Al límite de la licorosidad y del defecto, al límite de la elegancia y del ocaso. Muy difícil de juzgar y sembrando diversidad de opiniones.
Visual_ Rojo granate de capa media y con ribete granate que empieza a mostrar las tonalidades ocres. Algo turbio, con precipitados en el fondo. Lágrima abundante, fina de caída lenta.
Nariz_ Buena intensidad. Fruta roja licorosa, con pronunciadas notas de esmalte y un mundo de hierbas aromáticas mediterráneas. Ese esmalte de uñas, tan típico del Priorat no sé si esconde tipicidad, evolucion o circunstancias de su elaboración. Las crianza solo aporta alguna especia, sitil, sin excesos. Complicada, interesante, pero muy al límite.
Boca_ Elegante, fino, taninos redondos, integrados, buena acidez sin sensación de acidez volátil, fácil de beber con con buena permanencia.
Me ha gustado, pero otros lo hubiesen tirado por el fregadero. En esta ocasión no voy a puntuar porque la diferencia de criterio ha sido grande. Eso sí si me quedara otra botella me la bebía mañana mismo, no le daría más tiempo.
Catada en Vadebacus de Sant Cugat. Jarreada y degustada al poco tiempo de presentarla en la mesa.
Picota de capa media-alta brillante y limpia.
La nariz es virtuosa: ahora mismo es potente, expresiva y no exenta tampoco de complejidad.
Fruta licorosa; mineral en buena medida y con un fondo de bosque Mediterráneo tan típico en la zona.
Esa fruta madura roja y licorosa sigue en la fase gustativa de forma decidida. Ataque fresco; una acidez a estas alturas de vida del vino, realmente marcada y presente. Final persistente y postgusto mineral.
Está en buenas condiciones ahora, aunque desde luego, le queda vida para dar batalla de sobras buen tiempo todavía.
Pagados unos 20€ en el restaurante.
Muy buena Garnacha.
Vino muy aceptable de Gratallops de color rojo picota, con notas violetas. En nariz aromas a fruta, a especias y muy mineral. En boca le cuesta abrirse y al final es sabroso, con los taninos presentes pero agradables y como no una gran mineralidad. Buen Priorato
La bodega cuenta con la colaboración de Marta Conde como enóloga, de Spectacle Vins.
Vino picota oscuro con lágrima en copa. Nariz perfumada, compleja y elegante (seductora en suma). Notas iniciales de confituras (ciruelas y frambuesas) que abren camino a aromas de canela, especias y algo que evoca al café. Hay un no se qué casi misterioso e intacto en esa nariz espléndida. En boca los taninos son suaves, dulces, con una gran carga de mineralidad. El final persiste en la memoria. Vinos así se disfrutan en serio.