Tiene un color rojo picota muy intenso y capa alta.
La nariz es muy concentrada con variedad de especias, fruta compotada y hierbas aromáticas.
Esa nariz anticipaba un vino pesado pero el ataque en boca te sorprende con su frescura y elegancia. Sabe a fruta dulce y a oliva negra, a hoja de tabaco y a regaliz negro, y al final de su pausado recorrido durante el cual va aumentando en volumen, se despide con sabor a café.
Un vino manchego diferente, muy recomendable.
Vino color picota madura con ribete granate, capa alta, limpio, brillante y lágrima abuntante.
En nariz con buena intensidad, notas de fruta negra en mermelada, en especial ciruela pasa, con fondo ahumado y evolución a especias dulces, integración especias-fruta en perfecta armonía, perfumado y bien definido.
El paso por boca, potente, con cuerpo, expresivo, con caracter, serio, con volumen, fruta negra y especias dulces con fondo ahumado, buena acidez, equilibrado y un tanino redondo.
Retronasanal, afrutada.
Postgusto, largo y muy bueno.
Rojo picota de capa alta, limpio y brillante.
Intensidad aromática media-alta, torrefacto, café, torrefacto, café, ahumado, café y torrefacto. Parecía que acababamos de hacer café en la cafetera.
En boca es sabroso, goloso, con mucho cuerpo e intensidad pero repite el torrefacto, incleible, parecía que estabams bebiendo café en lugar de vino. Muy cansino.
Una pena, es raro tanto café en el vino pues otras añadas probadas no estaban igual.
Al cabo de dos semanas, dos copas que quedaron en la botella, ésta simplemente cerrada con corcho, seguían con el café y el torrefacto a tope, increlible.
Precio 11 €.
Color picota de capa alta y ribete de tonos granate.
Nariz media, fruta negra golosa, vainilla, chocolate y caramelo. Herbáceos de hoja de tabaco, especias de pimienta blanca y un punto lácteo de yogur de moras. Espectacular.
Boca ligera, con mucha carga aromática y especiada. Tostados de café amargo, ensamblados con un tanino muy muy fino y una acidez de corte tostado. Final con gran equilibrio entre los balsámicos y lácteos de yogur que empiezan a aparecer.
Picota oscuro y cubierto de aspecto denso y ribete morado. La nariz es intensa, maduro, con notas de caramelo, cacao y confitura de frutos negros. En boca el ataque es intenso, el tanino voluptuoso, con un carácter carnoso. Goloso, bien de acidez, resulta largo y estructurado. La madurez de la fruta y el intenso engarce maderoso de la barrica son sus notas características.
A la vista se presenta con un color picota en tono alto, con ribetes y destellos algo rubís, con una capa alta y una buena lágrima.
En la nariz tiene una intensidad bastante alta, con fruta madura, de tipo tanto roja como negra, detalles balsámicos y de la madera destacan los tostados.
Al paso por la boca, resulta de paso fácil, los taninos muy domados, un recuerdo a especiados, la madera presente pero sin molestar, algo goloso por la fruta madura y con un final largo
En conjunto buen vino, pero quizás ante la palabra pago, se esperaban más detalles que le sacasen de un buen vino.
Botella con etiqueta con predominio del color blanco y una contraetiqueta con buena información.
Rojo picota hacia notas aderezadas y algún destello violáceo. Capa alta.
Nariz de buena intensidad, fruta roja y negra, balsámicos, notas a mina de lápiz, pan tostado un leve fondo de aceituna negra y trufa.
Entrada amable con buenas notas a regaliz y caramelo de café con leche desde el principio, tanino marcado, notas vegetales y balsámicas potenciadas en esta fase, algo torrefacto para un final medio.
De color cereza muy cubierto con ribete granatoso. Mucho color en su lágrima.
Nariz dominada completamente por la madera, muy tostada casi agresiva, tapando la fruta de sobremanera, algo de flores al fondo y chocolate negro a raudales junto a especiados intensos.
En boca domina de nuevo los tostados intensos sobre la fruta en forma de chocolate amargo y regaliz negro, taninos muy intensos que dejan en la boca una pronunciada astringencia, acidez justa y bastante cuerpo. Recorrido amargoso con postgusto de chocolate negro a espuertas.