Aún sigo impresionado por aquella maravillosa cata que tan perfectamente ha descrito Javier.
Yo tenía enfrente, entre otros, a Antonio Jesús y a Juan Such y os aseguro que sus rostros reflejaban la importancia del momento que estabamos viviendo; estoy seguro que el mío era igual.
Gracias Javier por esta narración, gracias Quin Vila por hacernos vivir un momento inolvidable y gracias Verema por hacer posible tanto disfrute.