Blog de Eugenio Saenz

Cocinando con Thermomix

No es mi intención descubrir a estas alturas de la película a esta máquina alemana, que ha ido haciéndose poco a poco un hueco en muchas cocinas tanto profesionales como caseras. Con una legión de seguidores y usuarios, tras su utilización existen foros, diferentes webs de recetas, libros y todo un verdadero despliegue de mercado. Son muchas las ocasiones en que hemos preguntado a un profesional de la cocina sobre como es capaz de otorgar determinadas texturas a sus salsas y platos, y muchas veces la respuesta es la misma: “con la Thermomix”.

Así que esta vez decidimos ponerla a prueba en la primera cata del año de “Los Cuatro Apóstoles”, pero como un instrumento de cocina total. Durante el pasado “Madrid Fusión” estuvimos en el stand de la marca y cerramos una demostración para poder evaluar sus posibilidades. Ahora disponemos de unos días de prueba que decidimos comenzar el pasado sábado en una cata que vamos a resumir en las siguientes trazas.

Lo primero que realizamos fue el postre, una tarta de trufa y nata que apenas demoró 15 minutos, mas el tiempo de horneado. Después nos pusimos a preparar un entrante, un paté de bonito realizado con unas sencillas latas y tres huevos duros. La textura que le confiere el aparato teutón no puede ser más cremosa. Lo cierto es que con la clásica “turmix” resulta imposible llegar a esa cremosidad y menos en los 3 minutos que demora su preparación.

Antes de preparar el pescado, dos salsas clásicas, mojo verde y mojo rojo. Sí, ya sé que no tenemos la mística especial del clásico mortero, pero cierto es que salieron realmente extraordinarias, y es que el toque del vinagre de Jerez de Domecq les confiere un especial sabor. Y por último el pescado, dos lubinas salvajes preparadas al vapor y acompañadas por una guarnición de patatas y espárragos verdes. Utilizando un recipiente especial llamado varoma, cierto es que el pescado quedó perfecto, jugoso, mucho más sabroso que elaborado en el clásico horno.

Prueba superada por tanto, cierto es que preparar cinco platos en poco menos de dos horas resultando todos ellos muy sabrosos, es todo un lujo. Y más cierto todavía es que el “aparatejo” no es precisamente barato, pero sí pensamos que le vamos a sacar mucho jugo y que sin duda nos servirá de gran ayuda, así que será un elemento presente en nuestra cocina y en nuestras próximas catas.

Vayamos con los vinos, al fin y al cabo la razón de este blog. Antes del paté, ya dimos cuenta de un poco de jamón con uno de los mejores acompañantes posibles: La Bota de Fino Macharnudo Alto Nº 15. Poco más que comentar.

Y con el paté de bonito y el pescado, un vino que ha supuesto sin duda una de las grandes sorpresas nacionales de los últimos tiempos: Pedrouzos 2006.

Valdesil no es una de mis bodegas de referencia en Valedorras, pero este vino es realmente otra cosa. Su historia comienza en 1885, cuando un visionario agricultor llamado José Ramón Gayoso plantó unas cepas de Godello en las laderas de Portela. No era una variedad muy utilizada en la época y José Ramón apostó por ella. Esa primera viña tomó el nombre actual del vino por las grandes piedras que rodean el paisaje. Esas primeras viñas pasaron por muchos avatares y fueron vendidas a numerosos dueños, hasta que la familia Prada las va recuperando y toma como insignia la viña más vieja de todas, que será la génesis de este vino.

Se trata de media hectárea del viñedo de Godello más viejo que existe en Galicia, cuyos rendimientos no exceden del kilogramo por cepa, dando por tanto uvas de excelente concentración y perfecta maduración. La agricultura es muy poco intervencionista debido a las bondades del terreno, cuyos suelos son de pizarras descompuestas.

Su elaboración se basa en una fermentación en roble francés, permaneciendo en contacto con las lías con battonage diario. La crianza se realiza en dos barricas francesas de segundo año durante cinco meses, permaneciendo después seis meses más en depósito de acero previo a su embotellado exclusivamente en mágnum, un formato que permite una más lenta y progresiva evolución del vino. Se producen solamente 550 botellas.

Dejémonos de complejos. Este es un vino para salir por ahí fuera y competir con los grandes. En mi opinión representa un salto de calidad en los blancos nacionales modernos, que sin duda me hizo recordar por momentos referentes borgoñones de campanillas. Vino concentrado, donde se observa una viña vieja y de bajos rendimientos, con una madera (talón de Aquiles habitual en nuestros vinos) maravillosamente integrada y apenas perceptible, debido en especial a su marcado carácter mineral. Un vino de verdadero disfrute y que sin duda recomiendo catar, pese a la evidente dificultad de encontrarlo debido a su limitada producción. Está claro que habiendo viñas viejas de gran categoría y vinificaciones respetuosas con la materia prima, en España en general y en este caso en Galicia, hay sin duda materia para producir grandes blancos, de esos que por fin puedan mirar cara a cara a los grandes franceses, austríacos y alemanes. Pero de momento y por desgracia, Pedrouzos es la excepción que confirma la regla.

El tercer vino de la sesión , ya con el postre (por cierto, muy buenas las tartas de chocolate), fue un clásico jumillano, un Olivares Dulce Monastrell 2004. Este vino se elabora con uvas de monastrell sobremaduradas en planta sin ver la madera en ningún momento, ya que se vinifica y cría en acero. Debo reconocer que, más incluso que los tintos secos, estos tintos dulces jumillanos son muy de mi agrado. Se trata de un vino expresivo, compacto, sabroso y muy largo, que acompaña maravillosamente postres de chocolate como los anteriormente citados, pudiendo ser una interesante alternativa a los PX o los Oportos LBV o vintage, con el atractivo de su competitivo precio. Únicamente hay que prestar atención a la temperatura de consumo, porque debido a su alto grado alcohólico (16º) deber ser más bien fresca, que no fría.

En cualquier caso, un excelente vino tinto dulce murciano, un vino que siempre es una elección segura por su calidad y por su originalidad.

Pues contentos como niños con zapatos nuevos con nuestra nueva maquinita con la que iremos experimentando diferentes platos y acompañamientos nos despedimos hasta una nueva cata, una segunda sesión de platos de cuchara y vinos, en la que nos pondremos a prueba con una serie de buenos vinos en torno a los 10 euros. Lo de la crisis no es ninguna broma.


Por cierto, antes de cerrar esta crónica, comentar que estamos encantados de compartir recetas e ideas con quienes tengan una Thermomix, así como de poder realizar demostraciones a quien lo desee. Pueden contactar conmigo a través del e-mail referenciado en este mismo blog.

Un saludo,
Eugenio Sáenz de Miera Arnau
(EuSaenz)
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  1. #1

    AntonioJesus.AkatA

    Como nos cuidamos!, por cierto yo llevo unos meses tanteando la adquisición de tan preciado ayudante, y creo que tu c´ronica me va a facilitar el empujoncito. Por cierto no recomiendes más vinos como el Pedrouzos, porque no haces otra cosa que ponernos los dientes largos, porque de probarlo es practicamente imposible, puesto que yo al menos no he sabido encontrar donde comprarlo.
    Saludos

  2. #2

    EuSaenz

    Estos días nos hemos "marcado" otras cosas como una merluza a la gallega y un pollo al chilindrón realmente deliciosos ambos y preparados en tiempos récord. Es cara, pero se puede financiar sin intereses.

    Pedrouzos es muy complicado de encontrar, pero bueno, si estás muy interesado podemos estudiar alguna manera…

    Saludos,
    Eugenio.

  3. #3

    Jilguero

    Aprovechando tu artículo, te comento que estaba barajando comprarme la Chef 2000 TI en vez de la Termomix, y con la diferencia de precio hacerme con algún robot accesorio para picar, rayar, amasar, etc... que es, según tengo entendido, lo que le faltaría a la Chef. Me gustaba esa opción por la posibilidad real de que cocine por ti más que ayudarte en la cocina. Supongo que claramente los resultados no serán los mismos, claro.
    Contemplasteis esa opción de compra? hicisteis algún tipo de comparativa?

    Un saludo y gracias

  4. #4

    EuSaenz

    en respuesta a Jilguero
    Ver mensaje de Jilguero

    No, no contemplamos otra posibilidad. El tema viene de un Madrid Fusión en el que entramos en el stand de Thermomix y a mi mujer le tocó un curso de manejo y recetas. A partir de ahí vimos las posibilidades del aparato y lo adquirimos (a plazos, eso sí).

    Si te digo la verdad es la mejor adquisición que hemos hecho en mucho tiempo, hay cosas que salen perfectas, con unas texturas que ni de coña consigues de forma manual, como el salmorejo, la besamel, croquetas, helados, sorbetes, diversas salsas (no veas como salen los mojos). Incluso yo mismo he perpetrado un pollo campero en pepitoria o unos chipirones en su tinta que me sorprendieron a mí mismo de lo buenos que estaban.

    Yo soy de la opinión de que si la tecnología nos ayuda en nuestro trabajo, porqué no en la cocina? Nosotros la utilizamos mucho y para muchas cosas y salen cojonudas. Eso sí, la olla, el puchero, la sartén y el horno siguen siendo imprescindibles, la Thermomix no puede hacer todo, claro.

    Saludos,
    Eugenio.


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