Reciente apertura de este restaurante (escasas 3 semanas) en una calle céntrica y peatonal de Barcelona. Desconozco las pizzerías de los propietarios pero según he leído están muy bien consideradas.

En Brabo trabajan básicamente con el fuego, en una cocina abierta al restaurante que es de ambiente rústico y con una tenue y cuidada iluminación.

Nos colocaron en el comedor a le entrada del local y, a nuestra pregunta, disponen de reservado en el piso superior.

Carta corta (adjunto foto) y propuesta de vinos también con pocas referencias.

Servicio de sala amable y profesional.

Compartimos una excelente mortadela de jabalí con trufa acompañada de pan hecho a la brasa y mantequilla ahumada (realmente muy buena) y una tostada de brioche con crema de mascarpone y caviar ahumado también muy rica.

De segundo nos apetecía probar el chuletón de vaca frisona a 80€ el kilo, pero eran piezas de 1,5 kilos y nos pareció demasiado grande. Escogimos el cabecero de lomo madurado cerdo Gascón que a nuestro gusto llegó demasiado crudo y sin objeciones del cocinero lo corrigieron a nuestro punto. Carne muy rica de sabor. Un original y buen acompañamiento aligot con queso Puig Pedros.

Sin postres.

Nos acompañó un muy correcto tinto Sindicat la Figuera, Montsant 100% garnacha.

En Barcelona creo que puede tener su sitio por su propuesta de brasa y la calidad de sus carnes y la carta en general.