Restaurante clásico de Tarragona donde la calidad en general es buena y buen servicio pero nunca había ido a comer una calçotada. Me la recomendaron unos amigos, reservamos y para allá que fuimos. Calçotada bien servida con un aperitivo de la casa que constaba de botifarra blanca y negra con pan con tomate. Perfecto. Seguimos con los calçots, muy buenos y muy bien hechos. La salsa excelente. Llega la parrillada con buena botifarra, alcachofas, conejo (carne poco habitual en calçotadas) y las costillas de cordero. Olían demasiado a cordero y tenían demasiada grasa. pasable. Las mongetes lejos de ser de Sant Pau, tampoco indicaba que lo fueran. Las típicas. Doble postre con un sorbete de limón y crema catalana. Buenas ambas cosas. Menaje correcto, cristalería inexistente y pan de batalla, de barra de super.
El problema llegó con el vino. Calçotada VIP, 41 euros con IVA..... vino de garrafa servido en porrón coronado todo por una pobre y solitaria servilleta de papel (morboso detalle, pero me sentó fatal). Impresentable. No es opción bajo ningún concepto para una calçotada de 41 euros que se hace llamar VIP. Cuando llegamos y ya vi que en el menú indicaba que había porrón tenía un mínimo de esperanza que al menos fuera (desde el punto de vista sanitario) un vino que te abrieran delante y te lo sirvieran en porrón si así desea el comensal. Pero no fue así. Tuve que coger una botella del simple pero resultón "Hecula" (al doble que en tienda) cuyo precio de coste todos sabemos cual es. Ibamos 6 personas de las cuales no bebimos ni medio porrón en total (mezclado eso si con gaseosa) y de Hecula cayó una botella sólo. La cobraron. Están en su derecho de hacerlo porque en el menú no indicaba que entrara pero un vino que sale a 4 euros de coste entre 6 personas...... un poco de visión profesional y más en un menú que se hace llamar VIP donde una botella por ejemplo de Hécula de inicio, por ejemplo para 2 personas, sale a 2 miserables euros por persona.... no creo que se pillen los dedos. Cava Codorniu incluido ya con la carne. En definitiva, excelentes calçots y salsa, parrillada más que aceptable, buena en general, postres también buenos pro lo del vino que lo miren porque no se hasta que punto es legal ofrecer un vino a granel de "vete a saber por donde ha pasado" y totalmente inaceptable en un menú de 41 euros, sea calentada o sea degustación. Otra cosa es que incluya una botella, te la abran delante y te pregunten si lo quieres en porrón o no.
Restaurante de cocina tradicional catalana, con más recorrido en BBC (bodas, bautizos y comuniones) q como restaurante en si.
Local ubicado en una masia con locales anejos (para las BBC), decoración rústica y agradable.
Carta bàsica con precios medios (ni caros ni baratos) y servicio correcto (veterano) y simple (los q van rotando). Algunos acompañamientos se repiten, sea carne o pescado, supongo q elaborar unos individuales, megaesfuerzo, queda para los SuperRestaurants (????).
Loza sencilla, cristaleria muy bàsica, mantelería correcta.
El servicio oscila entre el acierto a ratos y la incoherencia del q trae lo encomendado, q no quiere agradar, q no "sigue vendiendo el producto", sino q entrega y punto.
El vino es un convidado de piedra màs, por suerteno hay mucho con lo q enloquecer en la carta, q sí tiene buenos precios.
En resumen sin interés y sin ganas de ser algo màs q un BBC, respetable pero ilógico pues todo el mundo quiere ganar màs dinero con su negocio, o no??
He ido varias veces a comer a la carta y nunca he salido defraudada. La última vez que fui a cenar, pedí unos calçots rebozados y tengo que decir que me fue imposible acabarme el plato. Estaba a rebozar. Después pedí un entrecot con su acompañamiento y estaba muy bueno. El postre tampoco me decepcionó, una mousse de crema catalana... excepcional. No puedo comentar nada sobre el vino, ya que no acostumbro a beber vino en las comidas. El servicio muy bueno, una camarera muy simpática y abierta con los clientes, revisando perfectamente que no faltara nada. El señor que nos atiende, muy encantador también, un poco serio, a mi pesar, pero muy correcto.
La verdad es que la calçotada VIP prometía pero nos decantamos por tomar calçots de primero y combinar con la carta. La salsa de los calçots estaba bastante bien conseguida però los calçots los he probado mejores este mismo año. Los caragols a la llauna correctos. Optamos por bacalao al cava (bastante bueno), brocheta de rape y conejo de segundo. Los postres con un toque mucho más sofisticado y buenos. Para beber elegimos el cava de la casa elaborado por Masachs (correcto). El servicio fue un poco lento pero consideramos que es una buena opción para cocina tradicional catalana.
Muy recomendables sus Calçotadas V.I.P. (en época de calçots, o sea, Febrero y Marzo). e componen de:
Aperitivo: Butifarra blanca, negra y aceitunas con coca de pan.
Calçots de su huerto con salsa.
Chuletas de cordero y conejo con brocheta de verduras.
Longaniza con judías.
Sorbete de limón y crema catalana.
Cava Brut (estupendo), vino tinto Priorato (es lo único que dejaba que desear, demasiado frío y en porrón, pero es lo típico, según los dueños) y café.
El restaurante está ubicado en una masía catalana, decorada muy acogedora. Conviene reservar por teléfono.