Restaurante La Casita de Sabino Valencia en Valencia
Restaurante La Casita de Sabino Valencia
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
45,42 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos noche y Lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
52 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.1
Comida COMIDA
8.7
Precio medio entorno ENTORNO
8.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Opiniones de La Casita de Sabino Valencia
OPINIONES
9

Local de nuevo con lleno absoluto a medio día y eso que han subido los precios de los pecados (especialmente el rey) y con sensación de raciones algo más cortas. También cambios en el aspecto físico de las cartas.

En la carta de vinos, más elegante y bien presentada, con alguan referencia más. Nos decantamos por Pago de Tharsys Millesimé blanco que se sirvió sin dar a catar y se atemperó bien en cubitera. Previamente algunas cervezas y un par de coca colas más una agua con gas grande, completaron la bebida. Destacar la opción de vinos dulces de postre.

La carta de comidas dispone de más opciones de entrantes con alto predominio de productos del mar. En la parte sólida y con un buen pan en la mesa y un buen aceite de Granja Remelluri que acortó la espera de la comanda encargada para los 4:

. chupito de crema de calabacín: por cortesía de la casa. Buen inicio.

. ostras (2 pp): de origen gallego: cumplen bien

. berberechos: muy buenos, bien de cocción y buen tamaño de la pieza.

. ensalada verde: con buen tomate y aceitunas.

. huevos con bogavante: poco vistoso en la presentación, justaitat la ración del crustáceo y buenos de sabor el conjunto

. 2 raciones de rey: a un precio alto (83€/k), queda una ración escasa pero sigue siendo el rey de los pescados y preparaciones.

. 2 raciones de cabra de altura: mejor ración y precio (50€/k), pescado más compacto y con alguna espina interior que con un poco de aceite, mejoró.

. postre: 3 de fruta fresca y una copa de Alhambre Moscatel Roxo 2012 todo ello muy correcto

Unos buenos cafés y un tiempo de sobremesa correcto puso fin a la fiesta disfrutada en la mejor mesa del comedor (privado aparte): la  mesa redonda del fondo.

 

Convertido en un referente cuando buscas pescado en Valencia, volvemos a por ello y más cuando viene alguien por primera vez (y va a pagar). 

La primera falta la encontramos al entrar: muy, muy pocas mesas ocupadas cuando siempre ha estado con problemas de reservas y con mucha gente en sala. No hay otros cambios más allá que nuevos camareros en sala, lo que ya es habitual.

La segunda falta la encontramos en el reparto de las cartas en la que se aprecia una reducción de las opciones; tampoco nos hablan de algún producto fuera de carta.

La tercera falta notable es la no posibilidad de muchos de los pescados habituales, incluido nuestro querido rey. Va a ser la primera vez que nos vayamos sin probarlo.

Otra falta, ya esperada, es la falta de respuesta a preguntas relacionadas con el vino. Decidimos un blanco y ante la presencia (de agradecer) de vinos no conocidos preguntamos por su crianza (lías, barrica...) y nadie en el local nos supo contestar; tampoco es tan extensa la carta como para que nadie sepa de los vinos de la misma. Nos quedamos con los desconocidos traidos a la mesa y para empezar con Fraga do Corvo 2016 que gustó bastante y rematamos con Cuatro y Cinco que quizás hubiera sido mejor en orden inverso. Una grande de agua con gas Perrier completaron la fiesta.

Cuatro para comer con picoteo al centro y principal de pescado. Proponemos dos pescados: cabra de altura (cabracho) y bonito de los que hay dos piezas de 2.100 kg por lo que nos vamos a medio de cada opción y repartidos entre los 4 para disfrutar de ambos. Por cortesía de la casa una empanadilla de titaina (p.p.) muy agradable, y unas aceitunas.

Lo compartido al centro:

. berberechos al vapor: correcta ración, hervidos lo justo, bien de sabor y tamaño

. anchoas de lomo grande x 4: curiosa posibilidad de lomo grande (3,1€) y lomo pequeño (2,5€); buen sabor, bien de sal, bien de aceite sin más. 

. atun y mero marinado: buena ración aunque con poco Rock and roll

. besugo: muy bueno, perfecto de punto de fuego, jugoso; para mojar pan en su poquito de aceite y algun ajito

. cabra de altura: muy bueno y aplicable los comentarios anteriores.

Postres tomados:

. goxija: emblema de la casa y recomendable conocer.

. cuajada casera: amplia ración, casera y sabrosa

. tabla de quesos (para dos): con 4 versiones correctas con 2 cuñas de cada. Destacar el gouda picante. Para terminar el segundo vino.

Unos cafés finales para terminar las propuestas comentadas y como habiamos ido de menos a más, se nos alargó más de lo habitual. Nos traen la cuenta (ya cambiados de calle) y la verdad es que se hace tarde y además llueve.

Nueva visita como siempre buscando buen pescado (aunque hay opciones de carnes nunca probadas tales como solomillo, steak tartar y también huevos con caviar o con bogavante). Nos avisan previamente de las faltas de carta y también de alguna opción fuera de carta en pescado del dia.. pero se te hace tan dificil de cambiar cuando vas con la ilusión de un determinado plato... Esta vez no hay matxote, así que es el momento de cambiar.

Para beber unas cervezas Mahou en las entradas. agua Perrier. De vino un desconocido verdejo sobre lías: Mainel 2016.

Para comer y con unos cacaos sobre la mesa por cortesía, un buen pan esta vez sin aceite que lo acompañara. Lo tomado y compartido entre los cuatro:

. crema de calabacín con aceite de oliva: por cortesía de la casa y para entonar el estómago.

. berberechos: buen tamaño de las piezas, buena ración (250 grs), poco hervidos.

. pulpo: bien de sabor, bien de cocción, buena ración.

. anchoas: 2 filetes p.p.: buen tamaño y calidad

. 2 raciones de Rey: pescado siempre recomendable y que nunca defrauda.

. 2 raciones de urta: resultó una buena sustitución

. postre 3 de fruta y una copa de Tokaj 5 puttonios Disznókö

¿El servicio de sala? Aquí siempre sorprende. Esta vez un camarero muy voluntarioso pero falto de experiencia (no de edad) sirviendo desde el lateral de la mesa, recogiendo platos y derramando aceite (menos mal que sobre la mesa), sirviendo la primera copa del vino dado a catar y sin notar que faltaba la copa de un comensal, cayendo la cucharilla de un café, etc... Parecía más un voluntarioso familiar que un profesional conctratado.

Por lo demás un sitio que nos tiene fascinado por su pescado. No solo a nostros, el local siempre está lleno a medio día (al menos).

Nueva visita con el aliciente de enseñar el local a quien no lo conoce y con la apetencia por ese pescado norteño fresco tan ausente en nuestro medio.

Tres para comer con reserva previa de los pescados para no fallar, ya que el local se llena a diario y si eres de los últimos en llegar (y lo somos: pasadas las 15.30 h) es mejor no arriesgar aunque las alternativas de otros pescados ¡alguna vez habrá que probarlas!... cuando vayamos sin "novatos". Excelente la ubicación en el ángulo del comedor en mesa redonda y con toda la perspectiva de la sala.

Como siempre un aperitivo de la casa: en este caso, crema de calabaza con queso: una crema suave de textura y sabor con un tropezón de queso. Correcto. A ésto se añade un pan servido loncheado de buena calidad y un gran aceite Alhema que cosecha tras cosecha sigue siendo muy agradable. Agua con gas Perrier y cerveza Mahou para empezar mientras, sin mirar carta, elegimos Tamtum Ergo pinot noir. También habrá que pensar en alternativas de la carta.

Temerosos al tema del vino, fuimos agradablemente sorprenidos por un servicio ad hoc, aunque algo bajo de temperatura para los calores de este "invierano" que tenemos los destinatarios de los vientos de poniente (hoy 25º), pero dando a elegir copas flautas o de vino para el cava, dado a catar. Faltó un poco y elegimos una copa suelta de blanco y nos sirven un Terras Gaudas en nueva (por fín) copa, a buena temperatura, generosa...

Para comer, compartimos todo excepto el aperitivo por cortesía de la casa, una crema de calabaza. El resto::

. berberechos: como siempre, poco hervidos pero suficiente, sabrosos, buen tamaño, ración correcta.

. anchoas que en esta ocasión hay de dos tamaños (desde navidad). Excelentes la de mayor tamaño, prietas, sabrosas, bien de sal, aceite ajustado.

. sepia: troceada, bien hervida y luego a la plancha y buen aliño

. Rey: pieza entera de 1,3 kg: perfecto de sabor, punto de fuego, aceite, pebrera... Un placer de dioses

. Matxote: colita para probarlo: gustó casi tanto como el otro. Se complementan perfectamente.

Para postres:

. fruta: piña: referida como correcta, buena ración

. cuajada con miel, bien servida en vajilla interesante

. goxua: postre vasco con nata, bizcocho, crema pastelera, caramelo.. pero con menos saturación de lo que parece y bien presentado a modo de copa coctail.

Buenos cafés finales, sin otros complementos más allá de un amable y buen servicio sin prisas. Los precios no han cambiado ni la comanda tampoco y aunque me invitaron, considero que tengo criterio para darle valor y que refleje mejor la realidad de puntuación global.

Un local convertido en referente de pescado en Valencia tiene un problema: el servicio del vino: no se puede servir dos vinos diferentes en la misma copa. Hecho que ha ocurrido varias veces en mi mesa. Hace falta un profesional que se dedique a ello o que se forme a todo el personal, pues en cada ocasión, no ha sido nunca la misma persona.

Por lo demás, sitio muy recomendable, al punto de estar completamente lleno y teniendo que colocar ya mesas casi en el recibidor. El servicio en sala es bueno en general y el ritmo de platos estuvo bien. Mejorable el reparto de pescados al emplatar por la disparidad de las raciones y por la presencia de numerosas y visibles espinas.

Carta sin cambios, algunos pescados avisados de falta de existencias. Vinos traidos a buena temperatura y bien enfriados, dados a catar y primer servicio.

Tiene un comedor privado interior, al otro lado de la salida de la cocina, precisando un mínimo de 8 comensales y hasta 14 de máximo en una única mesa. Buen  espacio.

Cinco para comer con unas cervezas previas, agua con gas. Pan bueno, extraordinario aceite Alhema de Queiles. Aperitivo por cortesía de la casa: un salpicón ligero, muy apetecible y de agradacer.

Para compartir en ración única:

. steak tartar: buena carne, buen corte, bien aliñado, bien presentado; buena compañía de pan tostado.

. percebes (150 grs): tamaño medio/pequeño, jugosos, bien de sabor, buena cocción y buena temperatura de servicio

Compartir en ración y media:

. navajas: tamaño medio, bien limpias, cocción perfecta, sabrosas

. berberechos: buena ración, cocción liegra, sabor a mar, piezas de buen tamaño

. caracolillos (bígaros): buena ración, bien cocidos, bien de sabor. Curioso el tema de agujas para los caracoles, muy bien resuelto.

Principales:

. Rey entero de 1.4 kgrs:  le llaman el Rey y se lo merece: carne jugosa, tierna, elegante, sabrosa. Imprescindible.

. Matxote, medio, llegando a 0.8 kgrs: bue pescado, sabroso, carne prieta. Hay que conocerlo.

Postres indivduales para los que nos quedamos sin prisa:

. Goxua: servido en copa. Muy sabroso y menos empalagoso de lo que aparenta en composición

. canutillos: un clásico del local. Cinco piezas bien hechas y fáciles de compartir y casi para comer con los dedos; la crema merecería algo más de intensidad.

. copa de helado: correcta sin más.

Para beber: empezamos por un blanco local Impromptu 2016 bueno como siempre; seguimos con Pago de Tharsys rosé Millessimé y rematamos con albariño novedoso como Envidia Cochina tête de cuvée 2016 de curiosa botella. Tres estilos muy diferentes que permitió comparar y disfrutar.

Unos buenos cafés finales

Cena de viernes noche para dos personas.

Me gustó el local y la decoración, servicio muy eficiente, coperío, vajilla y cubertería muy adecuado.

Empezamos con un excelente carpaccio de mero simplemente aliñado con aceite de oliva y ofrecimiento de pimienta negra al gusto.

Continuamos con rey, con el consabido sofrito de ajo y guindilla...sublime, de escándalo, buenísmo, con el punto de cocción perfecto. Pieza de dos kilos de la cual nos sirvieron la mitad. Nunca había probado este pescado y me encantó.

No pudimos resistirnos a probar su tabla de quesos, y pedimos media: brie y gorgonzola trufados e idiazabal,,,para comerse tres tablas.

Rematamos con canutillos y orujos.

Para beber, cerveza y botella de José Pariente verdejo a muy buen precio. En este sentido cabe destacar que el precio de los vinos está ajustadísimo; así, el Tantum Ergo Pinot que en tienda ronda los 22 euos, a 25....así da gusto.

En definitiva, local absolutamente recomendable y al que sin duda volveré.

Un citio que ya se ha afianzado en la gastronomía valenciana hasta convertirse en la mejor carta de pescados que puedes encontrar. A saber: besugo dle norte, rey, matxote, rodaballo, rape, bacalao, lubina, mero, S. Martin, Cabra de altura y lenguado a precios entre 35 y 62€/kg. También mariscos: percebes, caracoles, navajas, berberechos, mejillones, almejas, gamba de Huelva, langostinos, carabineros, bogavante...Buena materia prima que se paga.

Local completo, sin cambios respecto a lo comentado. El servicio de vino se ha normalizado, pero el servicio en sala sigue siendo a demanda de los fallos o necesidades. Por ejemplo llegamos dos pronto y pedimos unas bebidas y no se ofrece ni traen nada, ni unas aceitunas, papas.; se pide agua y se tiene que pedir vasos para el agua; el servicio de vino simplemente dar a catar y primer servicio en copas.

Buen pan loncheado y buen aceite Alhema de Queilés. Una tostada 0.0 de Mahou, una clarita y agua con gas, aparte de una grande sin gas y una coca-cola. Al final y tras solicitarlo unas aceitunas. Un chupito de gazpacho bueno como aperitivo de la casa

La carta de vinos es sencilla y colocada por uvas en blancos y por DO el resto siendo muy clásicos los Ribera y Rioja y 4 de fuera, más unos champagnes muy clásicos y algunos otros espumosos. Elegimos Guitian.

Cinco para comer en una mesa redonda al fondo del local, la mejor y en el mejor sitio. Hay además una mesa interior que estuvo ocupada por gente del PSG incluido el mister, Emerit, dueño del local anterior en el mismo sitio.

Compartimos todo:

. anchoas: tamaño pequeño, bien sabrosas, con buen aceite.

. berberechos al vapor: muy buenos, justo de cocción, sabor marino.

. navajas: tamaño pequeño pero bien de sabor, punto de fuego

. matxote: media pieza de 3.2 kg

. rey: media pieza de 2.3 kg

Ambos pescados servidos al plato de cada uno con un resto para repetir; perfectamente hechos con un aceite con su punto de picante (pebrera) ligero, ajo poco frito. Faltó pan para tanto moje. No hay nada complementario y se hecha en falta: algún pimiento a tiras, unas patatas fritas o cocidas...

Postres:

. 3 de fruta: sandía, melón y piña, nada especial incluso poco madura la piña

. canutillos de crema, ración de 6 ¿? muy bien de dulce con una crema pastelera ligera y gustosa

. mouse de tarta de queso: para muy golosos.

Unos cafés buenos, sin opción de extras y creo que unos chupitos de patxarán hubiera sido un final interesante.

Local de gran producto en pescados del norte poco habituales por estos lares, hechos a la perfección y sin  ningún adorno en el emplatado ni complemento de guarnición ni chupitos. Pero está lleno; ha encontrado el punto.

 

Gran descubrimiento para todos aquellos amantes del pescado fresco y sabroso.
Bonito local, servicio amable y profesional.
De entrantes:
Pulpo, perfecto de textura y sabor.
Berberechos, excelentes; tamaño correcto, de gran sabor y textura.
Navajas(8), igualmente ricas, muy ricas.
Claro está...1,5 k. de rey...exquisito.
Para remachar, otro pescado, 1 k. de ijada de mero (muy rico)
De postre canutillos y tarta de chocolate.
De bebercia...comenzamos con un Itxasmendi 7, correcto y unas cervezas; seguimos con Chablis(muy rico)
Si te gusta el pescado, no dudes...

Sucursal abierta en Valencia del conocido local bilbaino, decorado con cuadros marineros en un local elegante con mesas bien separadas, bien vestidas, con buenas copas, cubiertos y vajillas, buen cambio de platos. Colores blancos y grises en su punto elegante y también algo frío. El local casi se llenó y transmite tranquilidad y elegancia. En la entrada hay buenos pescados en la nevera que alegran la vista.

En la carta de comidas hay unas pocas opciones de entradas, casi todo de productos del mar, menos opciones de verduras y ensaladas (ir allí a comer verduras no tiene sentido), muchas más opciones de mariscos y pescados (algunos desconocidos en nuestro medio), un par de carnes y huevos testimoniales y unos pocos postres. La carta de vinos corta pero con diferentes opciones de precios, desde un verdejo por 12€ hasta un Único por 230€. En blancos unas pocas de 5 DOs, un rosado y unos pocos tintos de Rioja y Ribera más 6 espumosos y un dulce. Arrancamos con un Chablis 2015 (22€), posteriormente y en la misma copa ¿? y mandando apurarla ¡¡¡!!!, para servir el siguiente blanco, un Guitian (17€). Rematamos para el postre con el dulce: un moscato Alicia, esta vez sí que hubo cambio de copas.

Siete para cenar. Empezamos con unas cañas y un oloroso de Lustau, don Nuño; además de agua con y sin gas. Buen pan y buen aceite Alhema de Queiles, suave y fácil. Elegimos entrantes al centro y pescado de segundo (nuestro motivo de acudir). Decidimos primero los pescados: un rey de 1.5 k y medio matxote de 3 kg, todo por consenso y para probar opciones.

Los entrantes:

. berberechos al vapor: bien hechos, jugosos. . anchoas (2 xpp): tamaño medio, sabrosas, con buen aceite y nada más, como debe ser.

. menestra de verduras: variadas, bien cocidas, pero...

Los pescados:

. rey: como siempre, el rey es el rey. Bien hecho y aliñado con un poco de aceite y ligero picante. No necesita más.

. matxote: bueno pero debimos tomarlo primero para no salir perjudicado. Ambos servidos en su totalidad y troceados en la mesa para emplatar.

Postres:

. helados: referidos como correctos

. canutillos de crema: nada menos que seis canutillos (que es un postre de Bilbao). Bien.

. goxua: postre local con tantos ingredientes que podría ser un compendio de todo aquello que elegiría un goloso, tales como nata, bizcocho, crema pastelera, azucar quemado... todo por capas para profundizar con cuchara.

. compartimos una tabla de quesos: con Gouda picante, manchego curado, picon, azul, rulo de cabra. Unos pocos llegaron al café, mientras otros apurábamos los quesos y el moscato. Un sitio para conocer... pescados de allí arriba. Con solo pedir el cambio de copa si cambias de vino se transforma en un buen sitio.

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