Un local que se puede clasificar como de barrio, en el sentido de que tiene un planteamiento sencillo buscando un funcionamiento principal en los menús diario (9-15-20€) incluyendo bebida pero que además tiene entre sus mejores opciones los arroces y las carne a la piedra.

Tiene además otra especialidad que atrae a gente de fuera de la zona: los almuerzos, y en especial su famoso bocadillo de calamares considerado el mejor (pongamos de los mejores) de Valencia ciudad. En estos almuerzos (incluye cacaos fritos, bebida y bocadillo más café) el local está lleno hasta pasadas las 12 h en que ya hay que preparar mesas para la comida, un doble turno de un almuerzo continuado más la comida, en pocas horas de frenesí de cocina.

El local muy tipo tubo que se abre hacia el fondo, con las mesas y sillas de madera, sin manteles al menos durante el almuerzo, con un servicio familiar que te canta a pie de mesa las opciones para almorzar que hay, lo cual me parece innecesario ya que no hay muchos cambios diarios ni son bocadillos de temporada. Unas pocas mesas sobre la acera hacen las delicias de los que fuman después de almorzar.

Lo que tomamos entre los dos y de forma compartida, cacaos recien fritos con una clarita y una cerveza de barril, un par de bocadillos de:

. calamares: pequeñas anillas de rebozado perfecto y ni gota de aceite. Perfecto. No añadimos la opción de salsa (tipo mezcla de all i oli y mahonesa).

. tortilla de foie y bacon: bien planteado pero quedan ambos sabores algo perdidos entre la tortilla probablemente por la desproporción de elementos.

Para rematar ampliamos el café habitual por un carajillo de Bayles y un cremaet.

Sitio para apuntarse a la hora de almorzar.