Yo no sé dónde hay que viajar los viernes, pero vaya, que me apunto cuando sea si la cata es de esta magnitud! Caramba: no me extraña que el microclima de Miraflores de la Sierra dé para catas de verano de este calado de tintos, con el fresco que hace y lo bien que se está. Por razones que no vienen al caso (una residencia de la UAM), conozco el lugar y sé que es un gran sitio para mirar las estrellas, por ejemplo. Me imagino esta jornada mística con un la Tache y un Único tan bien puestos y observando desde Miraflores la corona boreal...Excelente cata, gran lugar!
Joan