Joer Aurelio, ha sido como volver a estar allí! Lástima del poco tiempo que tuvimos para disfrutar del Pisón, yo me hubiera quedado un ratito más dándole vueltas a la copa, oliendo, reflexionando... La verdad es que fue una auténtica pasada escuchar al maestro hablar de esos vinazos. Saludos,
Ferran