En nariz muestra su sello distintivo Ribera: caluroso, matanza, recuerda a la carne medio cocida , cálido. Aromas frutales profundos y consistentes. Tanicidad sedosa, frutal y largo, equilibrado, sin defectos aparentes, envolvente

Este vino lo adquiri directamente en bodega, en Mambrilla de Castrejon. Tube la suerte que Juan Carlos Vizcarra me enseñara su bodega.
Color cereza picota brillante de capa media alta con ribete granate, un color precioso y lleno aún de juventud.
En nariz la fruta esta muy presente, grosella, mora muy fresco todo ello muy bien ensamblado con notas minerales, tostados y especias dulces.
Muy fresco en boca, con una entrada con mucho volumen y una textura densa.
Taninos maduros y suaves, sensacion afrutada con una acidez correcta que le proporciona una sensación de frescura que te invita a beber y beber.
Final largo y persistente.
Una añada totalmente recomendable, un vino que es un claro exponente de lo que es un buen crianza de la Ribera del Duero.

Vino color picota madura con ribete amoratado, capa media alta, limpio, brillante y lágrima densa.
En nariz ya en el corcho nos da notas de moras, con buena intensidad a copa parada notas de fruta roja en abundancia, fresas, cerezas, frambuesas, ciruelas, vainillas, para ir evolucinando a una fruta cada vez mas concentrada, tipo mermelada, con toques de especias dulces, aquí la madera está en segundo plano, apenas se percibe, pura fruta llevada a la máxima expresión.
El paso por boca, afrutado, cuerpo medio, largo recorrido, expresivo, glicerido, amplio, bien constituido, buena acidez, equilibrado, redondo y un tanino maduro, goloso y aterciopelado.
Retronasal, fruta roja en mermelada.
Posgusto, largo muy bueno.