Sensacional.

Han transcurrido casi 2 años desde que colgué la primera cata. El vino sigue manteniendo el tipo. El corcho en perfecto estado e impregnado de vino por el lado que está en contacto con el mismo.
A la vista se manifiesta de color rojo picota de capa alta. Buena y densa lágrima que en su perezoso camino por la copa la tinta levemente. Limpio, brillante y sin sedimentos en el fondo de la botella.
En nariz abundantes frutas negras y rojas del bosque en sazón. Notas balsámicas, minerales, leves ahumados de su estancia en contacto con la elegante madera que la ha estado educando durante varios meses.
En boca se ha hecho más elegante, más aterciopelado. Es un vino con cuerpo y a la vez fino, carnoso, equilibrado, redondo, mineral, con volumen, taninos domados, todavía con una elegante acidez que te invita a beber y que le dará más vida, que pena que se encuentre muy raramente en el mercado. Madera muy bién integrada y en un segundo plano respecto a la fruta. Muy elegante, sedoso y aterciopelado paso de fruta. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos.

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