Sin embargo el Domingo noche estaba completo, pedazo de cena con el menú de caza y algo más, maridado con 7 copas de vino per capita, servicio impecable, cercano y profesional.
Esto es así, un día tienes cola en la puerta y al siguiente pinchas, lo realmente importante es la sensación que te llevas cuando sales de un local y creo que en la Cuina de Boro sales más que satisfecho, pese a la puñalada de la normativa antitabaco (este local gana con el humo y no molesta a nadie).