Restaurante frente al Port de La Rochelle, en un lugar repleto de restaurantes y turistas.
Servicio malo, esperando mucho tiempo entre plato y plato, pese a no estar toda la terraza llena.
Cena a base de Ensalada de la casa, pescado frito (estaba recalentado en microondas) y de postre helado (para no tentar más a la suerte).
Vino por copas y agua mineral.
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