Ubicado justo frente al mercado de Galvany, es un local amplio con decoración clásica a base de madera parece no pase el tiempo por el mismo. La cocina que elaboran es mediterránea y tradicional catalana.
Carta de vinos muy reducida y precios x más de 3 respecto al precio medio de bodega.
Buena manteleria y menaje de loza, la cristalería no está en consonancia. Buena separación entre mesas con algunas de ellas con bancos en ambos lados de la misma con respaldos altos lo que ofrece una cierta intimidad.
En algunos platos ofrecen la posibilidad de medias raciones.
Trabajan con productos de primerísima calidad como no podía ser de otra manera
Una buenísima tostada de pan de payés con tomate de dimensiones aproximadas de 40 cm de ancho por 4 cm de grosor, eso sí a precio de caviar iraní 7,90 €
Compartimos láminas de alcachofas rebozadas y calamares a la romana. De entre 10 recetas distintas de cocinar el bacalao optamos los dos por el bacalao a la llauna servido con acompañamiento de fesols de Sta Pau, excelente calidad del bacalao.
No tomamos postre.
Una caña de cerveza como aperitivo 3,20 €, vino Moustillant de Gramona y dos cafés acompañados de una trufa de chocolate 3,20 cada uno.
Cortesía de la casa, con estos precios ya se puede, un chupito de orujo de hierbas y otro de whisky de Malta.
El servicio de vino sólo descorche, cata y primer llenado.
Servicio atento y profesional.
Con estos precios hay que pensarlo antes de volver