Seis meses después.

Otra botella disfrutada y ésta me ha deparado sorpresas.

La nariz está muy evolucionada, en primer término y dominando todo se encuentran los aromas de petróleo, para mi detestables, en segundo término hay atisbos de frutas y todo lo que se indica más abajo, pero ya muy tapado por el penetrante olor de éste hidrocarburo.

La boca sigue casi igual que lo indicado más abajo, solo en el retronasal vuelve a aparece el mencionado gas, pero con menos intensidad que en la nariz.

Me queda una botella y me la voy a beber en breve tiempo, ya que es una verdadera pena, que una JOYA como este se difumine por estos "olores".

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