Asador remoto
En un pequeño pueblo al sur de los Montes de Toledo se encuentra esta enorme finca con cabañas de madera, columpios, piscina, salón comedor, etc.
El restaurante en sí, es un caserón con techos de madera, de estilo rústico y mesas vestidas correctamente. Ambiente muy familiar, hasta el punto de que tienen un microondas en una esquina con el mensaje: "caliente la comida de tus hijos".
La comida en sí se basa en varios entrantes clásicos (ensaladas, croquetas, embutidos, pulpo a la brasa, ...) y posteriormente carne y algún pescado. La carne es la clásica de estos lugares: cochinillo asado, entrecot de vaca a la parrilla y otros cortes. Parece ser que cerca hay un criadero de búfalos y a veces tienen carne de este animal.
Nosotros pedimos ensalada con foie, correcta. Degustación de croquetas, correctas y entrecot de vaca pinta y cochinillo. Bien, en general.
La carta de vinos no está mal, para un lugar como estos. Unos cuantos vinos de la zona (nosotros bebimos Petit Hipperia a 21 €) y luego una lista con Riojas, Riberas y vinos de otras D.O. Algo hay para casi todos los gustos. Copas correctas.
Postres clásico-modernos (carpaccio de piña, brownie...)
Servicio correcto, algo lento al principio. Un lugar para estar a gusto si se pasa por la zona.