El corcho se mantenía impecable, largo, esponjoso y en un gran estado de conservación.
A la vista, es innegable su gran color, sin barro, ni tan siquiera un leve poso. La capa es alta pero tampoco opaca. El borde conserva un rosáceo vivo.
La nariz describe lo que es un vino de la zona joven y varietal. Fruta negra, especias dulces, brasas, tinta china, piedras al sol... Ni un atisbo de notas terciarias.
La boca también nos ha parecido impecable. Acidez y conjunción entre madera, tanino y alcohol. Esto último habrá que explicarlo. Se trata de un tinto potente donde todo está subido de tono. Sin embargo no observamos ningún punto de flaqueza. Parece mentira que se trate de un básico con 10 años de edad.
Final largo.
Sorprendente. Estaba impecable. Y lo mejor de todo, con tanta vida que no dudaría en dejarlo algún tiempo más.
La nariz esta marcado por la fruta , que aparece roja y negra con gran intensidad, madura y de gran calidad.Dilicada mineralidad la de este vino, que la marca en esta añada como en ninguna otra, todo el conjunto envuelto en una halo de calidez muy agradable que te hace oler la copa una y otra vez.
En boca el trago es sabroso, con mucho cuerpo, pero de paso aterciopelado.Marcando todos los matices de la nariz, tiene una magnifica acidez todavia que se fusiona con la fruta, pegandose esta en las glandulas salivares.
Siempre es un placer verse las caras con este Terrasses.
En la fase visual se presenta con un color picota, bordes amarronados y algo violáceos aun, capa media a media-alta, lagrima bastante densa y ancha.
En la nariz tiene una intensidad bastante alta, de entrada con mucha complejidad, lentamente van apareciendo detalles de la fruta, madera fina, y más tarde aún mineralidad y algo de lácteos.
Al paso por boca, esta con mucha sedosidad, con cuerpo, buen equilibrio y con un final muy largo.
En conjunto una vez más se nota la mano de su “amo” y es un vino que no defrauda en absoluto, habiéndome agradado sobremanera la fase de boca.
Cata realizada con el Club de catas del Círculo de Recreo, con motivo de la jornada de vinos del Priorato.
De nuevo otra añada riquisima de este Terrasses, sobre todo desde su salto cualitativo en la añada 2007.
Nariz de media-alta intensidad, nitida y personal.Cremoso, frutal, mineralidad que lucha por ser protagonista, aunque sus notas cremosas de cafe con leche son poderosas, fruta roja madura (fresas y cerezas), regaliz de raiz y piedras para despedir una rica nariz.
El trago es sobroso, largo y con bastante peso de la fruta, se agradece.Acidez consistente, augurando buena guarda.Los taninos una pizca astrigentes aun, con tiempo en botella seguro se puliran, deja un retrogusto largo y frutal.
Un vino que siempre cuemple.
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