Restaurante Drogueria della Rosa en Bolonia
Restaurante Drogueria della Rosa
País:
Italia
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
35,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
36 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Aurelio_Gómez-Miranda_Droggheria_dell_Rosa_Raviolis_Vitello_tonatto
Aurelio_Gómez-Miranda_Fetuccini_al_ragú
Aurelio_Gómez_Miranda_Raviolis
Vitello Tonatto
Ossobuco
Ravioli
Opiniones de Drogueria della Rosa
OPINIONES
2

Qué útil es Verema, sobre todo si de lo que buscas info hay alguna opinión de foreros fiables. Fue el caso.

Queríamos pasar unos días en Bologna (la docta, la gorda, la roja) y queríamos hacerlo a nuestro aire, ir descubriendo sitios, un deporte que nos encanta. Pero dos de ellos estaban señalados en fosfo, pues al leer comentarios de restaurantes de la zona nos llamaron la atención. Uno era éste, recomendable por fuente fidedigna: Kop.

Así que bajamos del avión (quéeeeeee calor), rápido check in, tres de horas a todo trapo disfrutando de la monumentalidad de esta increíble ciudad, con kilómetros y kilómetros de soportales centenarios que te daban cobijo del rubicundo Apolo, te hacían disfrutar de los suelos, los arcos, los artesanados… y te transportaban de un lugar a otro: la iglesia de San Pedro (brutal campanario doble, asfixiante el calor que precedió a las vistas impagables tras la ascensión), la Piazzaa Maggiore, las dos extrañas torres símbolo de la ciudad (¡pero si una está más inclinada que la de Pisa!), la zona universitaria (universidad más antigua de Europa), parada en Tamburini (la otra reco en fosfo) a tomar un pinchito pa reponer fuerzas, duchita y… ¡a cenar!

Drogheria della Rosa, se encuentra a unos diez minutos a pie de la Plaza Maggiore. Con la estupenda noche que hacía, su bien puesta terracita bajo unos soportales (cómo no) nos llamaba… pero más lo hacía su interior: una antigua droguería que mantiene intactas sus estanterías originales, de madera, repletas en algunas baldas de enseres de esa época (tarros, vasijas, frascas, recipientes, sifones) y en otras, la mayoría, de botellas de vino. El mostrador está ahora tomado por desordenados montones de vinilos y de libros, y las paredes abarrotadas de mil cosas. El efecto es delicioso. Ahora bien, si te detienes a observar detenidamente las paredes, aprecias que no hay ningún sentido en su decoración: todo tipo de elementos inconexos, como banderas, cuadros, fotos, recortes de prensa, avioncitos, figuritas… Delirante. Pero como digo, el efecto final es delicioso.

Mesas pequeñitas, correctamente vestidas.

La cocina es rollo trattoría. No hay carta, te la cantan. Una dificultad, pero… Al final conseguimos entender casi todo, y así se conformó el asunto:

Aperitivo de la casa
Ravioli con melenzane con sugo di pomodoro e basilisco
Fetuccini con ragú
Vitello tonatto
Mascarpone senza noria con fragoli e cioccolato
Cerezas

La llegada del aperitivo ya nos anunció la desnudez y autenticidad de su cocina: un tozo de queso, una cortada de salami, una croqueta y una manchita de tomate. Sin ningún adorno. Nada que comentar.

Los raviolis estuvieron espectaculares, una pasta de morirse, rellenos de berenjena y cubiertos de tomatitos medio deshechos, ensalsados, y albahaca.

Los fetuccini con ragú, que es una de las especialidades de Bologna, corrieron peor fortuna, pues pese a la indudable calidad de la pasta, quedaron algo secos. Ragú es como llaman aquí a la salsa boloñesa (también a la napolitana), y se trata de un guiso de carne cocinada a fuego muy lento sin apenas tomate.

Ese mítico mar montaña italiano, el vitello tonatto… ¡ah amigo! Adictivo. Estupendas lonchas de carne de ternera con una crema encima cuyos principales ingredientes son el atún, las anchoas y las alcaparras. Se sirve frío. Uahhh. Qué cosa más sápida, jugosa, fresca…

El mascarpone, sin huevo y con fresas y chocolate, correcto sin más. Las cerezas si embargo, de diez.

Buena carta de vinos y a buen precio, con un nutrido apartado de referencias de Emilia Romagna, la región en la que se encuentra Bologna. Tomamos un apañado prosecco de aperitivo cortesía de la casa, acompañamos la cena con una sangiovese de la zona que fue un compendio de facultades, y cerramos con un marsala divino:

Prosecco Surfine Cuvée de Foss Marai --- I Probi di Papiani 2011 Sangiovese Emilia Romagna --- Ambra Semisecco Reserva Superiore 1997 Marsala.

El servicio, muy bien, punto alternativo con aire elegantillo. Solo desentonaba el que a la postre resultó ser el dueño, un tipo entradito en carnes y edad que parecía simpático pero que cuando finaba la cena echó una bronca de órdago al resto. Muy mal. Oiga, si quiere aleccionar a sus empleados, hágalo en privado. No los avergüence delante de nosotros, y no haga pasar un mal trago a los comensales.

Estuve a un tris de levantarme y decirle algo, pero estábamos de vacaciones, era nuestra primera noche, habíamos cenado francamente bien (¡gracias Kop!)… Templa, Aurelio, templa… Y templé.

Cuando nos íbamos, nos despedimos cariñosamente de los camareros (el tipejo había desaparecido para alivio del respetable) y una de ellas, encantadora, nos dice compungida que en realidad se trata de una bellísima persona, pero que tiene ese genio… ¡Miau! Que le den.

Primera tarde en una Bolonia calurosa, así que después de dar una vuelta para situarnos por el centro histórico y su Plaza Maggiore vuelta al hotel. Ducha rápida y salida para cenar. La lista de locales que tenía era reducida y poco fiable y no quería pagar la novatada que es lo que suele ocurrir.

Pregunté a la simpática persona que nos atendió a la llegada. De la lista que tenía solo me recomendaba un par de restaurantes. Mal empezamos. Mi gozo en un pozo. Como vi cierta empatía gastronómica acepté su sugerencia y nos dirigimos a la Drogheria della Rosa dando un paseo por via santo Stefano. Ubicada en la calle Cartoleria bajo uno de tantos soportales mediaváles que existen en esta ciudad.

El local no tiene desperdicio alguno. Es una antigua farmacia-droguería llena de objetos y cuadros de lo más diverso. Preferimos disfrutar de su coqueta terraza y allí que nos sentaron. Rápidamente apareció un camarero y nos sirvió dos copas de vino blanco acompañados de un entrante individual de bienvenida :Mozzarella fresca con unas espinacas rehogadas

A continuación una señorita nos canta el menú y nos da a elegir entre tres primeros y tres segundos si la memoria no me falla. Había hambre porque la comida fue frugal así que nos adentramos en la cocina boloñesa con estos platos:

Primeros

. Ravioli rellenos de berenjena con tomate fresco y albahaca

.Tortelloni rellenos con calabacín y tomate

La pasta rellena casera una delicia, al dente, suave , con sabor. Nada que ver que con lo que había probado hasta ahora. Mejor los raviolis con una salsa de tomate excelente.

Segundos

. Ossobuco estofado con verduras y patatas al horno

. Vitello Tonatto

Dos platos contundentes: Una carne que se deshacía en la boca y el famoso Vitello Tonatto de excelente factura que no pudimos acabar.

Para terminar

Un helado casero de caramelo y dos expressos potentes acompañados de limoncello dejando la botella en la mesa.

Vino y otros menesteres

Los platos los acompañamos de un Vermentino Toscano 2012 y mientras lo tomaba me acordaba de G-M y sus andanzas por Cerdeña. Servicio muy bueno con copas más que correctas. El pan de varios tipos también notable y nos dejaron una botella de AOVE habitual en las mesas italianas (igual que aquí-cuando aprenderemos?).

Durante toda la cena observé al que parecía el dueño que iba pasando por las mesas supongo de amigos y clientes conocidos e iba bebiendo vino con ellos en animada charla. Un personajes curioso. Emanuele Addone es su nombre y su Drogheria della Rossa por lo visto en Internet es uno de los restaurantes que no aparece en las guías turísticas pero al que no le hace falta ya que personajes como Francis Ford Coppola han disfrutado de su cocina.

La cuenta final ascendió a 75e todo incluido. Una buena RCP si lo comparo con todos los locales que visitamos posteriormente.

Después de esta recomendación por parte de Lilia del Hotel Accademia seguí sus consejos gastronómicos durante toda la estancia en Bolonia y la verdad es que acertó de pleno.

https://www.verema.com/hoteles/103491-accademia-superior-media-italiana/valoraciones/1127726-superior-media-italiana

  • Vitello Tonatto

    Vitello Tonatto

  • Ossobuco

    Ossobuco

  • Ravioli

    Ravioli

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