Han transcurrido 6 meses desde la última botella bebida de este vino y esto es una caja de sorpresas para bien. Botella nº 09601 de 20.000 y embotellada y etiquetada para el club de Catas del Círculo de Recreo de Torrelavega. Botella abierta con 4 horas de antelación. Corcho perfectamente conservado y tintado de color vino por su contacto con el mismo.

       A la vista un color rojo picota de capa media. Limpio y brillante. Muy buena, gruesa, densa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa. Ribete rubí y con leves notas teja. Leve precipitación en el fondo de la botella.

      En nartiz, mantiene sus abuntantes y frescas frutas rojas y negras en sazón. Con la madera elegante de su crianza en segundo término, sigue predominando la fruta. Compleja nariz en la que sobresalen sus notas de mineralidad e incipientes terciarios.

     En boca, ¡oh! en boca. Muy elegante, sedoso, aterciopelado, con volumen, fruta y carnosidad. Te llena plena y muy satisfactóriamente la boca. Balsámico, mineral, con notas terciarias en forma de leves cueros y tostados. Taninos domados. Y mantiene una elegante acidez que le tendrá con vida más años y que invita a beber y beber.  Elegante, frutal  y vivo paso de boca. Es un vino muy largo. Esta botella la encuentro con más permanencia que la anterior. Ma da 3,30 minutos.

Botella 09548 de un total de 20.000. No describo la botella, ni la etiqueta por haberlo hecho anteriormente. Mantiene el corcho en buen estado y está impregnado de vino por la cara que está en contacto con el mismo.
A la vista un color rojo picota de capa media, limpio, brillante y con algún sedimento que no molesta a la hora de beber. Muy buena, gruesa, densa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa. Ribete rubí y con leves notas teja.
En nariz está muy expresivo (he abierto la botella con 10 horas de antelación). Me encuentro con frutas negras y rojas del bosque en sazón. Madera de su crianza en segundo plano, manda la fruta. Es complejo y agradable. Incipientes terciarios.
En boca es donde mejor se expresa. Está elegante, sedoso, aterciopelado, equilibrado, con volumen y con abundante carga frutal. Notas balsámicas. Leves tostados y cueros. Es complejo y te llena amablemente la boca. Mantiene volumen y carnosidad. Con una elegante acidez que invita a beber y que le dará 2 o 3 años más de vida. Elegantes taninos domados. Gratísimo, sedoso, frutal y elegante paso de boca. Es muy largo. Me da una permanencia de 3,00 minutos.
Sin ninguna duda la mejor botella de esta añada.

Han transcurrido casi 15 meses desde la última cata colgada en Verema y ¿Qué me he encontrado?.
El corcho en buen estado, eso sí impregnado de color vino y con precipitación de bitartratos en el mismo.
A la vista mantiene su capa media, buena densa, gruesa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa. Menisco rubí y con notas teja. Limpio y brillante. Recomiendo decantarlo pues al ser un vino sin filtrar, con los años va creando bitartratos en el corcho y en el fondo de la botella.
En nariz está muy expresivo. Me encuentro con abundantes frutas negras y rojas en sazón y con algunas notas de frutas negras muy maduras. Madera de su crianza en segundo plano. Incipientes terciarios.
En boca es donde mejor se manifiesta. Está muy sabroso, pulido, aterciopelado, con volumen, redondo, con una presente y elegante acidez que te invita beber y que le va a dar más años de vida. Mantiene y retornan las frutas percibidas en la fase olfativa con notoriedad. Notas de mineralidad, de pimienta negra y balsámicas. Gratísimo paso de boca. Es muy largo. Me da una permanencia de 3,00 miunutos.
Es un vino que con los años pierde la explosión de fruta que le caracteriza pero va ganando en complejidad. Me gustan estos Cero con años.

Después de beberme más de 30 botellas yo mismo me sorprendo de que no he colgado ninguna cata de este vino. Vino encerrado en una botella de diseño, más parecida a una bordelesa que a una borgoñona y vestido con una etiqueta de diseño moderno y en la que predomina el color rojo y el blanco. El corcho es correcto y se mantiene bién, eso si, en la zona de contacto con el vino está impregnado de color y tiene sedimentos de bitartratos pegados al mismo.
A la vista se manifiesta con un color rojo picota y con leves notas teja. Buena lágrima que se desliza perezosamente por la copa. Capa media y el menisco rubí y con incipientes notas teja. Limpio y brillante.
En nariz, ha perdido sus características frutas negras y rojas frescas. Las mantiene pero más atenuadas, muy leves notas de vainilla y cacaos. Frutas negras maduras y pasas.
En boca es elegante, aterciopelado, levemente alcohólico, con volumen, ha perdido la carnosidad que le caracteriza y ha ganado en complejidad, con ligera fruta madura, taninos domados, notas de pimienta negra. Todavía mantiene acidez; agüantará algunos años más pero ya no sería el Cero. Grato paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 2,45 minutos.

Un día tenía que pasar, de la botella bebida hoy ha empezado a tomar la parte de la bajada de la curva de consumo. El vino está perfectamente, pero ya perdidos parte de esas características tan peculiares suyas.

En la nariz, sigue teniendo fruta pero mucho menos expresiva, mientras tras varios movimientos de la copa aparece algún detalle de cueros.

En la fase de la boca, tiene ya muy tenues esos detalles de la fermentación en barrica.
Me queda alguna botella más por casa, y dentro de ya poco tiempo, ire viendo si es coincidencia de esta botella o es la evolución de la cosecha.

Botellas (dos) disfrutadas el sabado dia 16 y estan en `plena forma, mostrando todas sus virtudes a los que nos gustan este tipo de vinos tan especiales.

Sigue en forma, aunque me gusto mas el del año 2011 y mas ahora que de nuevo he vuelto a catar los dos juntos.

Cata realizada con el Club de Catas Círculo de Recreo de Torrelavega en Cantabria, en la jornada de cata de vinos de esta bodega de la DO de Toro.

Lo probe hace mas de un mes en un bar en el que lo sirven por copas pero no me quede con la añada y no lo introduje, entonces me lleve una sorpresa muy grata, me sorprendio y lo bebi junto a otros buenos vinos R punto y Juan Gil 12 meses. Lo volvi a probar y esta vez me quede con la añada, y repeti la sensación. Fresco, frutal, directo, licoroso sin saturar.
RCP muy buena

Tras pasar ya unos meses de la cata que colgué de este vino, en concreto 7 mese ya está en la fase de saber que se puede espera del mimso e incluso creo que hace dos meses estaba aun mas vino, o más en la cresta de la curva del consumo, pero por una cosas u otras no tome notas y no colgué el comentario.

Este es el comentario https://www.verema.com/vinos/99000-liberalia-cero-2012/valoraciones/1075536-ilusion-cada-ano
A la vista se presenta se presenta bastante similar con menso intensidad los detalles del color y tintando ligeramente con menso intensidad los bordes de la copa.
En la nariz se presenta con una buena intensidad, manteniendo perfectamente los detalles de la fruta y con los de la fermentación en la madera algo más tenue.
Al paso por la boca da la sensación una vez más que este año es un vino con menos fuerza, pero en este tiempo sea redondeado más, sin apreciarse casi arista, aunque hay que decir que no es un vino de carácter elegante.

Vino el de esta añada, que me ha resultado más universal, pero no menso bueno que el de los años anteriores. Una pena que ya no queda ni en la bodega ni en casi ningún lugar, salvo en cuatro enamorados de él que lo compran para disfrute propio.

Según la bodega, el mosto del de este año, como no, promete y mucho.

Es un vino que cuando hay existencias en bodega es de 7 euros mas o menos

Me ha llegado a casa el Liberalia cero del año 2012, por lo que he apreciado el año pasado colgué la primera cata de este vino en marzo, este año me he demorado, quizás por el lio, bendito lio, del viaje e Girona con Restauranteros.

Pues bien, botella numero 09626 de 20.000

En la vista como siempre: un color picota de tipo alto, con capa asimismo alta, destellos y ribetes cardenalicios, lagrima densa y ancha.

En nariz este año le he encontrado con más fruta y con la madera muy presente pero en un peldaño algo inferior al año pasado.

Al paso por la boca la nariz se refleja de forma calcada y en una cata ciega creo que sería difícil el decir que es un Toro de este año pasado.

Vino sin filtrar.

Botella como es norma de la casa, muy bien presentada con su lacre, su cordón y su papel de seda en color más que vistoso.

No puntuare pues este vino aun tiene que dar mucho más de sí. Y amenazo con colgar un comentario del vino Liberalia cero del 2011, del que ya solo me queda una botella.