Encontrar una buena mesa en Barcelona para cenar la Nit de Nadal no és fácil. No conocíamos La Gormanda, tenía buenas crítica y abierto la noche del 24 de diciembre. Y allí fuimos. Restaurante agradable, iluminación cálida y cuidada, como me gusta, y me pareció disponer de 3 zonas de comedores. Una subiendo una escaleras, otro a nivel de la entrada (donde nos ubicaron) y una tercera, bajando las escaleras y a nivel de la cocina con una mesa redonda para unos 6-8 comensales, la mesa del chef podríamos decir. 4 personas en la cocina y 2 en las salas, de trato próximo pero correcto. Un par de aspectos negativos. La proximidad de algunas mesas (tuvimos al lado una pareja joven que terminaron la mesa con videoconferencias con sus amigos y con un tono de voz inadecuado) y algunas órdenes a cocina para mi con un volumen demasiado alto.
Comimos bien. Una carta relativamente corta pero apetitosa y tambien una carta de vinos completa con algunas referencias desconocidas pero equilibrada en DO y precios.
Compartimos de entrada un par de "Bombas de pulpo" sabrosas y originales y unas Gyozas de gambas de sabor potente, muy buenas.
De segundos una Parpatana de atún a la brasa muy correcta y en su punto y una Presa ibérica con crema de queso Ermesenda que encontré falta de sabor.
De postres una manzana especiada original. Buenos cafés.
Nos acompañó un tinto D'Iatra del celler Cal Batllet de la familia Ripoll Sans, un Priorat que nos gustó muchísimo.