Disfruto mi última botella de este casi "elixir de dioses".

Todo lo "disfrutado", con mayúsculas, ha quedado redactado y explicado con mi mejor voluntad y con la satisfacción de haber disfrutado un gran vino.

Tanto en nariz como en boca, es una verdadera maravilla, en esta última es bastante mejor, pero hay una sintonía total que da a este vinazo una personalidad y una calidad, casi fuerta de serie.

Maravilloso en todos los sentidos.

es un vino sobresaliente, pero tengo que indicar, que ha pessar del "poco" tiempo transcurrido entre la anterior botella y esta que estoy "probando", es un poco menos buena que la anterior.

Todo lo indicado en la valoración anterior, sigue siendo válida para esta cata. Un vino que se bebe bastante bien y que sobre todo tieme una buena complejidad, el color se encuentra totalmente turbio y resulta a la vista, un poco imbebible.

Habia adquirido 6 botellas de este excelente amontillado y me quedan sólo dos en la cuvé. Por tanto no me explico, como no he podido "colgar" las tres fichas que me faltan, que lógicamente corresponden a las tres botellas, que no dispongo de ellas en mi "aparato".

Se que lo he disfrutado en más de dos ocasiones, por lo que no me explico que es lo que ha ocurrido con mis fichas, no quiero, por supuesto que por eso no lo indico, pensasr que se han extraviado.

Ahora estoy ocupado, dentro de unas horas o de unos dias, "colgaré" las dichosas fichas.

No obstante os indico como he valorado el vino.

Ambarino claro con destellos cobrizos.

Nariz intensa y compleja, que mejora con el aire poco a poco. Muestra una gama de frutos secos, un toque balsámico, mueble viejo, caja de puros, cáscara de naranja, tabaco de pipa y especias orientales. Aparece igualmente un curioso fondo mineral que nos recuerda su origen de fino. Enorme definición y limpieza.

En boca resulta poderoso y directo, un vino sin concesiones, con peso y complejidad, elegante pero conciso. Final largo y que nos devuelve múltiples sensaciones quedando especialmente los recuerdos de frutos secos y maderas finas, con trazas especiadas y un punto salino. Se expande dejando una larga persistencia.

Una bota muy especial puesto que el Equipo Navazos celebraba con ella sus primeros 5 años de vida y se trata de un viejo amontillado de la Bodega Los Amigos de Pérez Barquero, un Fino Gran Barquero con muchos años de crianza. Solo se embotellaron 150 botellas que no salieron a la venta. Un placer haberlo probado y un lujo de vino. Gracias, Paco.

Color cobre oscuro.
Nariz muy compleja, vibrante, flores, cítricos, miel, madera vieja, toques salinos, presencia de tostados, muy punzante. Aroma extraordinario.

Boca muy potente, de hierro, entra poderoso, llena la boca, se expande absolutamente. Expresividad altísima. Final larguísimo. Es un vino cortante y electrizante.

Y además es un vino muy especial, por no estar a la venta, tratarse de sólo 150 botellas y conmemorar los cinco años del Equipo navajazos.

Dorado ambarino profundo.

Atractiva nariz con bollería, frutos secos (almendras), caramelo, ahumados ligeros, maderas finas (canela) y un fondo de flores elegantísimo. Complejo y elegante a más no poder. Disfruté toda la noche con el extraordinario bouquet de la copa.

En boca es muy serio, amplio y con muy buena acidez pero muy seco y contundente. Un grande para una ocasión especial. Enhorabuena al equipo Navazos por estos cinco años en los que tantas alegrías nos han dado.

Color ambarino con reflejos caoba.
Nariz de buena intensidad, amplio, profundo, complejo... Es de esos vinos en los que es difícil diseccionar todos los aromas que presenta, pero como el conjunto es tan notable, no merece la pena romperse la cabeza para seguir intentándolo. Notas de caramelo, de especias, de frutos secos garrapiñados, un punto yodado, salino...
En boca tiene una acidez perfecta, con las notas alcohol punzantes atacando por vía retronasal. Es fresco, es complejo, es amplio y largo...

¿Qué más se puede pedir?

Vino conmemorativo de los 5 años de vida del Equipo Navazos. Se trata de una Bota NO de la Bodega Pérez Barquero. Un amontillado con raza, con un bello color ámbar con destellos anaranjados. La nariz es intensa, con una bella definición, voluminosa, compleja y con notable profundidad y encontramos desde seductores recuerdos a frutos secos, a elegantes toques de azúcar quemado, matices de especias exóticas e incluso algún ligero apunte de miel. En boca tiene buen ataque, es un vino preciso y bien perfilado, con elegantes amargos y una espectacular definición. Largo y profundo.