La combinación está clara, unir este cava con un plato de aromas asiáticos donde Oriol se comporta con mayor expresión. Un cava de estructura, rico en matices aromáticos y potente en boca. Para tener en cuenta.

Disfrutado en Restaurante Bienmesabe de Málaga junto a una porra de algas.

Color amarillo pajizo, reflejos dorados, limpio, casi transparente y brillante, buena intensidad de burbuja.
En nariz hay aromas en buena intensidad de bollería, pan tostado, presencia de cítricos, frutos secos, notas florales y herbáceas, fruta blanca madura; buena complejidad y estructura.
En boca es refrescante, buena integración del carbónico con buena intensidad y buena acidez con destacados cítricos, también frutos secos y notas de pastelería; buen conjunto y armonía. Persistencia alta.

Un cava bueno, intenso y elegante

Buen comportamiento en mesa con un cava donde su burbuja apenas se percibe, resultando muy vínico, aromas de fruta escarchada y notas de bollería suceden en nariz. En boca su acidez manda, aportando ritmo en su paso de boca. Un cava para seguir...

Color amarillo pajizo con ribete algo dorado, casi nunca le hago caso al tamaño de la burbuja pues he comprobado que depende mucho de la copa, pero en este caso me ha sorprendido que la burbuja fuese tan grande.
En nariz en principio destacan los aromas de la crianza en forma de levaduras y bolleria, fruta blanca madura (manzana, pera), recuerdos florales y herbaceos, notas citricas de pomelo.
En bocadestaca por su viva acidez y el carbonico bien integrado, es amplio, suave, con ligeras notas de bolleria, frutos secos tostados, afrutado, citricos que le aportan frescura, final de intensidad media con recuerdos citricos.
Con echa de deguelle (marzo de 2012), siempre se valora.