Local ubicado en una zona de reciente conversión a peatonal y que depende del hotel Botánico Boutique y que dispone de un comedor moderno, con cierta elegancia, cómodo y que es una alternativa más.

Su cocina es buena y pasa por un clásico menú diario (13,50€) para competir con locales de la zona de más arraigada presencia, al tiempo que facilita a la propia clientela del hotel. El servicio en sala es rápido y eficaz con lo que se cumple otra de las premisas de estos sitios.

Para beber :

un par de tintos de verano bien preparados, tanto que repetimos.

Para comer:

. alcachofas con jamón x 2: cortadas a triángulos y con taquitos de jamón más tortita de pasta brie: el propio camarero lo trocea y mezcla en la mesa: elementos para no fallar y que no fallaron.

. rodaballo con salsa de patata y espinacas con cebollita caramelizada:

. canelones: 3 piezas referidas como buenas.

Unos cafés como postres y a seguir de compras. No hubo fotos por fallo técnico.

Un local que si pasas cerca te salva la comida porque la calidad supera la media de sus vecinos.