Cerveza trapense belga, sustento de la vida monástica
La cerveza belga data de la era de las cruzadas, mucho antes de que Bélgica se convirtiese en un país independiente. Bajo el permiso de la iglesia católica, abadías francesas y flamencas elaboraban y distribuían cerveza para recaudar fondos. En Bélgica solo quedan seis monasterios que cumplen con los requisitos de la International Trappist Association para denominar su cerveza.