Vamos con la sexta de las cervezas de esta empresa ecuatoriana que vamos a valorar. En este caso se trata de una "Dark lager" que debe su nombre a los molinos, que gracias a los fuertes vientos de la zona, facilitan las labores de regadío de los campos de cebada cervecera. Abrimos el botellín de 33 cls tras sacarlo de la nevera. Esperamos un rato y servimos a 8°C para su valoración.

VISUAL: Bonito color caoba, negruzco y con la espuma en tonos crema. De escasa burbuja, fina y poco persistente (94).

OLFATIVA: En nariz lo primero que percibimos son aromas de achicoria y de cereal tostado. Al rato encontramos apuntes de caramelo quemado, regaliz de palo y a bombones de chocolate negro. De fondo sutiles especiados dulzones de canela y vainilla. Rica en su complejidad y de intensidad media (90).

GUSTATIVA: En boca nos encontramos una cerveza muy amable, cremosa, con el carbónico perfectamente integrado y el grado alcohólico muy poco perceptible. Paso por boca suave con aromas retronasales de caramelo y malteados de cebada. Post-gusto amoroso, ligeramente bitter pero más bien dulzón, con una persistencia de apenas un minuto, muy golosita. Una lager oscura con cuerpo medio, de notable alto (88).

La RCP sabiendo que cuesta 1.40 euros el botellín la considero buena.

MARIDAJE: Nos la tomamos en una cenita vegetariana, con una ensalada de rabanitos, apio y champiñones, unas aceitunas verdes y unas alcachofas plancha. Curiosa la combinación con las alcachofitas tan difíciles de maridar, pero los sabores malteados y dulzones fueron su contrapunto perfecto.

Salud-os!!