Un día es muy poco para todo lo que hay que ver. Como te decía Alvaro, lo

Un día es muy poco para todo lo que hay que ver. Como te decía Alvaro, lo importante no es qué bodega ver sino quien te la enseña. Una bodega grande en una visita comercial con mucha gente que apenas tiene conocimientos de vino (lo he vivido) no tiene ningún encanto. Te sientes un turista más. Esa misma bodega explicada por su enólogo y especialmente si te permiten catar de las botas y ver la viña es otro mundo. Por eso puede ser aconsejable visitar alguna bodega más pequeña. Hace muchos años, por ejemplo, yo visité La Cigarrera y me gustó mucho la experiencia. Al final de este listado tienes las bodegas que están en Sanlúcar:

https://www.verema.com/bodegas/lista?ddoo=2-jerez-manzanilla-sanlucar-barrameda&orden=localidad

Respecto a sitios para tapear o comer, ya sabes que hay tres grandes zonas: El Barrio Alto (el que menos conozco), la zona de la Plaza del Cabildo y Bajo de Guía. Un buen plan es ir de la zona alta hacia abajo, empezar la mañana por el barrio Alto (con las recomendaciones que se han comentado en los artículos), comer por la plaza del Cabildo y ver la puesta del sol (imprescindible espectáculo) desde Bajo de Guía cenando por allí o yendo a la Taberna der Guerrita (otro imprescindible si está allí Armando Guerra).

En mis últimas visitas he visto demasiado masificado Casa Balbino (le está pasando lo mismo que a El Campero en Barbate y pueden acabar muriendo de éxito). Como más disfruto es tapeando aquí y allá, incluyendo, por supuesto, los clásicos de Bajo de Guía como Casa Bigote. Dejate llevar por tu intuición y por la pinta que veas del producto en las barras. El azar y el caos bebiendo una buena manzanilla (preferentemente en rama) forma parte del encanto de Sanlúcar :-)