De poder repetir esta alhaja.

Me regalaron hace unos meses una botella de este vino licoroso y me reafirmo en mi impresión de la 1º vez que caté este vino: puede competir con los mejores.

Sólamente su escasez y alto precio impiden que sea mucho más famoso. Tambén influye que no solemos asociar Priorato con dulces soberanos, ni la Bodega es tan conocida como las jerezanas fuera de los círculos enológicos y la provincia de Tarragona.

Cuidada presentación en caja y con papel charol amarillo.

Preciso color marrón claro con tonos ámbar y caoba.

Nariz con algunos barnizados muy prioratinos completados con el pan de higos, la madera y la confitura.

Interminable en boca, sedoso y equlibrado, muy largo posgusto.

Un vino inigualable para una sobremesa tranquila, para degustar el caldo, la conversación y la compañía.

Acabar una comida y cata con Flor de Petrus, un Rioja de 1964 y un Jacques Selosse Substance con algo dulce es poner un punto y final apoteósico.
Una etiqueta de aspecto viejuna, como la solera pero que esconde detrás del cristal un verdadero oro líquido, no ya por el color, que también, sino por la perfección de nariz y boca que es un no parar de encontrar aromas y sabores todo ello en una perfecta armonía y consistencia.

Una solera hecha con motivo dle final de la primera guerra mundial cuando Dom Berenguer era el prior de la Scala Dei. Y por esta escalera al cielo.

Son las escasas soleras que esta histórica casa atesora. No había tenido la fortuna de probar ésta y al fin lo hice.
Etiqueta clásica con un punto antiguo y pelo sosa, botella tipo Jerez, color marrón claro, limpio y brillante, lágrima interminable.
En nariz caramelo, pan de higos, brandy, pasarías mucho tiempo oliéndolo si no fuera porque se te va a la boca. Allí se muestra pleno, vivo y con excelente acidez, untuoso. Un trago excepcional de eterno posgusto que obliga a llevárselo a los labios una y otra vez. Perfecto para una larga sobremesa con amigos, emho puede competir con los mejores vinos dulces del mundo.

Acabar una comida con algo dulce es poner la guinda a un pastel. A mí el dulce que me gusta, es "líquido".
Color ambar con reflejos cristalinos, limpio y brillante. Excelente lagrima densa y persistente. En nariz tiene buena intensidad a miel , orejones y frutos secos, al final parece algo de cafe dulzon. En boca es denso, sabroso, goloso sin agobiar, persistencia muy buena.
Qué gran solera (y aun hay otra más añeja). Solo queda cerrar los ojos y soñar, que la siesta tambien rejuvenece.

Vista: Ambar con reflejos yodados.
Nariz: portentosa, con frutos secos en primera instancia junto con barniz de mueble viejo, pasas, cueros, ahumados y tostados, miel, bollería, café, hjigos secos, crema pastelera, caramelo, peladillas...
Boca: sabroso, potente, denso, con mucho cuerpo, excelente nivel de dulzor fantásticamente conjuntado con su buena acidez, ligero amargor. Persistencia muy larga.

Ambar con reflejos yodados , limpio y brillante. Lagrima densa, circular , lenta y que tinta la copa.
Nariz potente a frutos secos, miel , orejones y toffe, cafe con caramelo.
paso por boca denso, con cuerpo alto , profundo, dulce si empalagosidad, pero con potencia justa.
Postgusto largo

Color ambarino, brillante. Aromas de frutos secos, pasas, dáties, iodados, amielados, café, almívar,.... Paso en boca amplio, completo, llena y gusta. Retronasal potente. Muy persistente. Gran Priorat.