de-joana.html

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