Enoturismo en Montilla: 3 bodegas que visitar

Hacía tiempo que no visitaba ninguna bodega montillana, ya que voy poco por allí y siempre apretado de tiempo. He tenido que visitar Jerez para despertar en mi mujer el interés por los vinos generosos andaluces y así poder veranear propiamente en Montilla. Con todo, sólo he tenido tiempo para visitar 3 bodegas. Espero poder visitar más bodegas en años venideros y poder contar mi experiencia. Deseo que esto sirva para animar a los aficionados a visitar Montilla y sus bodegas, todavía grandes desconocidas a la sombra de Jerez. Al final de este escrito he incluido una breve introducción a la D.O. Montilla-Moriles para quien esté interesado en informarse algo más sobre la D.O.

Quisiera destacar el trato afable y cercano que me han dispensado en todas las bodegas, su afán por mostrar su labor a cualquiera que se interese y su interés por dar a conocer los vinos que elaboran. Y me ha sorprendido gratamente el uso de las nuevas tecnologías de la información por parte de las jóvenes generaciones, que aúnan tradición y modernidad con total naturalidad.

Por último, he de agradecer a Dª Rafi Vela, del Consejo Regulador de la D.O. Montilla-Moriles, la ingente cantidad de información que me facilitó y su desinteresada colaboración y a Dª Eladia Durán, de Toneles Durán, por sus acertadas recomendaciones, año tras año, que me permiten profundizar en unos vinos que deseo que merezcan una creciente atención por parte del gran público. Además, quisiera dar las gracias a Samwe, Wyllys y Paco Higón por ayudarme en la preparación y corrección de este artículo.

 

Bodegas Galán Portero

He de reconocer que no conocía esta bodega hasta que, durante mi visita a Jerez en junio de este año, oí su nombre de labios de varios enólogos de reputadas bodegas jerezanas. Me picó la curiosidad y contacté con la bodega para visitarla durante mis vacaciones estivales.

Quedo con Manuel Galán, Manolo para los amigos, responsable de la bodega y 3ª generación de bodegueros, un jueves de finales de agosto a las 9 a.m. en su pequeño local situado a las afueras de Montilla. Me encuentro a este curtido treintañero  limpiando, manguera en mano, y preparándose para recibir la nueva cosecha, ya que es su primer día de vendimia.

Es una bodega pequeña, familiar, donde su padre ya jubilado todavía aporta su experiencia y buen hacer. Un par de plantas: arriba, la recepción de la uva, la tolva y las barricas; abajo están los depósitos, un pequeño despacho y una recogida sala para las catas que también sirve para exponer sus vinos.

Bodega fundada en 1950, vende el 90% de su producción de vino dulce de Pedro Ximénez –sólo elabora vino dulce de Pedro Ximénez- a bodegas jerezanas; algunas de ellas, puedo dar fe, muy conocidas y reconocidas. Tradicionalmente se había dedicado a la venta de vino a granel hasta que, hace aproximadamente un lustro, empezó a embotellar su propia marca, Marqués de la Vega, del cual hay tres versiones: PX Solera Fundador 1986, PX 2003 y el PX de añada, del cual se ha empezado a comercializar hace unos meses la primera añada, correspondiente a 2011.

Doy una vuelta con Manolo por las instalaciones mientras no para de atender a la gente que va llegando. He elegido mal día… Pero saca tiempo para enseñarme también la bodega antigua, situada a pocos metros de la actual. En ella, ahora usada como almacén, comedor y lo que haga falta, me muestra algunos recuerdos de la dilatada historia familiar. Antiguos utensilios, los depósitos originales, recuerdos varios, se arremolinan contando la historia de esta modesta familia de bodegueros que en pocos años han conseguido que su vino Solera Fundador, del que se elaboran unas 3.000 botellas al año, haya resultado premiado en todos los certámenes a los que ha asistido.

Todavía nos da tiempo de pasar a la sala de catas a probar sus vinos. Como amante de los vinos dulces en general, y de los PX en particular, me encantan. Pero es el de añada el que me sorprende y enamora, tal vez porque todavía no le han añadido el alcohol necesario para que llegue a los 15º estándar en la D.O. Éste está por debajo de esa graduación y con algo más de azúcar. Con todo, es suave, afrutado, no tan dulzón como esperaba y algo más complejo. Explosión aromática en nariz pero más contenido en boca. Un lujo al alcance de pocos debido a que estos PX sin encabezar no son fáciles de conseguir fuera de la zona de producción.

Entre vino y vino me voy dando cuenta de que las nuevas generaciones se adaptan rápidamente a las nuevas tecnologías. Manolo se defiende con destreza en internet e intenta aprovechar las ventajas que ésta ofrece. Sorprende que una bodega tan pequeña tenga una página web más completa que muchas bodegas de mayor tamaño y con más recursos.  Será cierto aquello de que “hace más el que quiere que el que puede”.

Me despido de Manolo “hasta la próxima”, porque habrá una próxima, estoy seguro, deseándole lo mejor para su nuevo vino y agradeciéndole que haya sacado un rato para atenderme a pesar del ajetreo.

 

Bodegas Robles

Fundada en 1927 por los abuelos, originarios de Málaga, de los actuales propietarios, esta bodega estaba en mi lista desde el principio. En parte por mi interés en su gama Piedra Luenga Bio, los únicos vinos biológicos que conozco en la D.O., y en parte porque está a 5 minutos a pie del hotel donde me alojo siempre.

A las 8:30 h. estoy listo para acompañar a Rocío Márquez, enóloga de la bodega, y a Carmen, su becaria, a visitar un viñedo en el vecino pueblo de Aguilar de la Frontera. Nos montamos en el coche de Rocío y, después de algunas dificultades para orientarnos en Aguilar, por fin damos con la gasolinera donde nos espera el propietario del viñedo para guiarnos hasta allí. Mientras ellos tres se dedican a controlar la salud de las viñas y el grado de maduración de sus uvas, yo aprovecho para chafardear un poco por los alrededores e ir probando las uvas. Aunque algo verdes todavía, me dedico a comerme las que están demasiado maduras. Así mato dos pájaros de un tiro: les limpio un poco los racimos y voy desayunando, que se me han pegado las sábanas y no he tenido apenas tiempo en el hotel.

Ya de vuelta en la bodega, Rocío me muestra las instalaciones. Aunque eminentemente familiar, Robles ya es una bodega de cierto tamaño, con 55 Ha. de viñedo propio y una amplia gama de vinos, generosos y tranquilos, y 4 vinagres ecológicos. Con la solera fundacional de 1927 elaboran 2 PX: la Selección Oro (80% de solera fundacional) y la Selección Plata (10% de solera fundacional).

Mientras me muestra los viñedos ecológicos anejos a la bodega, Rocío me va explicando la iniciativa “Sigue tu cepa”, por la que cualquier aficionado puede ser amadrinado por una cepa. A través de las redes sociales se puede seguir durante todo el año y en tiempo real la evolución de la cepa, además de asistir a los eventos que organiza la bodega para los amadrinados. En la punta de cada hilera se pueden leer los nombres de los amadrinados de esas cepas. Me choca comprobar que hay bastantes nombres extranjeros.

En la bodega se mezcla modernidad y tradición por igual. Junto a modernas instalaciones conviven las tradicionales tinajas cerámicas y las vetustas barricas de la sala de crianza. Aquí y allá pueden observarse utensilios de épocas anteriores que recuerdan el recorrido de la bodega. En un rincón sombreado del patio nos encontramos con D. Francisco Robles, hijo de los fundadores y padre de los actuales propietarios, quien, a pesar de estar jubilado, sigue participando de la vida de la bodega. Está entretenido en la laboriosa restauración de una vieja prensa. Como puede verse en la foto, hacer vino no es lo único que se le da bien. Echamos un agradable rato charlando sobre la bodega y su historia, nos cuenta anécdotas de juventud y se interesa por mi visita. Soy consciente de que Montilla no es un destino habitual para veraneantes. Me da la impresión de que la jubilación es, para D. Francisco, más un estado laboral que vital.

Pasamos a la Sacristía donde, además de tener algunas barricas, se celebran catas y se exponen los premios obtenidos por los vinos de la bodega. Tengo ocasión de probar algunos de sus vinos y la cosecha 2012 de su Piedra Luenga blanco, que está todavía fermentando en los tanques.

Finalizando ya la visita, pasamos por las oficinas. Allí está Pilar, una de los tres hermanos que dirigen la bodega. Lamentablemente, el trajín de los preparativos de la vendimia nos ha impedido compartir más que unas breves palabras. También en esta bodega quedo sorprendido por la importancia que tienen internet y las redes sociales, y el uso que se les da para dar a conocer sus vinos e interesar a los aficionados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bodegas Pérez Barquero

Probablemente, la única de las tres bodegas que he visitado que conocen prácticamente todos los aficionados al vino, casi con toda seguridad debido al hecho de que los vinos de su gama Solera 1905 han recibido puntuaciones muy altas de Robert Parker: 99 puntos para su PX, 98 para su amontillado y 97 para su oloroso, siendo los primeros vinos de este tipo en conseguir tales puntuaciones. No en vano es una de las grandes de la D.O.

La fundaron los hermanos Pérez Barquero en 1905, siendo trasladada a su ubicación actual en 1940. A mediados de los 70 fue comprada por Rumasa, siendo vendida a los actuales propietarios en 1983. Actualmente forma parte del Grupo Pérez Barquero junto con las bodegas Gracia Hermanos, Compañía Vinícola del Sur y Tomás García.

Esta vez voy con la familia a media mañana y ya almorzados. Nos recibe la amiga Adela Córdoba, Directora de Marketing, recién reincorporada después de sus vacaciones, por lo cual le estoy muy agradecido. Damos una vuelta por las dependencias de la bodega. Ya desde el patio se intuye que aquí el tamaño sí importa… El paseo va a ser largo. Las naves, auténticas “catedrales” del vino, son enormes y guardan la dilatada historia de esta bodega. Mientras Adela nos cuenta brevemente lo que nos ha preparado, pasamos por delante de la moderna nave de embotellado y almacenaje, unificada para todo el grupo en 2000. Llegamos a la sala de tinajas, donde mis hijos se detienen un instante, atónitos por su tamaño. Aprovecho para mencionar un vino prácticamente desconocido para el gran público: el vino de tinaja, un vino blanco joven y fresco, muy popular en la zona e ideal para sobrellevar los calores estivales de esta zona.

Entramos en una de las naves, donde se alinean multitud de viejas botas de roble americano usadas tanto para elaborar vino como brandy y vinagre. Entre los tesoros guardados, encuentro una bota de Brandy San Miguel (ver foto), del que ni siquiera he encontrado una referencia en internet…

Después de tanto subir y bajar, Adela nos conduce hacia la Sacristía a tomar unos vinitos. Como soy asiduo cliente y he probado ya toda la gama –además, el calor aprieta-, nos tomamos unas copitas de Viña Verde bien fresquito, un vino blanco joven de Gracia Hermanos  que está teniendo mucho tirón. He de decir que desde que lo probé por primera vez ya hace más de un lustro, cada añada la he encontrado mejor que la anterior. 

Desde mi primera impresión, un vinillo bastante insulso, ha ido progresando hasta convertirse en un producto más que correcto con un precio muy interesante. Me consta que Adela está especialmente orgullosa de la evolución de este vino, una de las apuestas de futuro de la bodega.

Para acabar la visita, Adela nos muestra la pequeña y coqueta bodega subterránea donde realizan la crianza los vinos tintos, todavía muy minoritarios en la zona, pero en progresión ascendente.

Nos despedimos de Adela agradeciéndole que nos haya atendido a pesar de tener la habitual post-vacacional aglomeración de trabajo, no sin antes pasarnos por la tienda para hacer acopio de vinagre de PX, que no tengo forma de encontrarlo en Barcelona…

 

Breve introducción a la D.O. Montilla-Moriles

Ya en tiempos del Imperio Romano, varios siglos a.C., el vino de la zona era bien conocido. La D.O. Montilla-Moriles fue reconocida en 1945. El Reglamento actual fue aprobado por el Ministerio de Agricultura en el año 1985, aunque ha sido modificado posteriormente. El marco de producción de la D.O. se extiende por buena parte del sur de la provincia de Córdoba. Los ríos Genil y Guadajoz limitan sus fronteras oriental y occidental, en tanto que el Guadalquivir al norte y las sierras de la Subbética al sur delimitan su contorno. El vigente Reglamento establece que la zona de producción de la D.O. comprende la totalidad de los términos municipales de Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil y parte de los de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. Dentro de la Zona de Producción se distingue la Subzona de Calidad Superior, constituida por terrenos delimitados y seleccionados por sus especiales cualidades edafológicas: son los alberos de la Sierra de Montilla y de Los Moriles Altos. Las producciones máximas por hectárea quedan fijadas reglamentariamente en 80 hectolitros en la Zona de Producción y 60 hectolitros en la Subzona de Calidad Superior.

Las variedades preferentes son la Pedro Ximénez, Layren, Baladí, Moscatel y Torrontés, siendo la Pedro Ximénez la principal, con aproximadamente ¾ de la superficie cultivada.

 

Los tipos de vino que se elaboran son los siguientes:

 

- Generosos:

Fino: Vino pálido de color pajizo, seco, levemente amargo, ligero y fragante al paladar y con graduación alcohólica adquirida comprendida entre los 15 y 17,5 grados.

Amontillado: Vino seco, de punzante aroma, avellanado, suave y lleno de paladar, de color ámbar u oro viejo, con graduación alcohólica adquirida comprendida entre 16 y 22 grados.

Oloroso: Vino de mucho cuerpo, lleno y aterciopelado, aromático, enérgico, seco o levemente abocado, de color similar al de la caoba, con graduación alcohólica adquirida normalmente comprendida entre 16 y 18 grados, si bien los muy viejos pueden alcanzar los 20 grados.

Palo Cortado: Vino que comparte las características del Amontillado en cuanto al aroma y del Oloroso en cuanto a su sabor y color, con graduación alcohólica adquirida de 16 a 18 grados.

 

Los vinos anteriormente definidos están sometidos a un proceso de crianza «en flor» mediante el sistema de criaderas y soleras, lo que les confiere especiales características.

 

Raya:Vino de similares características al Oloroso pero de menos paladar y aroma.

 

- Pedro Ximénez: Vino dulce natural, de color rubí oscuro, obtenido a partir de mosto de uva soleada de la variedad «Pedro Ximénez» de riqueza en azúcares superior a 272 gramos por litro, y que se somete a fermentación alcohólica parcial.

 

- Moscatel: Vino dulce natural, obtenido a partir de mostos de la variedad «Moscatel» caracterizados por una riqueza natural de 212 gramos por litro de azúcar como mínimo, a los que se les adiciona alcohol destilado de vino hasta conseguir una graduación alcohólica adquirida mínima de 15º.

 

- Blancos:

Sin envejecimiento: Vinos jóvenes, muy pálidos, de aroma afrutado y con una graduación alcohólica adquirida comprendida entre los 10 y los 12 grados. Su elaboración deberá realizarse con sistemas que permitan mantener una temperatura adecuada durante la fermentación alcohólica, y aplicando tecnologías que garanticen plenamente su conservación, fragancia, afrutado y demás características naturales.

Con envejecimiento:Vinos que por sus especiales características y variedades de las que proceden alcanzan una graduación alcohólica natural adquirida mínima de 13 grados, y que se someten a envejecimiento  en vasijas de roble tradicionales en la zona con capacidad máxima de 1.000 litros durante un período de tiempo mínimo de un año.

 

DATOS REPRESENTATIVOS DEL SECTOR 2008:

SUPERFICIE TOTAL:                                                       6.977 Ha

SUPERFICIE ZONA DE PRODUCCION:                           5.314 Ha

SUPERFICIE ZONA DE CALIDAD SUPERIOR:                 1.663 Ha

 

NUMERO DE VITICULTORES:                                             3.114

ASOCIADOS A COOPERATIVAS:                                        2.164

NO ASOCIADOS A COOPERATIVAS:                                     950

BODEGAS INSCRITAS:                                                            92

BODEGAS DE ELABORACION:                                                 64

BODEGAS DE EXPEDICION Y CRIANZA:                                  64

BODEGAS DE ALMACENAMIENTO:                                         4

BODEGAS DE EXPORTACION:                                                 10

 

PRODUCCION DE UVA (Kg)                                       39.611.394

RENDIMIENTO MEDIO (Kg/Ha)                                         5.677

PRODUCCION DE MOSTO (Hl)                                       257.820

VINO TOTAL CALIFICADO (Hl)                                       174.567

RENDIMIENTO MEDIO (Kg uva / @mosto)                           24,58