Viviendo.

Ha transcurrido casi año y medio de la última botella bebida de este magnífico vino y tengo que decir que le he encontrado vivo y en plena forma.
Recomiendo abrir la botella con un sacacorchos de láminas, con los de espiral el tramo del corcho más cercano al vino se puede romper.
A la vista se manifiesta color rojo picota de capa media alta, tonos de color rubí y teja propios de su edad. Limpio y brillante. Buena y densa lágrima que se desliza con parsimonia por la copa. Menisco color rubí y teja.
En nariz abundante frutas rojas del bosque en sazón, cacaos, chocolate, elegantes notas de su madera de crianza, balsámico, frutas negras en licor.
En boca gran elegancia, aterciopelado, con volumen, carnoso, frutal, profundo, para meditar lo que contiene, llena plenamente la boca, notas de mineralidad, taninos domados, frutas negras maduras en brandy, con una legante y presente acidez que invita beber y que le dará algún año más de vida. Madera de su crianza muy bién integrada. Extraordinario y aterciopelado paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos muy satisfactorios. Me quedan 5 botellas. Agüantarán 2o 3 años.

Recomendado por 1 usuario

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar