De 1-2 horas descorchado (requiere aireación para dar lo mejor de sí).
Visual: rojo picota de bastante capa (media-alta), ribete granatoso-transparente que evidencia la (todavía) juventud de este vino con cerca de 7 años ya. Limpio, brillante y de buena, abundante y excelente lágrima que parece querer tintar la copa.
Nariz: fruta roja y, sobre todo negra prácticamente en compota, tostaditos, herbáceos, balsámico-mentolados, monte bajo, vainilla, coco, especias variadas y ligeros toques lácticos. Buena complejidad.
Boca: ataque a fruta negra muy madura con ese fondo de maderas tostadas, con excelente tanino muy poderoso aún pero dulce, rico y disfrutable ya. Vino suave y sedoso en el paso por boca pero con muy buena potencia, densidad media-alta, buena frescura y acidez, equilibrado y estructurado. El final es bastante largo, especiado, tostado, herbáceo, balsámico y con una buena dosis de amargor final que invita claramente a otra copa.
Un estupendo vino en todas sus fases con casi 7 años ya y en fase óptima de disfrute. Un vino clásico de la Ribera del Duero, fácil de beber, pero con complejidad en nariz y boca. Muy vivo. Con, todavía, años de vida por delante (mínimo 5 más)... muy buena RCP.