De carácter suave en boca, se aprecia el sabor a mantequilla, limòn, manzana madura, caramelo tostado, o pan grillé, un vino dotado de acidez, étnico y final secante
De acuerdo con los anteriores comentarios, no es vino para catar sino para comer.
Amarillo dorado.
En nariz nada de fruta, solo aromas a crianza; pero como veo en el comentario anterior si te esperas aparece la fruta, yo por desgracía cate rapidamente y no volví a olfatear.
En boca lo mismo, ligero amargor, poca fruta y sensación de que necesita algo para masticar.
En vista de todo esto no puntuo y espero a ver si puedo probarlo con mas calma y algo sólido.
Vista: Tiene un color amarillo de un dorado de bastante intensidad, con sensación de untuosidad en su movimiento por la copa y con una lágrima densa. Limpio, brillante y atractivo.
Nariz: de buena intensidad, limpio, complejo, una buena mezcla de fruta y crianza en donde esta última se impone en una primera sensación. Pero tiene mucha fruta, madura y con reminiscencias cítricas (pomelo, piña, ciruela blanca, ...) La complejidad la aportan toques avainillados, balsámicos, cremosos y de levaduras.
Boca: Tiene buena entrada, manifestándose untuoso, seco, de media estructura, recuerdos de la crianza pero también la fruta que apreciábamos en la nariz, algo amargoso, con una estimable acidez, una de sus virtudes, y un final de boca de media persistencia.
En resumen es un vino de chardonnay bien elaborado, seco, untuoso y con una destacada frescura. Un vino para comer.
Su precio ronda los 9 euros.
Amarillo limón con tonalidades doradas y buen brillo.
Nariz intensa a piña madura, membrillo con un toque citrico que lo hace mas asumible. Complejo y agradable, con notas de frutos secos y amielados.
Seco, fresco y amargo desde el inicio, buen paso por boca.
Elegante, con notas tostadas suaves, de mantequilla y algo de fruta.
Final medio-largo.
Amarillo dorado. La nariz es intensa, dominada en estos momentos por sensaciones tostadas, hay recuerdos a ciruela amarilla y algún matiz floral. En boca ataca intenso, el paso es untuoso, presenta una notable punta de acidez, algo amargo, con una trama ligera y bastante longitud. Un vino para comer, más que para catar... con un peso en boca que permite armonizarlo con carnes blancas o con algún pescado sabroso o incluso servido con alguna salsa algo especiada.
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