De: Juan Such
Fecha: 02/01/2002
Hora: 16:26 -0500
El otro día en Marrasquino, un novedoso y buen restaurante de Valencia, pedí el Embruix 99 y me equivoqué, a pesar de que pedí (y así se hizo) que se trasvasara a un decantador nada más empezar la cena y mientras nos bebiamos un aceptable Terra do Gargalo (elaborado con treixadura, godello y doña Blanca, propiedad de Roberto Verino en la D.O. Monterrei).
El error fue que este vino, tras más de media hora en decantador y copa, aun presenta en nariz un fuerte olor de pegamento (acetato de etilo para los químicos), tal y como acertadamente describe la ultima crónica de cata de la penya La Verema (http://www.verema.com/penyas/laverema/cronicas/0108.htm).
Sólo en los cafés pudimos empezar a disfrutar un vino que no debería servirse, por el momento, en los restaurantes salvo que sea por encargo telefónico, como un buen lechazo castellano. ¿Experiencias similares?
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