No puedo utilizar el lenguaje de los verdaderos catadores pero igual a mi me entienden mejor los que, como yo, disfrutamos de los sentidos sin más.
La nariz es grata de veras, con ese aroma a frutas frescas.
Se me hace muy fácil de beber, sin demasiada acidez y un postgusto frutal que me deja un estupendo sabor de boca.
En definitiva, un estupendo vino con una RCP mucho más que aceptable.

Pues una añada mas convence este verdejo de gran RCP. Buena nariz y mejor boca, con un paso fresco y un final amargoso muy acertado, entra solo.

Para no perderselo.

Coincido en la apreciación de Juanio, en que este blanco de Rueda pasa por un momento de evolución bueno.
La nariz sigue siendo muy lograda; y como comentaba en mi primera nota de cata, esta añada aporta estupendas y presentes sensaciones frutales: sigo notando el melocotón y el albaricoque. Otra fruta a la que no le prestaba atención, y de primeras cierto que se nota: plátano. También, como buena Verdejo, la hierba verde fresca está ahí.
En boca, la acidez se ha moderado. Y a pesar de ello, ahí está. Frutal, herbácea (menos que frutal) y un final donde el amargor de la Verdejo está muy afinado (o refinado). Y se agradece, pues le aporta la gracia justa, sin "cortar" el postgusto frutal.

A por más "Parientes"...

Color oro palido. En nariz es afrutado con los aromas tipicos de la variedad. Paso por boca con buena acidez y ligera amargor final. Creo que mejorara en el proximo anyo en botella. Para el verano (3-4 meses) estara ya en su punto. Una apuesta segura.

Primer acercamiento a la nueva añada de este blanco de Rueda. Además, este 2011 viene acompañado de un cambio de "look", como és la nueva etiqueta de la botella; etiqueta ésta última, a mi parecer, muy acertada.
Presenta la fase visual un color amarillo pajizo claro, con suaves reflejos verdosos.
En nariz es, en mi opinión, donde ya comienzan las diferencias respecto a las últimas añadas: desde luego, que sigue siendo muy varietal, con sus dejes herbáceos y demás notas de la Verdejo. Pero además, aparecen cierta cantidad y variedad de fruta que no descubría en anteriores añadas: atisbos de melocotón en almíbar y dejes de albaricoque verde y/o a medio madurar. Todo esto, se impone por encima de más apreciaciones en esta fase.
En boca, desde luego, que está muy joven. Entrada fresca; buen trago, con una acidez muy marcada a lo largo de todo el paladar, y que desembocará en un final con bastante persistencia.
Merece la pena el beberlo ahora, y creo que más aún, volver a catarlo con 6 u 8 meses más de vida, en la botella. Me parece que este 2011 va a ser una gran añada para este vino.
En mi opinión, seguirá siendo por tiempo, una de las referencias indispensables en la D.O. Rueda.