Los entrantes fueron muy mediocres y muy caros. El servicio algo cutre/decadente. Un primer sábado de mes en Madrid que tengan por la noche ocupadas 4 mesas sobre unas 20 dice mucho de un sitio... En 3 nos gastamos 212 euros: 2 entrantes, 3 segundos, 3 postres y vino (la botella nos costó 25 euros + IVA, un Muga del 04 que estaba bien pero de las más baratas en la carta). Los segundos platos estaban bien. Por este precio hubiese preferido ir a un sitio más "alegre", con mejor trato y de calidad general superior.
Bueno tengo que reconocer que sabe ir solo, la eleccion no pudo ser mejor desde el inicio hasta el final de la velada.
Como casi siempre el tema empieza por vinos, el local con encanto situado en una primera planta frente del teatro de la Zarzuela.
Primeros, unos platos para compartir entre ellos unos esparragos blacos sublimes y de tamaño considerable.
Segundos cogote de merluza esplendido con el punto de brasa adecuado y para acabar un Idiazabal espectacular que la proxima aré mas sitio para repetir.
Vino un Roda II pequeña, que cuando vuelva voy a cambiar por algun rioja antiguo que guarda MªEugenia, la cual estubo con nosotros departiendo de comida y vinos haciendo que pasaramos una velada agradable
Me gustaría relatar la experiencia mía y de mis compañeros de trabajo que nos disponíamos a disfrutar de la tradicional comida de fin de año. Optamos por un menú con unos entrantes para compartir y un segundo a elegir con postre y vino incluido.
Mientras esperabamos a nuestros compañeros de trabajo más rezagados la jefa de cocina nos apremió a elegir el segundo plato, añadiendo que la cocina tenía que cerrar.
Al solicitar que queríamos Solomillo de segundo nos preguntó que como de hecho queríamos el Solomillo. Cuando mi esposa solicitó que lo quería al punto, la jefa de cocina le gritó diciendo que en un restaurante Vasco el Solomillo se come poco hecho. (entonces, ¿para que pregunta?)
La comida estaba bastente buena, eso hay que reconocerlo.
A la hora de pagar la jefa de cocina insistió en cobrarnos los menús de dos de nuestros compañeros que no habían podido venir y algún otro concepto extraño que no quiso explicarnos. Ademas cerró la puerta de la calle con llave para evitar que nos "escaparamos".
La experiencia fué bastante bochornosa y no creo que ninguno de mis compañeros recomiende este restaurante.
Lo que parece que la jefa de cocina no entiende es que en un restaurante la comida no lo es todo.
Trato agradable y familiar, tiene las mejores kokotxas al pil-pil que he probado en mi vida una carta de vinos muy aceptable y bien dirigida por la sumiller, que por supuesto es tambien miembro de la familia, y unos postres deliciosos, con especial mención de los helados (el de queso sensacional)
Precio acorde a la calidad de sus productos 45€-55€. Local comodo y discreto, con sillas muy comodas y sonoridad excelente.
En resumen un sitio de los que dejan muy buen sabor de boca
Local situado a espaldas del Congreso de los Diputados en el primer piso de la Eukal Etxea en Madrid. Tanto el comedor como la cocina son de corte bastante clásico y familiar con una alta calidad. Entrantes a base de croquetas de caviar de erizos, jamón de bellota, tarrina de foie al Armagnac, pimientos del piquillo y un revuelto de morcilla con huevos de corral bastante bueno. Pescados clásicos (merluza Penalty, en salsa verde o bacalaos, chipirones) y contundentes carnes (albóndigas, carrilleras, chuletón, solomillo con foie).
Postres caseros (flan, milhojas, natillas, cuajada, queso idiazabal) con un buen surtido de helados (muy rico el de arroz con leche con salsa de higos al Armagnac)
La carta de vinos es amplia en lo q se refiere a España (buena colección de Vega-Sicilia) y concretamente a Rioja, pero es una pena que no tenga algo más internacional, porque entonces sería una gran carta de vinos. Fuera de carta tenían el Finca Valpiedra del 98 por 27 €;.
Precio medio: 40