Mi marido y yo fuimos a comer. El jefe de sala y el sommelier me ignoraron completamente, a pesar de que mi marido refirio a mi varias veces. El jefe de sala se porto demasiadamente familiar, casi condescendiente, no muy profesional. Dio carta de vino a mi marido y le ofrecio a el para la cata sin preguntar quien queria hacerlo. Apenas me miraron a los ojos, solo giraron a mi direccion para tomar notas. Tengo la sensacion de que mi presencia como una mujer china les hizo incomodisimos. Nos asignaron a una mesa al lado de la mesa de servicio que no era solo para nosotros sino para el restaurante entero. Durante toda la comida, los camareros iban y venian para hielos, vinos, aceites, etc. Muy molestos. La comida fue buena sin ser nada especial para este precio.
Ambiente muy agradable, mesas amplias y con muy buen servició. La carta presenta una buena variedad de platos para todos los paladares. Nuestra elección fue: Raviolis de langostino con jengibre y lima y Tártar de atún con huevas de salmón de primero. Mientras que los segundos fueron una espaldita de cordero con cebolletas y unos pies de cerdo con ceps, trufa y foie. Los postres estuvieron a la altura de la cena, con una ensalada de frutas tropicales y helado de fruta de la pasión y brownie con helado de zocólate blanco y lima. Mención al vino blanco de las bodegas Raventos, llamado Preludi. Aunque para los amantes del vino este restaurante dispone de una carta muy amplia. En conjunto un muy buen restaurante de Barcelona, aunque esto se nota en el precio.
Carta de vino muy extensa y con precios razonables.Copas Riedel. Nos bebimos un Valbuena 2000 por 84 euros. La cena fue de una calidad excelente como atesora el nivel del establecimiento y el servicio muy atento sin hacerse empalagoso.Buena selección de vinos dulces a copas para el postre. Una elección para dias especiales en que el precio no importa (90-100Ep/p)
Qué bien se come en este restaurante.
Me habían hablado maravillas, pero se han quedado cortos.
Espectacular materia prima.
Risoto con trufa para tumbarte. Pulpitos miniatura de vicio. Carpacio de "ou de reig" en su punto de textura y sabor. Lubina con rossinyols sabrosísima.
Los vinos acompañan sin desmerecer, pero destaca la comida. Buenas copas.
Caro, es caro.
Pero hay que probarlo al menos una vez.
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