Marqués de Riscal Finca Torrea 2007
Marqués de Riscal Finca Torrea 2007
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Crianza:
Con crianza
Graduación (vol):
14,00%
Varietales:
Tempranillo y Graciano
Precio aproximado
Precio Aprox:
De 20 a 29,9 €
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.58
/
93
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
6,5
ELABORACIÓN
Viñedo viejo que rodea la Finca de Torrea, con suelos arcillo-calcáreos en la Rioja alavesa. Fermentación en depósitos de acero inoxidable, a 25ºC, maceración con suaves remontados. Maloláctica y crianza de 18 meses en barricas de roble francés Allier. Consumo preferente de 2013-2018.
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Opiniones de Marqués de Riscal Finca Torrea
OPINIONES
76

Esperaba más modernote este Riscal. Entendiendo por este palabro más concentración. Sin embargo, tampoco es clásico del todo. Tiene la tipicidad riojana y el sello de la bodega, pero con un paso más actual, como demuestra de antemano su botella troncocónica y su etiqueta.

Color cereza granate de capa media y ribete atejado, lágrima fina y transparente de un reserva. Aquí es donde me ha puesto un tanto sobreaviso.

El primer golpe en nariz es de madera, concretamente, cedro. Trás la aireación aparecen notas caramelizadas de fruta roja (ciruelas y cerezas), lácteos (café con leche), y especias finas.

En boca se muestra con estructura, es fresco y equilibrado, y cuenta con una buena acidez, aparecen de nuevo lácteos y su fruta la noto más licorosa, final elegante.

Otro paso más hacia la modernidad hubiese estado mejor. No se abandonaría la tipicidad y sí se diferenciaría de forma que cuadrara más con su impronta y precio.

...del duodécimo aniversario de Verema con este moderno Rioja de los Herederos del Marqués de Riscal.
Cereza de capa media con el ribete algo atejado. Brillante y de lagrima densa que colorea ligeramente la copa.
Aroma intenso con notas de frutas negras, pimienta y regaliz. Tostado.
Potente entrada golosa y fresca en boca. Lácteo. Taninos algo presentes todavía, untuoso, cuerpo medio, glicérico, equilibrado y con un final largo, largo.

Me gustó mucho la botella y la etiqueta de este Finca Torrea. También el corcho estaba a la altura. Buen trabajo de diseño.
A la vista el vino se ofrece limpio, con capa media, muy propia de los clásicos Riojas. El ribete comenzando a evolucionar pero sin presentar aún tonos teja. Un elegante rojo cereza y muy glicérico en la copa.
En la nariz muy franco, con aromas de buena crianza. Tardaba en abrirse, y dominaban los tradicionales de cuero y maderas tostadas. Un punto balsámico, de monte bajo: romero y tomillo.
En la boca de paso muy fácil, demasiado para sus 14 grados. Los taninos muy sedosos y la acidez moderada. Muy larga permanencia en boca. Poco envolvente, pero con un interesante final amargoso, algo especiado.
Vino bueno para beber ya mismo. No creo que gane en botella.

Buen nivel en esta virtual y buen vino para celebrar este maravilloso aniversario.
El vino se muestra en vista con una buena capa, de color cereza y tonos granates. La nariz agradece algo de aireación, dando al principio sobre todo aromas terciarios, para desplegar, poco a poco, aromas de fruta, especias (canela, vainilla, clavo), toques balsámicos y torrefactos con un cierto toque licoroso.

En boca tiene buena acidez, y si bien esto es síntoma de buen futuro, creo que el vino está para beber ya, a lo sumo uno o dos años más como mucho, mostrándose sabroso en boca y redondeado con un final de cierta longitud.

Me ha gustado, aunque esperaba algo más. Tiene elegancia y comedimiento, un toque clásico, aunque ligeramente actualizado. En cualquier caso, gran cata virtual.

En la fase visual encontramos un color cereza granatoso y brillante sin degradación en el menisco, intensidad media, lágrima densa y glicérica que cae con lentitud en la copa.

Nariz que con una buena intensidad nos muestra, sin mover la copa, ciruela, cerezas, caramelo de toffee y un suave recuerdo a tabaco y cuero. Aireando la copa el vino muestra complejidad, finura y viveza, cacao muy ligero, laurel, recuerdos arcillosos, un suave frescor balsámico, cedro, almendras fritas, vainilla y canela.

En boca destaca por su personalidad. El ataque es sabroso, el paso redondo, fresco y carnoso, su tanino maduro llena la boca y le confiere estructura. Por vía retronasal muestra tostados, lácteos, frutosidad, cedro, vainilla, canela y cacao. El final es largo, fresco, sabroso, frutal, tostado y ligeramente amargo.

92

Rojo burdeos capa media-alta, ribete rubí.
Lágrima densa y lenta, bonito color, acorde con sus 5 años. no se adivina un vino sobre-extraído.
Aromas de cuero, fruta roja en licor, especias, canela, madera de cedro, monte bajo, balsámicos, cacao, torrefactos....
Encuentro muy agradable, cuerpo medio, bien de acidez, taninos integrados(aunque presentes), equilibrio de fruta y madera.
Buena complejidad de sabores, recordando los de la fase olfativa.
De trago largo, acompaña perfectamente a hamburguesas de Kobe y de Angus.
De otras catas lo recordaba más "moderno", pero hoy se muestra más clásico, más para comer con él.

Granate de capa media-baja. Ribete degradado con reflejos anaranjados. Limpio y brillante.

Primera plano con notas de crianza. Apuntes muy marcados de guindas en licor, licorosos, con fondo de aromas avainillados y especiados (canela, pimienta rosa, cardamomo). Recuerdos de flor: manzanilla. La fruta no está muy presente en este vino. Las notas terciaras apenas dejan ver un fondo sutil de frutal negra muy madura. Con evolución, se intensifican los aromas tostados, con recuerdos de toffee y caramelo de regaliz y café.

En boca, discurre con gracilidad y fluidez. Es un vino sabroso, intenso, sápido, a la vez que elegante. Muy buena acidez, lo que le augura una buena evolución en botella. Taninos presentes, de muy buena calidad, dulces y estructurados. Recuerdos licorosos, de guindas en licor, avainillados. Muy buena longitud. Final aromático de especias dulces.

Un vino que apunta unas maneras excelentes. Aunque tiene una nariz muy interesante y compleja, me da la sensación de que requiere un tiempo en botella para que consiga dar todo de sí en cuanto a elegancia, integración y complejidad. Apostaría fuerte a que es un vino que tiene que ir a mucho más en esa línea, siendo ya un vino espectacular, sin duda.

Presentación sobresaliente de este tinto riojano, con una grafía, diseño de etiquetas y colores de nueva generación, modernos y atractivos. Corcho de nivel medio-alto, al que le falta algún milímetro para subir su calificación.

Visual: a primera vista, muy limpio, brillante. Capa media-alta, con menisco atejado, algo peculiar para un vino que solo tiene un lustro. Glicérico, de lágrima lenta, que entinta golosamente las paredes de la copa.

Nariz: recién abierto, se muestra tímido, oculto, a la espera de que el tiempo lo enriquezca. Hay aromas con predominio a vainillas, torrefactos y caramelo, sin perder los toques a canela, y un recuerdo a terrenos pedregosos....Pasado un rato, encontramos un vino distinto: más completo y complejo, en el que la vena frutal se muestra por fin, rotunda, y auspiciando una longevidad que no apuntaba la visual primera.

Boca: recorrido medio, que se adorna con unos taninos que van redondeándose, con la fruta roja/negra más evidente que en las fases anteriores, y una acidez óptima...para beberlo ya. No sería muy partidario de prolongar su guarda más allá de 1-2 años. Elegante en el trago, se muestra como un tinto ideal para tomar solo o acompañado...de viandas de la misma confección (ibéricos, quesos curados, ensaladas verdes, carnes guisadas, y chocolate negro).

Su precio, un poco elevado, a la altura de los mejores que suelo "despachar", y que aún debe "ganárselo" para que "duela" menos su compra. Pero 3 de estas botellas en la bodega no nos van a arruinar.

Rojo picota con ribete rosáceo evolucionando a anaranjado, de capa media y con una lágrima fina y lenta.
El aroma es embaucador, destaca inicialmente el frescor y los frutos rojos. A medida que evoluciona en la copa y con más de 1h abierto aprecio notas a vainilla, tostados, moras y frutas del bosque.
En boca se presenta concentrado, goloso, envolvente, cálido, amplio y jugoso. Destaca la fruta madura y la sensación a madera bien integrada.

Gracias a Verema y a Marqués de Riscal, he tenido el placer de probar un gran vino. Enhorabuena para ambos.

Rojo cereza de capa media-alta, ribete granatoso, limpio y brillante.
Intensidad media-alta. Rico. Fino en matices. Torrefacto, nota a café, finos tostados. La fruta apenas se deja ver, pero el conjunto es armonioso. Nota golosa, especial dulces y algo herbáceo (nota de campo).
En boca se muestra sabroso, carnoso, pero de media intensidad, con buena acidez, taninos redondos y algo dulzones, buen trago, se bebe bien y fácil, recorrido medio-alto con retronasal con recuerdos a tostados. Rico.

Lo dicho, que sea enhorabuena y esperemos que dentro de otros 12 años nos volvamos a encontrar.

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