Visual_ Amarillo dorado intenso con ribetes que dan tonos amielados. Limpio y brillante. Lágrima abundante, gruesa y de caída relativamente pausada.

Nariz_ Buena intensidad. Se sale de los cánones de los vinos blancos. Comienza algo cerrado con unas ligeras notas de farmacia que al abrirse evolucionan a notas de hierbas mediterráneas, sándalo, especias dulces, la fruta muy madura en un segundo plano con recuerdos de manzana golden, melón maduro y un fondo cítrico. Cierto carácter oxidativo.

Boca_ En la entrada en boca en boca se muestra denso, con volumen, buena acidez, aunque los 14,5 grados se notan y le dan calidez, cierta estructura y ligera tanicidad, fino amargor final. Buena longitud con recuerdos especiado y algo de fruta.

Un vino que me ha sorprendido, aunque creo que por apartarse de la frutalidad y frescura que estamos acostumbrados en los blancos no acabó de convencer al resto de comensales. Un vino que en mi opinión pide acompañarlo de comida.

Gran vino blanco del priorat, con una variedad de uvas, Garnacha Blanca, Macabeo, Pedro Ximénez, Picapoll y Riesling, que seguramente es uno de los mejores blancos de la zona. Color amarillo dorado brillante. En nariz aromas frutales y minerales, hierba y cítricos. En boca al principio entra más fresco y sabroso que la anterior añada, es graso, cálido y largo. Un vino extraordinario digno de su bodega, que cada vez produce vinos fantásticos.