Un sorbo de Galicia con final feliz....

Una vez más, acompañado de unos cuantos miembros del grupo de Cata, en este caso Gaspar, David y Felipe, nos dispusimos a disfrutar de unos cuantos vinos procedentes de dos bodegas de Galicia, zona que nos gusta especialmente, y además se trataba de vinos con muy buenas puntuaciones en diversas guías y también en Verema.

Comenzamos con Finca Viñoa, un proyecto amparado bajo la D.O. Ribeiro, donde esta bodega elabora un vino “de pago” realizado exclusivamente de una sola finca de terrazas enclavada en el valle del rio Avia. Las variedades para su elaboración son las Treixadura, Albariño, Godello y Loureira:

- Finca Viñoa 2012, nariz fresca y compleja al tiempo, embriagadora, con notas de fruta de diversa procedencia y marcada mineralidad. Un vino que en boca se mostraba con cierta untuosidad y una gran acidez que le daba forma y peso. Además muy largo. Nos encantó, un gran Ribeiro.

- Finca Viñoa 2013, de nuevo frescura y complejidad, mineralidad y buen peso en boca, gran vino algo penalizado por la añada anterior que lo superaba a nuestro entender, no obstante como digo, un gran Ribeiro para disfrutar y no parar.

Muy interesante el vídeo siguiente que dice mucho de la zona y de estos vinos:

Seguimos, ya con más alegría, con Quinta de Couselo, una bodega de la D.O. Rias Baixas con más de 150 años de historia ubicada en la subzona de O Rosal. Elaboran Turonia como albariño 100% y Quinta de Couselo que además de albariño incorpora Loureira y Caiño Blanco en distintas proporciones. Este último vino, en su añada 2013, ha sido reconocido con la calificación de mejor vino blanco de Galicia 2014 en la XXVI Cata de los vinos de Galicia organizada por la Xunta.

- Turonia 2013, un albariño con mucha tipicidad que mostraba sus raíces, algo parco inicialmente en nariz y más serio de lo esperado en boca, fresco y de muy buen beber, aunque fue el menos destacado de la velada.

- Quinta de Couselo 2013, un estupendo albariño para disfrutar, con muchos matices herbáceos acompañando la fruta y la mineralidad, fresco, se nota la crianza en lías en su paso por boca especialmente. Elegante, franco y adictivo.

- Quinta de Couselo selección 2011, vinazo blanco para disfrutar, con la complejidad de mayor tiempo en botella, nariz llena de matices, cambiante, y en boca todo lo que se le puede pedir a un gran blanco, vivo, con peso sin perder frescura y nervio, creo que nos sedujo a todos especialmente.

Para terminar, cambiar un poco de tercio con un tinto y no dejar de disfrutar, nos trasladamos al Priorat de la mano del Vinyes Altes 2009 de Clos Dominic, autenticidad y terruño en un vino puro terciopelo que fue creciendo en copa hasta dejarnos muy felices.